HACARÍ
ANTIGUA PARROQUIA DE
NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ DE LA PALMA

Por Guido Pérez Arévalo
De la obra, Temas de Historia, La Playa de Belén y Hacarí. Epistolario eclesiástico de Ábrego, Aspasica, Convención, El Carmen, El Cincho, Hacarí, La Loma, La Playa de Belén, Ocaña,
San Calixto, Teorama y Río de Oro.

 

CARÁCTERÍSTICAS GENERALES

El municipio de Hacarí está situado en las estribaciones de la cordillera oriental, en la subregión occidental del Norte de Santander. Tiene una superficie de 40.797 hectáreas, equivalente al 1.9% del área total del departamento.

La cabecera municipal se encuentra a una distancia aproximada de 58 kilómetros de la ciudad de Ocaña y a 266 de Cúcuta, capital del departamento.

Coordenadas geográficas: Longitud Oeste de Greenwich 73º 08' 56". Latitud Norte 8º 20'.

 

Extensión y límites: Limita por el Norte, con el municipio de San Calixto; por el Oriente, con el municipio de Sardinata; por el Sur, con los municipios de la Playa de Belén y Ábrego, y por el Occidente con los municipios de la Playa de Belén y San Calixto.

Por su tamaño, Hacarí es uno de los municipios más pequeños de la provincia de Ocaña, con un total de 407.97 kilómetros cuadrados, equivalentes al 1.88% de la superficie departamental.

Altitud de la cabecera municipal: 1050 metros sobre el nivel del mar.

Temperatura media: 21º C.

Hidrografía: Pertenece a la gran cuenca del río Catatumbo y lo surcan los ríos Borra, Tarra y San Miguel.

División Político Administrativa Rural: Actualmente cuenta con siete (7) corregimientos: Astilleros, San José del Tarra, Las Juntas, Los Laureles, Maracaibo, Mesitas y San Miguel; cincuenta y cinco (55) veredas, una zona suburbana "Pinzón Castilla" y una zona de reserva forestal municipal, que conforman su base político administrativa y la unidad territorial.

División Político Administrativa Urbana: El área urbana está conformada por los siguientes barrios: 7 de agosto, El Guayabal, La Parrilla, Calle Central, Calle Mira Flores, Calle del Comercio, Calle de la Salud, La Quebradita y las zonas suburbanas: 20 de Julio y Pinzón Castilla.

Vivienda, hogares, personas:

 
Viviendas
Hogares
Personas
Proyección
Área
Censo general 2005 DANE
Población 2010
Cabecera
243
252
1.084
1.155
Resto
1.658
1.475
7.032
9.207
Total
1.901
1.727
8.116
10.362

Ver DANE: Personas, Viviendas, Hogares, Educación, Economía. Servicios. Censo 2005 y proyección 2010

Economía: Gira en torno a las actividades del sector primario; el cultivo aparece con mayor trascendencia. Produce caña panelera, cacao y cultivos limpios. La producción agrícola se complementa con cultivos de subsistencia como maíz, frijol, arracacha, cebolla y plátano. La capacidad económica se ve afectada por la falta de vías, mal manejo de los suelos, tala indiscriminada de bosques, escasos créditos agropecuarios y la falta de atención del Estado. *

Salud: Informes del año 2007, indican, según SISBEN, que había una población de 9.647 personas, de las cuales el 90.61% pertenecía al nivel 1; el 9.32% al nivel 2 y el restante al nivel 3. El 37.42% de la población estaba cubierta por el régimen subsidiado, el 0.8% por el contributivo y el 61.78% se encontraba por fuera del sistema.

En el mismo año, el municipio sólo contaba con un Centro de Salud en funcionamiento, en el área urbana. La referencia para el segundo nivel es la ciudad de Ocaña y para tercer nivel la ciudad de Cúcuta. *

Vivienda: El número total de viviendas en todo el municipio asciende a 2.120 unidades. El 11.18% (237) está en la cabecera municipal y el 88.82% (1.883) en el resto del municipio.

