CRÓNICAS

Remembranzas
Por: Alonso Velásquez Claro
(Nano)
Girón (Santander), Junio 20 de 2004
 

Dos noticias acaecidas la semana anterior, además de producirme un dejo de tristeza, también me remontaron a mis lejanas épocas de la infancia, cuando era un alegre párvulo...

...La última vez que le vi, hace aproximadamente 35 años, fue una tarde de verano de domingo en la famosa cancha de fútbol de la escuela, que antaño fuera semillero de grandes figuras que engalanaban con sus gambetas y potentes chutes, la historia del fútbol en La Playa de Belén. Su figura alta y desgarbada sobresalía por el porte de su uniforme y la boina calada sobre su pelo ondulado.

GÜICHA PEREZ a mis 12 años, fue cómplice silencioso de mis sonámbulas andanzas nocturnas, por los corredores de la Casa Arévalo. "Mamá Juanita", como todos le llamábamos en el pueblo, consideraba que mi vieja era experta en fabricar esos "soles" de arepa que degustaban con deleite sus hijos, los Padres Dominicos, cada vez que venían de visita a la casa solariega. Entonces yo me quedaba a dormir en la misma habitación que compartían "Güicha" y "Colo"; y de pronto, cuando el reloj de péndulo del corredor anunciaba orgulloso sus doce campanadas, dizque yo me empinaba con la cobija y la almohada al hombro para dar mi acostumbrado paseo, vigilado muy de cerca por la casi paterna protección de "Güicha" que fragmentaba su sueño, para evitar que yo sufriese un accidente... Hoy, sólo quiero pedirle al Divino Hacedor, que le conceda un puesto de honor entre sus elegidos...

Además de esta imagen que aún pervive en mi memoria, Magola Pérez Claro fue por aquellas épocas de nuestra primaria, una mujer sencilla, que olía a fresca hermosura, a limpieza hermosa. Para nuestros inocentes ojos era un ángel de cuyos labios brotaban apuradas las más hermosas canciones y cuyo cuerpo nos recordaba a las divas del cine de aquellos tiempos. Aunque no llegó a ser mi profesora, solía yo escaparme de mi salón todos los viernes, para escuchar furtivamente sus clases de canto, en las que transmitía a sus alumnos todo su talento. Un día cualquiera sus sueños volaron junto con su hermosura y su talento hasta las tierras del Tío Sam, donde su alma de artista logró establecer morada permanente. Cuando aprendí a interpretar la guitarra muchos años después, me recreaba con las voces (muy similares a las de Magola) de sus hermanas Zorayda, Nena y Esperanza a quienes acompañaba con mi guitarra y de paso me recordaban ese trino de alondra perdido en la distancia. El cielo y su dueño, deben estar disfrutando los cantos melodiosos de Magola...


LUIS FRANCISCO PÉREZ ARÉVALO:

Hijo de Luis Jesús Pérez Amaya y Silvia Arévalo Claro. Casado con Martha Chacín. Tuvo dos hijos: Alejandra y José Luis. Le sobrevive, igualmente, su hijo Armando Pérez Vargas.

En su juventud desempeñó el cargo de Oficial de Estadística en La Playa de Belén.

El pasado 1o. de junio había cumplido 65 años. Falleció el 19 de junio de 2004. Se le conoció familiarmente como Güicha.

Residía en Cúcuta.

MAGOLA PÉREZ CLARO: Hija de Joaquín Pérez Pérez y Romelia Claro. De su primer matrimonio, con Rafael Rizo, queda su hija Kelly Julieth.

Estaba unida en segundas nupcias con Flavio Ramírez. Había fijado, desde hace muchos años, su residencia en Denver USA.

Falleció en Bogotá el 20 de junio de 2004, fue cremada en la ciudad de Cúcuta el 22 de junio y sus cenizas fueron esparcidas, según su última voluntad, en los Estoraques, en La Playa de Belén, el 26 de junio.

Cenizas de Magola Pérez Claro fueron llevadas hasta La Playa de Belén

Familiares y amigos de Magola viajaron hasta La Playa de Belén, para esparcir sus cenizas en Los Estoraques. Su hija Kelly, su primer esposo, Rafael Rizo y su segundo esposo, Flavio Ramírez, vinieron desde Denver USA a despedir sus restos mortales. - Por favor: 1. click para ver ceremonias en Denver - 2. Click, para ver otras imágenes

Llegada a La Playa de Belén
Ceremonia en Los Estoraques
A los pies de Nuestra Señora de Chiquinquirá
Kelly Rizo Pérez cumple la última voluntad de su madre

El profesor Hernán Arévalo, doña Eloína Velásquez y Kelly Rizo.
En este salón de clase, los alumnos Juan Hernando García, Ramón D. García, Francisco Pérez, Rafael Alfonso Pérez, Luz Mary Claro, Ramón Vergel, Hernando Franco y Gabriel Ortiz, entre otros, tuvieron el privilegio de contar con las enseñanzas de Magola.
Rafael Rizo, Kelly Rizo Pérez y Flavio Ramírez