VERSOS
Gabriel Ángel Páez Téllez

 


NOMBRE PARA UNA PRINCESA
(Soneto para mi sobrina, Luz Adriana Páez Vila, en sus quince años - Junio 2006)
La fecha de sus quince, la recibe…
y un cuento infantil hoy le reclama;
ese su corazón que se hace llama
irradiando su luz cuando ella escribe.

El teclado feliz está impaciente,
hoy también es fecha de escribir.
Inicia con su ritmo irreverente;
escribir con amor, sólo escribir.

Contaba de una niña muy amada,
que se volvió mujer, mientras soñaba,
al gratísimo rumor de hermosa fuente.

Buscaba un nombre para la princesa;
muy musical, y pleno de realeza…
Le sugerí: LUZ ADRIANA, dulcemente.


ALFONSINA STORNI

(1892-1938)

(Homenaje póstumo a la poetisa argentina)

Una amargura indecible aflora en sus poemas.
Un sentimiento acerbo se siente en su canción.
Cantó su amor intenso de infinitas penas.
Su mente torturada por terribles cadenas,
rebelde en su agonía, no espera redención.

Tuvo momentos gratos de fugaz alegría;
vuelos de mariposas, en el gentil rosal.
Pero, lo inaccesible: su amor de lejanía,
trocaba por las sombras su diamantino día;
como quien nada pierde, cambiando bien por mal.

Tejió su fantasía de erótica dulzura.
Pasión hecha de llamas que no podía apagar.
Y en ese amor ardiente, cercano a la locura,
forjó para su cuerpo sublime sepultura
en un lecho de perlas, el amoroso mar.

IN MEMORIAM

Homenaje póstumo a Luis Carlos Galán (1943-1989)

Se fue como se escapan las sombras de la noche
cuando la aurora viene sus galas a lucir.
La de la cruel guadaña, se lo llevó en su coche.
Él iba silencioso, sin pronunciar reproche
al imprevisto sino que tuvo que cumplir.

Su risa juvenil y sus ojos expresivos;
su grito de combate, forjando porvenir,
es hoy esa bandera que en sus colores vivos,
parece renovaran los llantos compulsivos
de la generación que un día le vio morir.

En su alma comunera había la gesta aquella:
La chispa del Socorro, que un paladín forjó;
Tenía sus ojos claros de fulgor de estrella,
e iluminó en segundos a nuestra patria bella
que llora inconsolable: La luz que se apagó.

Su ejemplo meritorio: Camino, faro y guía
revive vigoroso, cual fénix al surgir;
uniéndose a la lucha de quienes noche y día,
plantean a nuestro pueblo: Justicia y armonía.
Los grandes luchadores ¡ jamás se han de morir!

DEL EVANGELIO DE JESÚS

No esperes al mañana que no existe
O indagues al pasado que no está.
No vivas nunca taciturno o triste,
Vive el momento que el Creador te da.

Que nadie te hiera o te perturbe el alma
La fuerza radica en tu interior.
Después de la tormenta está la calma,
Llena tu vida en plenitud y amor.

Vivir en el pasado es estar muerto.
Sufrir por el futuro, por lo incierto…
Sólo quebrantos te depararán.

Vive la mañana, con sol naciente;
La tarde con el astro al occidente.
¡Deja a cada día su propio afán!

LOS GRAFITI

Los grafiti, otra voz de alerta
En mensajes de llanto y alegría.
La voz furtiva de la mano incierta,
Incansable en paredes noche y día.

La inscripción o leyenda puede ser:
¡Rebelde hasta en su propia ortografía!
No existen reglas, para su armonía,
En manos de varón o de mujer.

Hay frases tristes, siempre repetidas,
Que parece con sangre se escribieran.
Son la denuncia: Aquella que quisiera,
mostrar el corazón y sus heridas

Grito latente, justiciera voz.
El memorial denuncia, se ha llamado.
Cuando la injusticia la ha borrado…
¡Quiere tan solo, silenciar a Dios!