El material predominante en los pisos de las viviendas es la tierra, con un 60.57%, que puede considerarse como un indicador de pobreza; un 37.49% de las viviendas tiene pisos de cemento. Las paredes son de tapia pisada, en un 82.34%, el 12.33% en bahareque y el 3.96% en bloque o ladrillo. *

Servicios públicos: En la zona rural, el 83% de las viviendas carece del sistema convencional de acueducto. El agua se capta, generalmente de nacientes, ríos, quebradas, pozos o aljibes. El 97% de las viviendas, no posee sistema de alcantarillado y sólo en un 47%, las viviendas poseen servicio de energía eléctrica. *

Educación: La tasa de analfabetismo superaba la nacional y departamental, ubicándose en el 37%. La cobertura bruta en el sector rural no superaba el 0%, en secundaria y media; el 93% en preescolar y sobrepasaba el 100% en primaria; en la zona urbana no alcanza coberturas plenas en secundaria y media; en preescolar arroja 0% y en primaria sobrepasa a un 133%. *

Administración Pública: De acuerdo con el índice de desempeño fiscal del Departamento Nacional de Planeación, en la vigencia 2004, el municipio se ubicó en el puesto 716, en 2005 bajó al puesto 800 y en 2006 cayó al lugar 923, debido a su creciente dependencia de las transferencias nacionales y a la reducción de los ingresos propios. *

Acción Comunal: En el Municipio existen 63 Juntas de Acción Comunal, 4 organizaciones de mujeres, 1 organización de jóvenes, 1 organización de desplazados, 5 organizaciones gremiales, 2 Agencias de cooperación internacional, 1 asociación de Juntas de Acción Comunal, 1 Hogar Juvenil Campesino y una Droguería Comunitaria. *

Vías de comunicación: El Municipio cuenta con una ruta de acceso, denominada Ocaña - La Playa - Hacarí. Desde Ocaña se accede a la costa atlántica, por la carretera del norte; por el sur a la ciudad de Bucaramanga y al interior del país. En el punto de intersección, denominado San Francisco, entre La Playa y Ocaña, se puede acceder al municipio de Ábrego y a Cúcuta. *

Orden público: Existe una estación de policía, que cuenta con más de 30 uniformados para atender, principalmente, contravenciones y manejo de orden público. El Ejército Nacional tiene una base en el Municipio. Su presencia se limita a la zona rural, para contrarrestar la acción de grupos al margen de la ley. *

* Fuente: Informe de USAID - Programa Cimientos.

RESEÑA HISTÓRICA

Alonso Pérez de Tolosa, hermano de Juan Pérez de Tolosa, gobernador de Coro (Venezuela), fue, seguramente, el primer blanco que pisó tierras de La Palma. Había salido del Tocuyo en 1547, rumbo al Nuevo Reino de Granada, con 100 hombres en busca de las provincias de Sierras Nevadas para llegar al valle de Cúcuta, después de largas y penosas travesías. Siguió por el río Zulia y "entró en las sierras motilonas en la serranía de los indios carates que son los que están a espaldas de la ciudad de Ocaña, a la banda del norte. La fragosidad de las tierras, despobladas y miserables, obligaron a Pérez de Tolosa a regresar a Cúcuta". Se supone que partió de Cúcuta y tomó la ruta de Sardinata que lo condujo a La Palma y Teorama. Regreso por la vía de Maracaibo en 1550. 1/

Parcialidad de indios, encomienda, aldea, distrito parroquial y municipio

La región ocupada hoy por la Provincia de Ocaña fue poblada originalmente por tribus karib procedentes del Brasil. Algunos investigadores sostienen que aquel grupo cultural se impuso en las Guayanas y en las costas de Venezuela; y se dispersó, al llegar al lago de Maracaibo, por varios ramales: unos penetraron por las depresiones del Perijá hasta caer al río Cesar, para subir posteriormente por el Magdalena; los otros entraron por el Catatumbo y El Zulia, hasta encontrar las depresiones ocañeras. Éstos también se dividieron: algunos partieron hacia las montanas de Santander, Boyacá y Cundinamarca; los demás se agruparon en pequeñas tribus en los territorios que hoy ocupan los municipios de San Calixto, Hacarí, Convención y La Playa de Belén. 2/

