TRES
PROCESOS: ¡TRES FRACASOS! |
Por
Luís Eduardo Páez García Para refrescar la memoria de nuestros lectores, esta vez he escogido tres casos preocupantes que se han dado en el municipio de Ocaña, cuyas repercusiones afectan de manera directa a diferentes sectores o áreas de la vida pública local, afectando, también, las relaciones intermunicipales, departamentales y nacionales en estas mismas materias. El propósito del presente artículo es, ante todo, pedagógico y las sugerencias que hago no tienen mayores complicaciones para su puesta en marcha adecuada, democrática y realmente benéfica para la comunidad ocañera. Sólo se requiere VOLUNTAD POLÍTICA y una buena dosis de RECTITUD Y TRANSPARENCIA. Juzgue el lector los casos a considerar: 1) CONSEJO MUNICIPAL DE CULTURA. La figura fue creada con base en la Ley 397 de 1997, artículo 60. En Ocaña este Consejo se creó mediante Decreto 0035 de 18 de marzo de 1998, expedido por la Alcaldía Municipal de Ocaña. La ley define estos organismos como instancias de concertación entre el Estado y la Sociedad Civil encargadas de liderar y asesorar a los gobiernos departamentales, distritales y municipales y de los territorios indígenas en la formulación y ejecución de las políticas y planificación de los procesos culturales. Los objetivos están contemplados en el artículo 61 de la misma Ley. Después de 8 años, el balance del Consejo Municipal de Cultura es precario. Entre otras razones, por su falta de auténtica representatividad y carencia de políticas claras frente a la situación de la cultura local. Recordemos que en esta administración sus directivos se han negado reiteradamente a comparecer ante el H. Concejo Municipal para explicar asuntos como la inversión en cultura, los planes y proyectos, etc. La solución: Que el señor Alcalde genere un replanteamiento del actual Consejo de Cultura y exija del mismo la presentación de un documento diagnóstico de la cultura actual del municipio y las prioridades en inversión para el sector. 2) PACTO POR LA TRANSPARENCIA. Desde que se produjo la renuncia masiva de sus integrantes, a raíz de cuestionamientos que se hicieron públicos a través de la prensa y la radio locales, este programa del alto gobierno nacional desapareció del municipio de Ocaña. Las respuestas que diera el delegado enviado desde Bogotá, con relación a las denuncias hechas por los miembros del Pacto, no convencieron a nadie, quedando en el aire una sensación de duda frente al comportamiento transparente de la administración municipal. Solución: Buscar en Bogotá los mecanismos para reactivar este Comité y lograr que su conformación y operatividad se ajusten a criterios claros de idoneidad y representación válida de la Sociedad Civil ocañera. La Alcaldía, por su parte, debe entender que una de las políticas bandera del actual gobierno nacional, es lograr erradicar los comportamientos administrativos erráticos y la corrupción. Para lograr esto se requiere asumir un verdadero compromiso con la ciudad y sus gentes. 3) CONSEJO MUNICIPAL DE JUVENTUDES. (Ley 387 de 1997; Decreto Reglamentario 091 de 2000). Otro fracaso más a causa de la improvisación y, sobre todo, falta de participación de la juventud cuyos líderes están fuera de foco y desconocen realmente la problemática por la cual atraviesan. Hay algunos más interesados en promoverse políticamente que en brindar soluciones a sus semejantes. Como siempre, esto va a terminar en espectáculos masivos que nada dejan, mientras que la juventud ocañera se hunde cada vez más en el vicio y la vulgaridad. Solución: Como en el Consejo de Cultura, hay que replantear este Consejo y capacitar a los jóvenes. |
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