Falleció doña Faride Luna de Claro IN
MEMORIAM | |
Siempre tuve la certeza y lo afirmé en muchas partes, que ella era la más viva representación del arte playero: Por la sencillez de su estilo, por la naturalidad de su concepción, por la elementalidad de sus obras, por la humildad y el gusto con que explicaba paso a paso el proceso de sus creaciones y principalmente, por el don de gentes que la caracterizó, hasta el grado de tener amigos en todas partes... Hoy,
cuando la nefasta noticia de su muerte me golpea en lo más profundo del
alma, no puedo dejar de evocar momentos imborrables... Creo
firmemente en la lealtad y la sincera amistad que siempre me brindó y nos
brindó Doña Faride, creo en su admiración también,
hacia mi elemental vocación. Siempre le creí. Desde la clausura
de nuestro segundo año de bachillerato en el año de 1973, cuando
a las puertas de la vieja casona Josemarista, me estimuló y me animó
a seguir construyendo futuro... Creo
con la absoluta convicción de mi fé cristiana, que Doña Faride
Luna, la artista elemental y pura, cambió su residencia al pié de
unos hermosos
estoraques y una quebrada cantarina, por una casa más amplia, más
blanca y más cerca de Dios, con ventanas bellísimas, adornadas con
nubes de algodón y pedacitos de ensueño, hasta donde un día,
tarde que temprano, llegarán la víspera exacta del dia de las madres,
Loncho Velásquez y Tavo Tarazona con sus viejas guitarras cargadas de nostalgia,
a entonar en su homenaje CASAS VIEJAS, LOS CISNES y LOS GUADUALES, las canciones
que tantos suspiros le arrancaron a su alma buena... Mi abrazo de solidaridad y apoyo espiritual para Rodriguito, Coque, Freddy, Carmito, Alba, Camilo, Ana, Dolly y especialmente para mi siempre recordado amigo Nelson. | |