Datos tomados de la Notaría Única del Circuito de Ocaña (Protocolo de 1575), indican que en los albores de la colonización del territorio de la actual provincia de Ocaña, el capitán Fernández de Contreras, en su condición de Teniente Gobernador, y de Presidente del Muy Ilustre Cabildo Justicia y Regimiento procedió, de acuerdo con la Corporación, al repartimiento de tierras y nombramiento de los encomenderos que debían dedicarse a la catequización y civilización de los indígenas, cuya delicada misión correspondió a los más notables conquistadores y primeros pobladores, entre ellos el escribano público, Gómez Álvarez de Aguilera, a quien correspondió Lucutama. 3/

Años más tarde, Gómez Álvarez de Aguilera, a quien se atribuye, también, la españolización de la aldea de Aspasica, aparece frente a las encomiendas de Borra y Lucutama, que obedecían a Tomasillo, cacique de esas parcialidades.

En 1849 se creó la Provincia de Ocaña, con distritos parroquiales, que posteriormente fueron elevados a municipios, entre ellos La Palma. La Ley del 13 de mayo de 1857 creó el Estado Federal de Santander con las provincias de Pamplona y Socorro, y a éstas se agregaron los distritos parroquiales de la región, separados de la Provincia de Mompox por medio de la Ley del 15 de junio de 1857. La división territorial persistió hasta 1885. En 1886, la nueva Constitución cambió el régimen federal y Santander se convirtió en departamento. Finalmente, la ley 25 del 14 de julio de 1910 creó el Departamento Norte de Santander, con los municipios repartidos en tres provincias: Cúcuta, Ocaña y Pamplona. Hacarí se convirtió por esta ley en municipio. La Palma fue corregimiento de Aspasica en 1906 (21 de junio). Gaceta de Santander No. 3817 del 1o de diciembre de 1906.

La Palma, como Aspasica y La Playa de Belén, -dicen Miguel Marciales y otros, en la Geografía Histórica de Norte de Santander- surge por un movimiento de redistribución de antiguas encomiendas, que adquirieron la categoría de aldeas, con párroco y migración de blancos; llegaron por la vía de Ocaña.

La colonización y pacificación de la región de Hacarí se inició en el año de 1794; así se corrobora en documentos conservados en el Archivo General de la Nación y en el Archivo Histórico Eclesiástico de la Antigua Provincia de Santa Marta.

Fray Juan Léon Vila tuvo a su cargo la "servidumbre del curato de nueva reducción de yndios motilones de el pueblo de La Palma", 4/ con una asignación conocida como oblata, que ascendía a la suma de cincuenta pesos anuales, suma que no tenía como destino comer y vestir sino atender las provisiones de vino y cera para el santo sacrificio de la misa. 5/ Se asimilaba el servicio de fray Juan León Vila al que prestaban los misioneros de Río Hacha.

En el año de 1798 se presentó un pequeño pleito en Ocaña por el "signado" correspondiente a la misión de Vila, para la reducción de los "yndios bárbaros motilones", por aparente corrupción de los encargados de la hacienda pública, que obligó al misionero agustino a demandar la reparación ante la autoridad competente.

En la misma época, el capitán Isidro Garay reclamaba la suma de 400 ó 500 pesos para la provisión de herramientas a los recién conquistados motilones en las montañas de La Palma. Pacificador y misionero acudían juntos a la autoridad y se auxiliaban como podían; seguramente, por esta circunstancia sus quejas se ventilaron en el mismo proceso.

