De
otra parte, la versatilidad, flexibilidad y economía de las nuevas tecnologías
de la información y la comunicación, usualmente llamadas TICs, han
democratizado el acceso a la información y al conocimiento. Igualmente
han facilitado la difusión de la información a una escala global
a costos muy bajos. Estos
dos hechos, el aumento en la confianza para viajar por carretera y las TICs, ponen
de presente un escenario favorable para promocionar el turismo en La Playa de
Belén, situación que no se tenía 5 años atrás
cuando Internet, por citar un ejemplo, apenas era una ilusión para muchos
colombianos. Sitios web como estoraques.org o estoraques.com, esfuerzos realizados
por raizales playeros, lo demuestran. Para el primer sitio web se registraron
más de 25000 accesos, muchos de los cuales provenían de personas
de diversos lugares de Colombia y del mundo. El
gobierno nacional en el marco del plan Agenda de Conectividad, ha diseñado
algunos instrumentos de gestión a fin de masificar el uso de la Internet
en las instituciones públicas. Con el proyecto Alcaldía Electrónica,
uno de sus instrumentos, el propósito es que poco a poco los municipios
tengan acceso a Internet y cuenten con páginas web para fines institucionales.
Con
los municipios vecinos, concretamente con Ocaña y Abrego, los asuntos asociados
con turismo no tienen mucha cabida. De hecho, otros temas del desarrollo considerados
de primer orden siguen siendo manejados de manera muy local cuando pueden ser
manejados desde una perspectiva más regional, como el tema del agro. Precisamente
en este tema ya se tiene otra visión, por cierto muy reciente y con un
cariz muy regional. ¿Es viable una propuesta de turismo regional? Una pregunta
que merece reflexión si se tiene en cuenta que en los vecinos también
hay potencial para el turismo. La
provincia de Ocaña tiene elementos culturales que la hacen muy particular.
Algunos de estos elementos están vinculados con la gastronomía,
la agricultura y algunos productos manufacturados. El término 'ocañero'
usado para muchos de ellos no es gratuito; sencillamente es el reconocimiento
al hecho de que son muy de la región. Se habla entonces del pan ocañero,
la arepa ocañera, las cebollitas ocañeras o el tamal (pastel) ocañero.
Otros no llevan el término pero son igualmente regionales: La cocota, el
mantequillado, el arifuque, las solteritas, las arepitas de maíz o la misma
sopa de fríjol con rullas (o ruyas ?). Son
elementos que siempre han estado allí con mucho arraigo y que muchas veces
pasan desapercibidos por el hecho de que se convive con ellos de manera permanente.
Pero para un visitante es una novedad que hace más agradable y placentera
su permanencia si se le proveen facilidades para internarse en esta faceta de
la cultura regional. Una
reflexión similar cabe, talvez con más intensidad, en relación
con los eventos que año tras año se realizan en La Playa y que movilizan
la afluencia de turistas: Las fiestas patronales, la Travesía Atlética
o el Festival del Retorno. Sin embargo la oportunidad no se aprovecha del todo
con una oferta mejorada de servicios al turista o con una comercialización
más agresiva de los productos manufacturados localmente. Las
artesanías entendidas como objetos que identifican una cultura o una región
han demostrado ser una fuente de ingresos considerable en muchas regiones y se
le ve como un renglón que necesariamente debe ir aparejado con el turismo.
En La Playa no existe una tradición fuerte en la producción de artesanías
pero si tiene artesanos o personas con disposición para su producción
o con voluntad para insertarse en proyectos que tengan que ver con artesanías.
Artesanías
de Colombia es una entidad nacional que ha demostrado con creces la importancia
económica de las artesanías. Ha estado presente en muchas regiones
de Colombia acompañando, capacitando y orientando la gestión de
dicho renglón con un éxito que incluso es reconocido internacionalmente. Las
autoridades nacionales enfatizan sobre la conveniencia de prestar especial atención
a las siguientes fases a la hora de asumir el compromiso de desarrollar el sector
turismo. 1.
Inclusión del turismo en los planes de ordenamiento territorial. 2.
Planificación del turismo 3. Investigación de mercados y diseño
de productos 4. Promoción y comercialización 5. Prestación
del servicio La
confirmación de la inclusión de la primera fase en el Esquema de
Ordenamiento Territorial (EOT) se encuentra en los llamados "objetivos fundamentales"
del Municipio. Uno de ellos es "contar con un municipio posicionado en el
ámbito regional y nacional como destino importante para el turismo y la
recreación, reconocido por su patrimonio arquitectónico, histórico
y natural, y atractivo para el desarrollo de eventos culturales de integración
regional". No
se puede afirmar que ha habido planificación del turismo atendiendo a una
metodología específica rigurosa, pero sí se puede hablar
de la existencia de consenso en torno a iniciativas que se consideran importantes
para la gestión del turismo y que están en sintonía con las
fases aludidas. Dos
elementos deben confluir para emprender acciones concretas enfocadas al desarrollo
del turismo. Uno de ellos ya existe: Los atractivos naturales y culturales. El
otro elemento, por construirse, está ligado necesariamente a la voluntad
de la comunidad para comprometerse decididamente con el desarrollo del turismo. El
trabajo de ganar la voluntad de la comunidad debe partir de la exploración
y el análisis de sus propias aspiraciones y posibilidades, a fin de identificar
acciones que neutralicen las debilidades y rescaten o aprovechen las fortalezas.
