El Monte Sagrado
   
 El Carmen está rodeado por este hermoso bosque legendario, sobre el que existe el peligro de que desaparezca la población bajo sus derumbamientos.

Sólo por conservar su frescura y brindar a la vista la perfecta panorámica de sus árboles, las autoridades locales sancionan enérgicamente el menor intento de tala en este regalo de la naturaleza.

El bosque del Monte Sagrado está formado por árboles con composición florística nativa de carácter protector productor, con especies como guamomacho, gualanday, resbalamono, corazón de arco, cedro rojo, laurel amarillo y rojo, cañaguate y roble, entre otros, que son celosamente protegidos por un guardabosques.
 
   
   
 

El Monte Sagrado cuenta con gran diversidad de fauna como zorros, micos, iguanas, zorro fara y perro, pumas, jaguares, tigrillos, osos, nutrias, conejos, ardillas, guartinajas, venados y variedad de aves como toches, cucaracheros, gavilanes, pericos, lechuzas y águilas.

También ratones, murciélagos y como gran novedad el mapache, mamífero nativo de Norte América, que acostumbra a lavar los alimentos antes de ingerirlos.

Los reptiles habitan esta zona y es fácil encontrar serpientes como la boa, boquidorada, cascabel, rabiamarilla, cazadora y la tocha o falsa coral.

El Monte Sagrado es célebre por la famosa leyenda de la piedra inmensa con cadenas atadas. Según cuentan los abuelos, la gran piedra es la montaña y las cadenas son las raíces de los árboles, en el caso que éstas cedan o se revienten, la "gran piedra" se vendría encima del pueblo y acabaría con él.

(Tomado de Monografía Ilustrada de Norte de Santander - La Opinión)

 
   
   
 

Leyenda
EL ESPANTO DEL MONTE SAGRADO

Días después de la tragedia ocurrida en El Carmen, N. de S., el 16 de noviembre de 1949, la Policía Nacional daba el toque de queda a las ocho de la noche y de esa hora en adelante nadie podía transitar sin expreso permiso del Jefe Civil y Militar. Pero los señores agentes de la policía observaban que a altas horas de la noche un sujeto bajaba del Monte Sagrado al pueblo. Como era insólito quebrantar las órdenes, una noche fueron a esperarlo y lo vieron bajar. Al darle el célebre "alto tres veces" y como vieron que no cumplía con la orden dada comenzaron a dispararle con los fusiles. Le hicieron cientos de disparos pero el hombre avanzaba, avanzaba, avanzaba, siempre con despreocupación y por último vieron con horror que esta persona recibía en las manos las balas de fusil y las regresaba a puñadas.

Ante este inesperado fenómeno salieron a la desvandada los policías. Yo creo que esa fue la única derrota que sufrió la policía en El Carmen y, la derrota fue ocasionada por... un fantasma.

(Tomado del libro Geografía Histórica de El Carmen, de Ciro Castilla Jácome)