Los gastos relacionados por Garay fueron ratificados en una declaración firmada por el sacerdote y enviada a la autoridad competente: "Yo fr. Juan León Vila del orden de nro padre Sn Agustín y Cura Misionero Reductor y Pacificador de la Nación de Yndios motilones en esta nueva fundación del pueblo de Nra. Sra. del Rosario de Chiquinquirá de la Palma, jurisdicción de la ciudad de Ocaña, provincia de Santa Marta, por merced del Exmo. Señor Virrey del Reyno: Certifico que el Capitán Isidro Garay encargado de esta pacificación está trabajando en ella con todo exmero, amor y voluntad, a costa de muchas fatigas personales, y gasto de muchos pesos de su peculio, tanto en las entradas de la montaña en solicitud de yndios, como en asistir y veneficiar a noventa y dos yndios que son los que havitan en este dho pueblo cuio número se
completó en el pasado mes de agosto de este año, en la entrada que por el mes de junio se hizo a su costa y por ser todo el dho sierto, notorio y constante doy la presente a pedimento verval del nombrado capitán Isidro Garay a treinta días del mes de septiembre del año de mil setecientos noventa y nueve. Fray Juan León Vila"
. 6/

Los servidores oficiales de Ocaña, en el informe al Virrey, aseguraban que los 400 ó 500 pesos, solicitados para la provisión de herramientas a los indios motilones recién capturados, eran excesivos por el corto número de trabajadores, pues serían suficientes cincuenta pesos, de tal manera que los auxilios estuvieran en la misma proporción de sus necesidades, para que "sin tanto gravamen de la Real Hazienda se logre su entera conversión, siendo de extrañar que el pacificador Isidro Garay quiera hacerla mas costosa al cavo de cinco años que lo estuvo de sus principios. Para la construcción de Yglesia y su desente ornato se contribuyó a Garay lo necesario que consta del expediente y para la carne se le ha suministrado según sus cuentas con arreglo a las ordenes expedidas por esa superioridad". 7/

El pacificador tenía, entonces, el apoyo del cura misionero y se quejaba, como él, de la falta de ayuda para atender a los indios. En una comunicación fechada el 24 de septiembre de 1799, en La Palma, Garay narra de esta manera sus padecimientos al Virrey:

Exmo señor motibado el no aber tenido persona avil en al actualidad para darle rason a V. Exa. de mi padecer me e valido noticia con mis torpes palabras pidiendole perdon en lo que errare y postrado a los pies de V. Exa. digo que desde el año proximo pasado tengo echa mi presentación ante Exmo. y Señor pidiendo para el abrigo de estos infieles que tengo a mi cargo y el título de la posision que les a dado nuestro monarca y hasta la fecha no he tenido rason mas que los autos se allaban en el poder del señor fiscal y hasta el aber querido mi suerte que el apoderado que tenia en esa ciudad de San Fe se lo llevo Dios y me allo sin tener alla quien aga por mi y en este modo me allo yo padeciendo y estos miserable como me a acontecido anteriormente pues aunque los antecesores de vuestra Exa. an mandado que se les de socorro a estos pobres infieles an acostumbrado estos recomendados el dar quanto les parese y lo que les da la gana y asi desta suerte los an acostumbrado no se si les an dado la orden o es por aserme a mi padecer el señor fiscal que es el recomendado y por esa causa yo gastandolo para el alimento de los indios pues en catorse años que ase que los tengo e consumido todo mi trabajo que no lo e ehco con ocho mil pesos y llo con gran gusto el aber gastado mi trabajo en la obra y lo isiera asta el ultimo dia de mi vida si me allara con posibles como los tenia pero me allo mui quebrantado y sin guersas para seguir de pies firmes por que lo que tenia era de palma y de bareque y por esta causa se me ase presiso el darle notisia el Exmo. Señor para que determine lo que allare por conveniente para el alimento destos infieles que es una lastima que estando ya tan dosiles y mui inclinados a las cosas de Dios y aplicados a la doctrina y a la misa que por sus necesidades puedan tomar a sus posisiones antiguas anhelosos de que alli no caresian de carne silvestre y pescado porque lo tienen demas que ami me costa y quisiera que el Exmo. Señor supiera mi padeser y el destos miserables, pues siendo el no tener palabras para el pder explicarme para darle mis quexas, con el despresio que me mira el señor oficial Rl, ansi como a los indios, pues entro de mas de un año no se me a dado mas que tres reses, ocho arrobas de sal y quarenta y sinco baras de lienso para el numero de indios que ai en este poblado. Y quedo con la esperansa que a de mirar como piadoso que es por estos miserables, y a Dios pido mantenga la importante del Exmo. Señor por mas para abrigo de pobres, su umilde basallo que sus plantas besa. Isidro Garay. 8/