La cultura del servicio y atención al visitante debe ser un propósito
colectivo para que el turismo tenga éxito. Debe soportarse en un fuerte
reconocimiento de los propios valores y tradiciones locales. El
municipio debe enfocarse a desarrollo de funciones cuyos resultados tengan efectos
colectivos, es decir, que beneficien al grueso de la comunidad interesada en el
turismo o que generen igualdad de oportunidades. O a aquellas funciones cuyos
costos difícilmente puede asumirlos el sector privado o la comunidad organizada. La
función planificadora es quizá la más importante puesto que
se está frente a algo que si bien no es nuevo no está exento de
incertidumbres. El Municipio debe asumirla con determinación en aras de
ganar autoridad y liderazgo para movilizar a una comunidad que parece estar a
la espera de recibir su orientación y apoyo. De
la función planificadora se desprenden otras funciones o tareas que tiene
que ver con la fase 3 enunciada atrás. En la investigación del mercado
y el diseño de productos la comunidad local debe estar presente con una
actitud proactiva que se supone ganada en este momento del proceso y apuntalada
sobre una base organizacional firme: famiempresas, grupos de gestión, empresas
asociativas de trabajo o cooperativas. Asimismo los contactos con las alcaldías
vecinas, especialmente con la de Ocaña, seguramente arrojarán luces
para el desarrollo de propuestas turísticas de beneficio compartido. Una
variedad de productos turísticos se ha venido desarrollando paulatinamente
en muchas regiones colombianas hasta alcanzar buenos niveles de competitividad.
El eje cafetero ha podido paliar su "crisis del café" con productos
turísticos creativos e innovadores que llevan incrustados sus valores culturales,
componente tan importante como sus ventajas paisajísticas, o talvez mas.
Como ejemplos de productos turísticos o de servicios asociados a estos
que podrían ensayarse en La Playa se pueden citar:
- Caminatas
ecoturisticas (Los Estoraques, Los Cristales, Valle del Playón, Los Aposentos)
- Paseos
a caballo (Veredas aledañas)
- Camping
- Tures
en bicicleta a campo traviesa
- Tour
en chiva tradicional (Ocaña-La Playa-Ocaña o Aguachica-Ocaña-La
Playa y retorno)
- Muestras
gastronómicas periódicas.
- Eventos
nocturnos de esparcimiento o entretenimiento (Parranda con guitarra playera, por
ejemplo).
- Festival
de cometas (la topografía es muy apropiada para este tipo de eventos) o
de juegos tradicionales.
- Ferias
periódicas de artesanos (tienda de artesanos) o agropecuarias.
Lo
anterior debe complementarse necesariamente con servicios básicos tales
como restaurantes, hospederías o transporte. El
mercado a atender, en principio, debe ser un mercado que no rebase una oferta
que se supone incipiente en sus comienzos pero con la intención de crecer
en el camino. La atención debe focalizarse inicialmente hacia los mercados
más inmediatos, vale decir, la Provincia de Ocaña y el Sur del Cesar.
De alguna manera son mercados con un perfil conocido, además que afín,
que facilitan el diseño de paquetes (productos) turísticos con precios
asequibles. El
precio asequible es una condición que parece necesaria si se tiene en cuenta
que el capital de trabajo de las organizaciones que logren conformarse para la
gestión del turismo muy probablemente será de baja cuantía,
en principio. La función de promover el turismo, asunto que demanda
esfuerzos y costos, debe asumirla el Municipio. La promoción, igualmente,
debe estar muy conectada con la oferta de turismo, variable que a su vez define
el ámbito y las estrategias mas apropiadas. Lo medios de promoción
son diversos: plegables, calendarios, afiches, vallas en vías públicas,
radio, televisión, prensa escrita, Internet, camisetas, eventos de lanzamiento
con personalidades, etc. La
diversidad de medios de promoción pone de presente la necesidad de una
estrategia de comunicación acorde con las técnicas modernas (lenguaje,
símbolos, códigos) que penetre con credibilidad en los mercados
y se afiancen en el tiempo. A este respecto es necesario posicionar "ideas
fuerza" (slogan) o imágenes emblemáticas (logos) que identifiquen
al municipio y sus bondades. Un hombre a caballo, un acordeón o un carriel,
son imágenes que nos conectan automáticamente con el Llano, La Costa
o Antioquia; respectivamente, y sirven de ejemplo para lo que se quiere explicar
aquí. La
comercialización del turismo debe recaer en las organizaciones que se conformen.
El Municipio debe contribuir con el diseño de las estrategias de comercialización
y apoyar con capacitación o acompañamiento las iniciativas en este
sentido. La
entrega de recursos públicos a organizaciones comunitarias ejecutoras es
una opción que puede contemplarse. Debe darse por méritos atendiendo
a criterios de calificación que el mismo proceso genere. Como ejemplo se
puede citar la entrega en comodato o arriendo de bienes inmuebles para la gestión
del turismo: El Coliseo Cubierto, Parque Estorama, La Casa Campesina. O la entrega
a título de donación de recursos logísticos como Computadores,
impresoras o muebles de oficina. Uno
de los programas bandera del presente gobierno es precisamente el otorgamiento
de microcréditos. Es una buena oportunidad para apalancar financieramente
las organizaciones que se logren conformar. El eje de la nueva política
lo constituye el Fondo Nacional de Garantías, FNG, una entidad estatal
cuya tarea única consiste en servir de fiador, en una proporción
que oscila entre el 50 y el 70%, de los créditos que otorgue la banca comercial
o entidades sin ánimo de lucro especializadas en microfinanzas. |