VOLVER  A OCAÑA   

“El recuerdo es una rebelión contra el olvido, que es
una ley”. Amado Nervo

Volver a Ocaña es volver a la infancia
y recorrer sus calles empedradas,
aquellas que conservan en su alma
nuestras tiernas pisadas.

El duro pavimento las oculta,
pero ellas registran:
¡La imprevista llegada!

Sus cerros escarpados, ya vencidos,
parece recobraran el color pretérito
en que quizá eran verdes bermejos;
aromados por frutas provincianas:

Los tiernos pomarrosos,
caimitos, arrayanas;
guayabitas dulces,
naranjas o jujamas.
El jugo de la tierra enamorada.

Es volver al Molino a cuyas plantas,
El tejo mueve cristalinas aguas;
en tanto, hermosos barbatuscos
alfombran su verdor, de rojo lino,

¡Flores divinas, cual maná celeste,
precioso manjar del ocañero!

Visitar Santa Rita en su santuario,
la santa en sus sienes coronada
de rosas, y presencia alada.

Su capilla, testigo de promesa,
que Antón por su hija le confiara.
Escuchar que en la plaza, la glorieta,
es pentagrama de la Ocaña amada.

Volver a Ocaña...
Es retomar el sentido de su historia:

Sus mitos, leyendas y anhelos...
Es pensar que en cocotas maduradas
se puede degustar el sacro suelo,
con la fe que nos lleva a Torcoroma;
o al Cautivo, en el barrio El Carretero.

Medellín, 2001

A ARGELINO DURÁN QUINTERO.

Mártir de la democracia colombiana

Gabriel Angel Páez Téllez

"La libertad es el único objeto digno del sacrificio de la vida y de los hombres". Simón Bolívar. (Discurso, Bogotá, 1815)

Murió en el honor que había vivido
y como el roble: se murió de pié.
Su tragedia, Colombia ha conmovido;
era un intelectual, comprometido:
Muy grande en los cimientos de la fe.

Retenerlo angustiaba a sus captores:
Imposible, su falsa autoridad.
No apresan a un quetzal los malhechores.
Si se muere, se lleva los honores.
Es su medio hábitat: ¡la libertad!

Era llama de luz que los quemaba:
Resplandor estrella que llevó al partir.
No aceptó, la comida que le daban,
las mismas manos, que lo aprisionaban;
y sin quererlo… ¡prefirió morir!

In Memoriam

Homenaje póstumo a mi hija
Angela Yulieth ( 1978 - 1990)

· En su féretro.

Parece que duermes
¡Oh, niña querida!
Tus ojos cerrados
parecen soñar.
Y en tu bello rostro
se ve tanta vida.
Que, oh, hija… superas:
Al lejano mar.

Evocación.

Un sueño parece
su efímera vida.
Vivió el breve instante
de un rayo de luz.
Llevaba en su alma:
Los siete colores
del arco divino
celeste de Dios.

Poema viviente
su grácil figura.
Flor inmaculada.
Celeste visión.

Mas quiso el Eterno,
en su inmensa ternura,
Llevarse su rosa,
diamantina y pura;
ungida en rocío,
llevarla en botón.

INTERROGACIONES.

Oh, Padre de los vivos,
adónde van los muertos, Señor,
a dónde van!

Amado Nervo

En noche de vigilia meditaba:
¿Adónde van las almas
de los muertos?

¿Se elevan hasta Dios,
como el incienso?

¿Se funden de amor
y las cenizas;
como las nubes,
las esparce el viento?

¿Vuelven a la tierra
silenciosas, cuidando
los átomos del cuerpo?

¿Se hacen las almas
mariposas. Flores viajeras
del celeste viento?

¿Se transforman
en sabia cristalina;
para nutrir, los árboles
su cuerpo?

¿Se integran
a la lluvia compasiva;
de cuando en cuando,
compasivo viento?

¿Transmigran las almas
a otros cuerpos;
acrisolando, vidas y recuerdos?

¿Esperan pacientes
al arcángel,
que les despierten
del profundo sueño?

Tú velas Señor, en tu ternura,
los cuerpos que vuelven
a la tierra; y en tanto, Señor,
Es la pregunta:
¿Adónde van las almas de los muertos?