El 27 de septiembre de 1799, don Pedro Mendinueta y Musquis, Caballero de la Orden de Santiago, Gran Cruz de la Real y distinguida de Carlos Tercero, Teniente General de los Reales Ejércitos, Virrey Gobernador y Capitán General del Nuevo Reino de Granada y Provincias adyacentes, y la Junta de la Real Hacienda, visto el expediente seguido a instancia del Corregidor de Naturales de Ocaña, Don Joaquín José Rizo, donde se acredita la reducción de 77 indios de la nación motilona, que se hallaban "en el pueblo nuevamente fundado con el nombre de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de La Palma", decidieron a favor de Garay una suma que no excediera "de los cuatrocientos o quinientos pesos" solicitados para el reparto de las herramientas a los naturales. Igualmente, se autorizó la oblata de cincuenta pesos requerida por Fray Juan León Vila". 9/

Don Isidro Garay murió el 3 de octubre de 1803 10/ en medio de la consternación de la familia ocañera, después de haber cumplido una infatigable tarea para lograr la conquista de los indios motilones. Hombre de pelo en pecho y sangre en el ojo -según las palabras de don Alejo Amaya en su notable obra Los genitores-, cuyas hazañas tuvieron resonancia en toda la comarca.

Fray Juan León Vila otorgó testamento ente el escribano público de Ocaña, el 25 de marzo de 1825. José Ignacio Pérez, un esclavo suyo, como recompensa por los servicios prestados a la patria, recibió su libertad en una de las cláusulas del mencionado documento. Los últimos meses del anciano misionero -dice don Justiniano Páez- transcurrieron en una caverna de los estribos de Mesa Rica, donde recibía los auxilios espirituales y materiales del cura de La Cruz; cuando éstos le faltaban se alimentaba de frutas y raíces. 11/ Los archivos eclesiásticos indican que los servicios espirituales del sacerdote agustino terminaron en La Palma el 12 de enero de 1825.

En una monografía de Hacarí, publicada por don Pedro María Fuentes, en el Boletín Fiscal de Norte de Santander, de diciembre de 1944, se dice que existe un camino subterráneo que cruza la mesa de un extremo a otro, desde la vereda de Locutama hasta El Cincho, donde hay una cueva con esqueletos de indios.

Mi padre, don Luis Jesús Pérez Amaya, quien se desempeñó como alcalde en 1955, debió improvisar una comisión oficial para efectuar el reconocimiento de unos cadáveres encontrados por unos campesinos que buscaban unas cabras extraviadas. Los restos humanos fueron hallados empotrados en el borde de la meseta; pero no se trataba de personas fallecidas recientemente sino de esqueletos de indios depositados en urnas de piedra. En el mismo lugar permanecieron pero, seguramente, fueron depredados por buscadores de tesoros.

Fray León Vila entregó su alma al Creador en una caverna conocida posteriormente con el nombre de Cueva del Ermitaño. Dice la tradición -según el señor Fuentes- que "del esquelético pecho del ermitaño nació un helecho eternamente fresco y verde, cuyas ramas para la gente del campo tenían propiedades y virtudes milagrosas".

Las cuevas de Mesa Rica, antes de la penetración de fuerzas insurgentes, fueron lugar de destino turístico, pues se decía que sobre una inmensa roca estaban estampadas las huellas de un pie de niño y un casco de bovino, que llamaban poderosamente la atención de los visitantes. Los estudiantes de los establecimientos educativos de la provincia de Ocaña, hacían excursiones e instalaban sus campamentos frente a las profundas cavernas, decoradas con estalactitas y estalagmitas rutilantes, y regresaban a sus lugares de origen con muestras preciosas del fenómeno natural.

