Alguien de la Provincia anda por allí haciendo negocios, pensé,
echando mano del viejo cuento de que los ocañeros andamos en todas partes,
como turcos. ¿Que son los Estoraques? , le pregunté a un lugareño.
Quise que no supiera responderme para luego explicarle con lujo de detalle que
son L-O-S E-S-T-O-R-A-Q-U-E-S. "Es un árbol, mírelo ahí",
dijo, con un tufillo de desinterés. Sorprendido por la velocidad de la
respuesta miré para donde señalaba su índice y vi un árbol
grande. "Caramba,
que árbol tan bonito", exclame. "No amigo, no es el árbol,
es el horcón que está en la cerca". "Si, ajá
..ese",
dijo, cuando le puse la mano (al horcón, por supuesto). "Si si si
si si, ese", remató el lugareño cuando insistí que me
confirmara. "¡Tamasuco
si señor, esto es tamasuco!", dije, con ínfulas de autoridad.
¿Tamasuco
.? ¿Qué es eso, chico? Le explique que en
la tierra donde había crecido se utiliza el tamasuco como poste para cerca
o como botalón de corral por su dureza y capacidad de aguante. Que de un
tronco grande se sacan varios postes como si se estuviera rajando leña.
Y que crece en las partes altas de las cordilleras. Y que es muy escaso. Y que
lo que estaba viendo era idéntico al tamasuco. El lugareño dijo
finalmente: "el estoraque es muy duro también, durísimo, aquí
lo usamos mucho para cercar porque no se pudre. Lo bajan de muy arriba de la montaña". Seguí
mi marcha hacia Cúcuta mirando las montañas del Tamá, a la
izquierda, y las del Chorro del Indio, a la derecha, ambas declaradas como parque
nacional por el estado venezolano, ubicados muy cerca de la ciudad de San Cristóbal,
Táchira. Soñé con treparlas algún día para
conocer el estoraque en persona, vivo y con follaje. Lo que había visto
atrás era un simple horcón. Me preguntaba: ¿será que
el vocablo 'estoraque' es sinónimo de duro, de resistente, de aguantador?
¿No sería esa la razón por la cual Los Estoraques se bautizaron
así? Leí
en alguna parte que Los Estoraques deben su nombre precisamente a un árbol
que abunda en nuestro querido parque nacional o sus alrededores. Quedé
sorprendido. Recuerdo árboles como el rasquiñoso sarno, el noble
arrayán y su arrayana, el negrito y sus gusanos peludos, el casi recto
encenillo, el papamo con sus hojas siamesas, el rampacho y sus pepas como balines,
y otros tantos, pero no recuerdo un árbol que en La Playa se llame estoraque.
Nunca me lo enseñaron. En
el llano araucano, donde vivo y donde había iniciado mi viaje, el estoraque
es un matorral poco apreciado en las fincas o fundos ganaderos. También
es duro, pero duro de acabar. "Son puros estoracales", dice un llanero
cuando quiere hablar mal de un fundo. Es cierto que muchos lugares en el mundo
deben su nombre al árbol predominante, verbigracia, Yopal porque hay mucho
yopo, Corozal porque hay mucho corozo, Totumal porque hay mucho totumo. La pregunta
obvia es: ¿Hay mucho estoraque en Los Estoraques? Se
me ocurre que Los Estoraques deben su nombre a su condición de duros y
broncos, al decir de Cote Lamus, y al hecho que ha aguantado millones de años
en pie, características que, guardadas las proporciones, se encuentran
en el estoraque venezolano o en el tamasuco que yo conocí en Aspasica cuando
ayudaba en la faena de hacer o arreglar cercas ¿Han vivido, amigo lector,
la experiencia de clavar una grapa en un tamasuco? No lo creo. El día que
lo haga la mano le quedará vibrando. Uriel
Arévalo |