"Hay otra dimensión, sublime calma,
Unas son portadoras de la luz;
y en ocasiones, ángel de la guarda"
Me pareció escuchar en la vigilia…
Que el destino de las almas, preguntaba.

LAS PLANTAS Y EL AMOR HUMANO

"La verónica es una yerba excelente contra
la obstrucción de los riñones."

"Esa es una margaritona; una flor, realmente
hermosa." Palabras de mi madre.

La planta es sensitiva: ¡Sufre y siente!
Y retoza, cuando la lluvia llega.
Cuando la mano en su piedad la riega.
Hasta el olvido y soledad, reciente.

Ancianas hay que sus jardines aman;
y las plantas aceptan sus amores.
Dan nombres tiernos para las que sanan
y nombres de princesas a las flores.

Las plantas tienen sitio predilecto
donde ceden su polen al insecto,
que lleva en granos su fragancia pura.

Ellas nos cuentan del amor humano,
que identifican con la casta mano
y la voz que les habla con ternura.

Medellín, noviembre 16 de 2001.

GUILLERMO BUITRAGO

Homenaje póstumo al jilguero de la Sierra Nevada.

Su guitarra transportada
en afinación natural.
El diapasón dispuesto
a recibir sus dedos
amorosos,
sobre la escala
prodigiosa
de los trastes.

Su porte de galán.
Amable y fino.
Su risa luminosa
de sonora cascada.
Su voz de jilguero
enamorado,
en la chispeante
composición genial
Y bullanguera.
……….

Un día cualquiera…
Su garganta
De trinar de sinsonte
se fue haciendo silencio,
Y el frío glacial,
de la Sierra Nevada,
acampó para siempre
en sus huesos.

Sólo quedó su guitarra:
Hija de la tierra
Y de los árboles.
Testigo mudo de su arte.
Murió con el cantor…
¡Ninguno como él
Podrá pulsarla!

ELEGÍA POR LOS DESPLAZADOS
La miseria es quizá el más fuerte de todos los lazos.
Honorato de Balzac

Con ese rostro triste, lejano y ausente,
los he visto en grupos, al sol inclemente
llevando a sus hijos, cual fardo de amor.

Nunca, en estas calles, las vi tan cercanas:
Indígenas jóvenes, madres ancianas…
con niños terciados, pidiendo un favor.

Sus rostros redondos se ven tan callados,
que parecen tristes soles apagados.
En el firmamento de la patria ausente.

¡Fueron arrancados de la tierra madre!
Su angustia y tristeza denuncia la tarde,
con rayos de sangre del sol a occidente.

Sus campos nativos están invadidos.
Nueva Conquista… ¡Otra vez sometidos!
Por armas fieras del nuevo invasor.

Sus manos labriegas del surco anhelantes;
se ven en las calles, tristes, suplicantes.
Buscando trabajo, ¡el pan con honor!

Son hermanos nuestros y están desplazados;
Igual que los otros… ¡Los amenazados!
¡ Démosles ternura, amor consecuente!

Que los desplazados vuelvan a sus lares
y lleguen contando: que en nuestras ciudades:
No fuimos ajenos a su faz doliente.

LA VOZ DE LAS PALABRAS

Hay palabras muy dulces y tiernas
que parecen susurro de notas.
Ellas visten de blanco a los lirios;
ellas visten de verde a las hojas.
Ellas cantan al alba que llega
y en su canto se duermen las sombras.
Los marinos recogen su acento
en el blanco marfil de las olas.
Los jardines se visten de galas
Y la flor su belleza desgrana:
Las campánulas frescas repican
Al compás matinal de sus almas.

Hay de tonos amables algunas;
muy sencillas y tiernas las otras.
Hay palabras severas, cortantes,
como acero de fina navaja.
Hay palabras de múltiples tonos;
y en su timbre: se ocultan las almas.
La Divina Primera Palabra:
nos legó semejanza en el habla.
La bondad cuando se hace divina:
Es un ángel que se hace palabra.