HACARÍ AÑO 1850

En este año, contratado por el Gobierno Nacional, pasó por la región don Manuel Ancízar, autor de la obra Peregrinación de Alpha. Dice haber encontrado un "pueblo con 18 ranchos y una iglesia miserabilísima… El cura es un anciano inválido y achacoso que ni puede ya servir la parroquia, ni ésta le da medios para tomar ayudante. Cerca de 1.400 feligreses le están confiados, viviendo a largas distancias en país montañoso, y de hecho privados de los consejos y auxilios morales que solo un párroco activo podría suministrarles. Quisiera el cura retirarse del puesto, pero la suma pobreza se lo impide, y la horrible miseria le amenaza en sus postreros días, pues carece del peculio radicado que llaman congrua sustentación".

Se refiere Ancízar al cura Francisco Fermín Claro, quien se hallaba en precario estado de salud, afectado por una grave sordera y físicamente postrado por una "hernia o quebradura", achaques que le impedían el cumplimiento de sus destinos espirituales, pues no oía a sus interlocutores de la aldea, ni podía cabalgar para asistir a los enfermos de las zonas montañosas. El alcalde, el juez parroquial, el tesorero y el Cabildo, en sesión extraordinaria, decidieron solicitar un coadjutor al Obispo de Santa Marta, pero el cura Fermín se defendió: argumentó en su defensa que no iba al campo porque los caminos estaban intransitables y que sus feligreses debían hablar recio. Cargos y descargos pueden leerse en el capítulo destinado al Epistolario Eclesiástico.

Erección de la parroquia

En el informe rendido a la Diócesis de Santa Marta, el 10 de agosto de 1884, el párroco dijo no haber encontrado constancia de erección de la parroquia. Consultó a los fieles más antiguos y tampoco tenían memoria del mes y año de la creación eclesiástica. Pero citó una información de notable proyección histórica, que le dio al Obispo los fundamentos para tomar la siguiente decisión: "Solo consta en el archivo que el señor Isidro Garay fue el primero que dio principio á la conquista de los Indios y que el año de mil setecientos noventa y cuatro el día 3 de junio tomó posesión de la mencionada parroquia de La Palma el cura misionero Presbítero Fray Juan Leon Vila y la adoctrinó hasta el 12 de enero de mil ochocientos veinte y cinco; que el Presbítero José Jesús Quintero entró á servir la citada parroquia el cuatro de marzo del mencionado año, que el Presbítero Francisco Fermín Claro reemplazó al anterior cura el día dos de Noviembre de mil ochocientos veinte y ocho y la administró hasta el año de mil ochocientos cincuenta y siete en que fue nombrado cura interino el Presbítero Quintero que actualmente la desempeña. Y no existiendo ningún documento que contradiga lo que se relaciona venimos en declarar, como al efecto declaramos erigida la parroquia de La Palma el día tres de junio del año del Señor de mil setecientos noventa y cuatro...". 12/

El informe de erección fue leído en la misa parroquial del primer domingo, después de su recibo y se compulsó copia para el libro de Providencias, y de no haberlo, para el libro corriente donde se asientan las partidas de bautismos. El 8 de noviembre de 1884 fue expedida la orden del obispo José Romero, quien delegó el mandato en su secretario, presbítero May Manjarrez.

La Ordenanza No. 29 de 1930, cambió el nombre de La Palma por el de Hacarí, para perpetuar las tradiciones de los primeros pobladores de Ocaña.

ORDENANZA 29
(Abril 14 de 1930)

Por la cual se sustituye el nombre del Municipio de La Palma
por el de Hacarí.

La Asamblea Departamental del Norte de Santander,
en uso de sus facultades legales y

CONSIDERANDO:

1º. Que la Ley 5ª. de 1920 ordena el cambio de nombre de los Municipios homónimos de la República;

2º. Que el nombre del Municipio de La Palma lo llevan otros Municipios del país fundados con anterioridad;

3º. Que al hacerse esos cambios deben buscarse nombres autóctonos de nuestros pueblos, que consagren alguna bella tradición o un grato recuerdo; y

4º. Que el nombre indígena de Hacarí envuelve una tradición bellísima y hace recuerdo de los primeros moradores de Ocaña, capital de la Provincia a que pertenece dicho Municipio,

ORDENA:

Artículo 1º. Desde la sanción de la presente Ordenanza el Municipio de La Palma se denominará Hacarí, en memoria de los primeros moradores de Ocaña.

