Fundador
de la Casa y la parroquia de Barranquilla. Llamado por nuestros mayores el Mono
y por los frailes estudiantes el tigre, fr. Ismael Enrique es sinónimo
de toda una vida entregada al amor por la Virgen María, al propósito
de arraigar el concepto de familia y a la pastoral vocacional. Nació
en La Playa de Belén, la hermosa tierra de los Estoraques,
Norte de Santander, el 17 de junio de 1933. De
una familia de hondos sentimientos cristianos. Sus padres fueron Francisco y Juana
de Dios. Tuvo 11 hermanos, entre ellos otro dominico, fr. José María
(Octaviano José de pila) reconocido historiador de los dominicos de Colombia
y del Perú; y dos primos Campo Elías y Domingo de Guzmán
Claro Carrascal, todos oriundos de la misma provincia de Ocaña. La devoción
a la Virgen de Chiquinquirá fue algo substancial en su hogar: Ella ha presidido
todas sus alegrías y todas sus penas.
En
este cristiano hogar nace su vocación de este dominico que con su vida
da testimonio de fe, nobleza, sencillez y esperanza.
Ingresó
al noviciado de Chiquinquirá el primero de febrero de 1952; fue su maestro
fr. Salvador Sánchez y con él se inició también como
fraile corista al profesar el siguiente año el dos de febrero. Para 1956
emitió ante toda la comunidad del convento de Santo Domingo de Bogotá
su Profesión solemne el dos de febrero. Sus estudios eclesiásticos
institucionales de Filosofía y Teología los realizó en el
Studium Generale. Fue consagrado sacerdote el 16 de agosto de 1959. Licenciado
en Filosofía y Ciencias Religiosas de la Universidad Santo Tomás
de Bogotá en 1975. Escribió un Laico para el Siglo XX.
Fue rector del seminario Apostólico Jordán de Sajonia en 1964 cuando
contaba con 31 años de edad.
Fr.
Ismael ha dejado huella en los distintos lugares en donde ha desarrollado su misión
a lo largo de su vida, baste recordar su paso por Barranquilla La Arenosa
para iniciar la fundación de la Casa y la parroquia San Luis Bertrán
desde 1971; la parroquia fue erigida en 1974 y fr. Ismael fue su primer párroco;
allí desarrolló un gran trabajo pastoral entre las barriadas más
pobres de esa ciudad, especialmente entre la juventud. Hoy todavía fr.
Ismael es recordado con afecto y cariño por los feligreses de esa parroquia,
considerándolo su padre fundador.
Trabajó
como capellán de la Normal de Varones del Atlántico. De allí
fue asignado a Medellín a mediados de 1975 a la Casa Lacordaire ubicada
en el barrio Simón Bolívar, para suceder a fr. Leonardo Gómez
Serna como capellán del famoso Liceo Antioqueño de la Universidad
de Antioquia, donde desplegó todo su entusiasmo en bien de la juventud;
amado, respetado por todos, con gran ascendencia sobre directivas, docentes y
estudiantes de todos los estratos sociales; eran tiempos de huelgas y revueltas,
tiempos difíciles que él supo sortear con tino y reconciliar las
partes dentro de la institución, cerrada años más tarde por
el gobierno nacional. De esta época se recuerda la Pascua Juvenil de 1976
y siguientes, que supo orientar entre los jóvenes de los colegios más
importantes del sector y de Medellín, sus huellas se hunden en el asfalto
de la ciudad de la eterna primavera y sus discípulos se reconocen
hoy al caminar, ahora adultos, y al escuchar su voz que aún suena en su
tierra. | | Primer
párroco dominico de la parroquia Santo Tomás de Aquino del barrio
Robledo de Medellín en 1978. El año 1979 lo encuentra en Cali con
la promoción de la Pascua Juvenil realizada en varios colegios de la ciudad.
De esta experiencia nació la vocación del actual provincial de los
dominicos en Colombia, fr. José Gabriel Mesa Angulo. Posteriormente,
la preocupación por el tema de familia y la devoción apostólica
serían su nueva misión entre los años 1985 a 1987. Durante
su estadía en Villa de Leiva, en el convento del Ecce Homo ejerció
su experiencia dominicana en el trabajo apostólico con los campesinos del
lugar, entusiasmado por unir familias desarrolló actividades como la Pascua
Familiar. La Pastoral Bíblica y las famosas Jornadas Lascasianas
de 1992. Fueron famosos y muy escuchados sus programas radiales en Radio
Super en Tunja y en la Emisora Reina de Colombia en Chiquinquirá.
También en el Ecce Homo se preocupó por el bienestar del lugar,
por ello al notar la escasez de agua ideó la construcción de represas
que sirvieran de recipiente natural del agua lluvia en tiempo de invierno para
abastecerse en épocas de verano. Este trabajo lo llevaría también
a convocar a los campesinos a transformar y conservar su entorno con la siembra
de cinco mil árboles, seleccionados con inteligencia taxonómica,
al escoger floras con cierta fuerza energética, entre ellas urapanes, sauces
y acacias, capaces de atraer corrientes eléctricas que contribuyesen a
formar nubarrones y lluvias. A
su paso nuevamente por Cali, en el Colegio Lacordaire trabajó como Capellán
desde 1999, muestra su carisma y amor en el desarrollo de su misión pastoral,
contribuyó a la unión familiar y se preocupó por el afianzamiento
de la Escuela de Padres, que con los días se constituyó
en una escuela de familia. Fr. Ismael logra transmitir sus ideales al Departamento
de Psicología y Asofamilia, que hizo del año 2002-2003 su Año
de Oro. Con este importante proyecto, que lo muestra como un incansable
luchador santandereano, solicita instaurar la cátedra Lacorderiana. Representa
al provincial en la Junta Directiva del Cottolengo del Padre Ocampo y desde allí
une esfuerzos con la rectoría del Colegio y la Arquidiócesis de
Cali para que los jóvenes se acerquen y aprendan a valorar al adulto mayor.
Actualmente fr. Ismael
Enrique está asignado al Convento de Cristo Rey en Bucaramanga y vinculado
a la Universidad Santo Tomás como representante del Rector en el Centro
de Pastoral Universitaria. * Artículo
tomado de la obra: Rostros del Centenario. Frailes de la Orden
de Predicadores Provincia de San Luis Bertrán de Colombia. Bogotá.
2010. * Compilación, diseño y edición: http://www.GuidoPerezArevalo.org
58 años de vida sacerdotal del R. P. Fr. Ismael Enrique Arévalo
Claro, O. P. La Playa de Belén. 16 de agosto de 2017. * |