En la voz que te dice: ¡Te quiero!
o, ¡te amo! lenguaje del alma.
En la voz que clemente perdona
apagando del silbo la brasa.
Mas siguiendo la ley de contrarios:
hay palabras que hieren o matan.
el amor diamantino y el odio…
¡Se revisten también de palabras!

En el mundo, las luces y sombras
sutilmente su acción entrelazan:
La mañana la tarde y la noche,
de las horas fugaces que pasan.
Y en el día de las horas postreras,
del adiós, que antecede a las fosas,
llevaremos: tan solo palabras,
de este mundo de espinas y rosas.

LA POESÍA Y SU COMPROMISO

Mis párpados se cierran… ¿qué sucede?
¡Es el amor que pasa!
Gustavo Adolfo Béquer.

Hay poesía que canta.
Hay poesía que besa.
Hay poesía que llora
de dicha o dolor.
Revive en la fuente
su voz cristalina.
la brisa que pasa,
se torna divina.
Hay alguien que afirma:
"Que pasa el amor".

Hay poesía…
Que vibra altanera,
que hace denuncia
e invita a luchar.
Que toma la lanza;
e indómita avanza,
en la llama viva
de un Editorial.

No es fuente de odio,
escarnio o mentira.
No vibra en su lira
el sonido maldad.
Es tierra abonada,
fértil y sagrada:
para la justicia,
para la belleza,
para la bondad.

AL CANTAR DE LAS OLAS

Suspende mar suspende
tu eterno movimiento.
En tus playas tranquilas
reposa un gran amor;
que con su mano fina
escribe en tus arenas:
Mi nombre, enamorada,
en grata evocación.

Las bulliciosas olas,
por la virtud divina,
de una alma iluminada
suspende su cantar.
se acercan y te besan;
y tornan silenciosas,
cual diamantinas rosas,
al fondo de la mar.

Amor correspondido:
Se oye que cantaran;
mientras la tarde muere,
Al declinar el sol.
La playa fue testigo
de tu querer a solas;
mi nombre se lo llevan,
Las amorosas olas.
Testigo el mar sublime,
tu corazón y Dios.

DE PROFUNDIS

No digas que pasaste
por el mundo:
Sin mirar una rosa,
sin leer un poema,
sin tener un amor.

No cuentes
que en noches silenciosas,
jamás te inquietó
de los luceros,
su suave resplandor.

Qué triste
si cuentas que los niños;
aquellos, ausentes de cariños
jamás te inspiraron compasión.

¡Pero sí es cierto!
deja que doblen las campanas;
y en notas muy tristes y lejanas…
¡Nos hablen de un ser que no existió!

EXALTACIÓN DE LA PAZ

(A todos los hacedores de cultura y de paz)

Por: Gabriel Angel Páez Téllez.

La paz es bandera, antorcha encendida.
La paz es un canto que alegra la vida.
La paz es un río que invita a pescar;
En noches de luna y luces de estrellas,
En medio de luces, luciérnagas bellas,
Oyendo a los bogas en tenue remar.

La paz que yo exalto, se hace figura:
Es grato silencio en selva, llanura…
Gaviota muy blanca que surca la mar.
Manos que laboran con techo y comida;
Estudio, descanso: recreando la vida,
Bajo el mismo cielo que invita a soñar.

A paz deseada en el fondo del alma;
La paz que renace, si vuelve la calma,
Le brinda tributo mi fiel corazón.
La paz que se erige con plena justicia
La paz que en la cuna es sonrisa, caricia;
Es dicha y futuro de nuestra Nación.

La paz es amor y mandato del cielo.
La paz es grito y clamoroso anhelo.
La paz es Colombia que vuelve a cantar:
Bambucos, joropos, pasillos, guabinas;
Ritmo de acordeones; y en noches divinas:
La Cumbia costeña que invita a bailar.

La paz, es silencio: ¡ La guerra que huye!
La paz no se firma, la paz se construye,
Nace con el día como una canción.
Si hay paz en tu alma. Tú eres mensajero;
Llévala en semilla, como el jardinero:
Que pinta sus rosas… ¡ con el corazón!

Medellín, octubre 2001.