Artículo 2º. Debidamente enmarcada una copia de la presente Ordenanza será fijada en los salones del Concejo de dicho Municipio.

Artículo 3º. Lo dispuesto en esta Ordenanza será comunicado para los efectos legales, al Excmo. Señor Presidente de la República, a los Ministros del Despacho Ejecutivo, a los Gobernadores de los Departamentos y a la Dirección Nacional del Censo.

Expedida en San José de Cúcuta, a once de abril de mil novecientos treinta. El Presidente, Luis Eduardo Romero. El Secretario, A. Angulo C. 13/

En su visita a Hacarí, en 1944, el señor Fuentes encontró cuatro calles de norte a sur y tres de oriente a occidente. Estaban empedradas y los frentes de los edificios, embaldosados. La cabecera municipal tenía ciento cuarenta viviendas públicas y privadas y se contaban más de un millar en los caseríos y fracciones rurales. No existía alumbrado eléctrico, ni acueducto, ni hospital, ni establecimientos de farmacia, ni puesto alguno de socorro; tampoco tenían servicios médicos. Y, algo bien curioso, no existían lugares de diversión en el municipio.

PERSONAS MERITORIAS. Entre las personas sobresalientes, la mencionada monografía consideró a las siguientes: Isidro Garay, José Portillo, Diego Portillo, Rafael Cuellar, Basilio Cuellar, Miguel Ramírez, Sandalio Pallares, Jesús Álvarez, Agapito Pérez, Eusebio Galván y Juan Molina Luna, quienes han contribuido en mucho al progreso de la población y al desarrollo agrícola de las vastas regiones hacaritanas. También es nativo de Hacarí el sacerdote doctor Alejandrino Pérez Amaya, levita de relevantes méritos pomo impulsador del progreso y dado a los estudios históricos y arqueológicos.

En el año 2009, entre las personas consideradas dignas de reconocimiento por sus servicios al municipio, nos sugirieron las siguientes: Raúl Giovanni Ortiz Parada (Alcalde), Diowilmar Carrascal Peñaranda, Wilder Torres Parada, Hernando Torres Jaimes, Alonso Avendaño, Ramón David Amaya Carrascal, Yony Alfonso Páez Ramírez, Aníbal López Bautista, Clodomiro Torres, Agapito Alvernia Pedraza, Odmar Francisco Arenas Durán, Ludy Carrascal, Ovidio Castilla Guerrero, Henry Said Galván Ballesteros, Benicio Guerrero, Jesús Manuel Ortega, Edil Parada Vergel, Cristo Quintero Herrera, Dulfelinda Torres, Jhon Geiner Trigos, Gervasio Téllez, Ángela Velásquez de Castilla.

MONSEÑOR ALEJANDRINO PÉREZ AMAYA

Oriundo de Hacarí, hijo de don Luis José Pérez Sánchez y doña Valentina Amaya Ortega; sus años de infancia transcurrieron en La Playa de Belén.

En el seminario de Ocaña, siguió los pasos de su vocación sacerdotal. Fue párroco en La Playa de Belén, El Carmen, Pivijay, Aguachica, Convención, Teorama, González, Río de Oro y Santa Marta. Construyó cinco templos con sus casas curales y publicó tres semanarios eclesiásticos. En Santa Marta, mientras fue párroco de la Catedral, circularon semanalmente tres mil ejemplares de La Basílica, periódico fundado y dirigido por él. Publicó dos libros de poemas y alocuciones sagradas. Era evidente el profundo carácter religioso de su poesía.

En la Diócesis de Ocaña, fue Delegado Episcopal para Causas de Partidas y Documentos, Canciller de la Diócesis, Rector del histórico templo del Dulce Nombre, Director del programa radial de la Legión de María y Prelado de Honor del Papa Juan Pablo II. Fue uno de los mejores oradores sagrados de la Diócesis.