SEMBLANZA DE LOS GENITORES

A los Fundadores del meritorio Desfile de los Genitores. El escritor y artista Carmen Eliécer (Carmito) Quintero, ya fallecido; y al compositor y artista, Alfonso Carrascal; y en sus nombres, a todas las personas naturales y jurídicas que desde 1961, hacen posible el imponente desfile de la historia regional de la ciudad de Ocaña.

1.
Y la hermosa comparsa genitora,
ha vuelto a desfilar en este enero.
Los indios y la tropa fundadora.
Leonelda, otra vez, cautivadora:
Embrujando el corazón del ocañero

2.
Desfila el personaje: Antón García,
de rancia estirpe, señorial persona,
escoltando la santa romería;
que lleva entre oraciones, a María.
¡La dulce advocación de Torcoroma!

3.
Caballeros y damas coloniales.
Nos hablan del romance y la ternura
sellados en los templos parroquiales.
Son retoños de glorias ancestrales:
Amazonas, leyenda que perdura.


4.
Y la comparsa de los Colorados,
enluta la festiva caravana:
Sus diabólicos potros desbocados,
Nos dejaron recuerdos desgraciados
en toda la comarca provinciana.

5.
Le sigue la sesión convencionista
que sepultó ideal bolivariano.
Azuero: La pasión santanderista,
Vargas : El escritor; el idealista…
¡ Desfila en nuestro casco urbano!

6.
Después de la terrible tempestad:
Los Colorados y la Convención.
Surge Columna de la Libertad.
Monumento sublime que nos da:
Del esclavo, feliz liberación.

7.
Desfila Santander, el estadista
De nuestra patria, gran batallador
Y desfila Bolívar: Integrista;
Esos colosos de la reconquista,
y del ejército libertador.

8.
Las Ibáñez, donaire y hermosura,
Desfilan en la noble procesión.
Santander y Bolívar las amaron.
Héroes que, por ellas, suspiraron:
Atando por amor: su corazón.

9.
Con el compás del arpegio musical
Los símbolos acuden a la cita.
Las banderas: verde y blanco, y nacional.
Y nuestro escudo; el Himno, y musical:
Ese hermoso bambuco Ocañerita

10.
Desfilan los poetas del verso y de la prosa.
Las flores y los frutos del sol primaveral.
Se ven las campesinas con su color de rosa.
Registran las Comparsas: ¡La Hazaña prodigiosa!
Mostrar en un desfile: ¡su historia regional!

11.
Se ven los campesinos; se ven los aguateros.
Y pasan los lecheros que cruzan la ciudad.
La ciudad está de fiesta y muestra a forasteros:
El alma civilista de nobles ocañeros.
Su historia que desfila: ¡tesoro de heredad!

12.
Los sirios libaneses, también marchan unidos.
Sus padres en Ocaña: Encontraron hermandad.
La Tierra Hacaritama de trinos y de nidos
Curó la angustia horrible: aquellos tiempos idos:
En que la guerra impuso huir de su ciudad.

13.
También van los gitanos, de vaporoso lino
Con potros y caballos de alegre trasegar.
Gitanas que descubren -oculto del destino-
Leyendo en nuestras, manos: humano, lo divino.
Con la sencilla farsa que nos llevó a soñar.

14.
La última comparsa exalta el sentimiento:
Política y Comedia que invitan a reír.
Mientras la vida pasa, tan ágil como el viento.
Historia que camina, en sacro monumento:
¡Ocaña que desfila, para jamás morir!

SI TE HACES AZÚCAR

Si te haces azúcar
es posible que lleguen
las abejas a libar de ti.

Y luego en su continuo viaje
hacia las flores
transporten una parte
de tu esencia, llevando
tu polen peregrino:
a la extraña exactitud
de sus panales.

¡Podrás ser cirio,
Iluminar el templo!
Podrás ser luz;
Y alimento.

Pero si te vistan las hormigas,
aquellas las del alma pequeñita;
o peor, sus hermanas: ¡Las arrieras!
Es posible que acabes, alma mía:
¡Con cristales fundidos con la tierra!

Recuerda… ¡Si te haces azúcar!