A su misión de apóstol, le agregó, desde muy temprana edad, su afición por la música. Interpretaba la flauta, el oboe y el armonio.Monseñor Alejandrino fue austero en sus costumbres; discreto y algunos opinan que de ceño adusto, pero quienes lo conocimos bien sabíamos que detrás de su talante severo vibraba un ser cálido, un sacerdote ejemplar, un hombre con signo cristiano.

En la madrugada del 1 de julio de 2002, a la edad de 92 años, falleció. Cincuenta sacerdotes, encabezados por Monseñor Lozano Zafra, Obispo de la Diócesis, y numerosos familiares y amigos lo acompañaron hasta su última morada del Cementerio Central de Ocaña.

LUIS JESÚS PÉREZ AMAYA

Nació en la vereda de Locutama o Lucutama, el 9 de noviembre de 1911, en el hogar formado por don Luis José Pérez Sánchez y doña Valentina Amaya Ortega; fueron sus hermanos, Plácida, Alejandrino, Leopoldina y Emelina.

En 1937, contrajo matrimonio en La Playa de Belén con Silvia María Arévalo Claro.

Don Luis Jesús fue Alcalde de los municipios de Convención, Hacarí y La Playa de Belén; Juez Promiscuo Municipal de La Playa de Belén, San Calixto, Bucarasica y Hacarí; Registrador Municipal del Estado Civil de San Calixto y Hacarí; Jefe de la Sección de Justicia de la Alcaldía de Ocaña.

Ejerció el periodismo, a través de periódicos de pocas ediciones, de los cuales fue director o codirector, como Pluma Azul, Bibraciones y El Vivac.

Escribía con facilidad y gustaba de la lectura de obras relacionadas con la historia, la política y la religión. Dejó unas memorias sobre su paso por la actividad partidista.

Con los conocimientos jurídicos, adquiridos durante su paso por los cargos oficiales, decidió retirarse de la función pública y acomodó una pequeña oficina en su propia residencia, donde sirvió hasta los últimos días de su existencia a pequeños comerciantes y a campesinos en apuros, que solicitaban su asesoría. De esta manera derivó el sustento para su familia.

El 11 de mayo de 1995, vencido por una grave enfermedad, entregó su alma al Creador, en la ciudad de Ocaña.

Fuentes:

1/ Páez Courvel, Luis Eduardo, La Encomiendas de Pamplona, revista Hacaritama No. 100, mayo de 1943.

2/ Marciales, Miguel y otros. Geografía Histórica y Económica del Norte de Santander, página 161. Editorial Santafé, Bogotá 1948.

3/ Amaya, Alejo. Los Genitores, Biblioteca de Autores Ocañeros, página 55. Imprenta Patriótica, 1970. Bogotá.

4/ Folio 679r, Tomo I Resguardo de Cundinamarca. Archivo General de la Nación.

5/ Folios 681v y 682r ibídem.

6/ Folio 689r ibídem.

7/ Folios 685r y 685v ibídem.

8/ Folios 690r y 690v ibídem.

9/ Folios 692r, 692v, 693r y 693v ibídem.

10/ Melédez Sánchez, Jorge. Ocaña Colonial, pag 66. Editor ECOE, Bogotá, 1984.

11/ Páez, Justiniano. Noticias Históricas de la ciudad y Provincia de Ocaña. Desde 1810 hasta la guerra de los tres años, página 136. Biblioteca de Autores Ocañeros. 1972.

12/ Folio 141, tomo 15, Archivo Histórico Eclesiástico de la Diócesis de Santa Marta.

13/ Ordenanzas expedidas por la Asamblea Departamental del Norte de Santander en sus sesiones de 1930. Página 65. Imprenta del Departamento.

- Fuentes, Pedro María. Monografía del municipio de Hacarí. Boletín de la Contraloría General del Departamento. Año II No. 14. Cúcuta, diciembre de 1944.

- USAID Programa Cimientos. Línea de base. Informe. Cortesía del Secretario de Planeación de Hacarí, ingeniero Sabier Mejía Rizo.

- Fotografía: Cortesía del señor Darwin Emiro Bayona Alvernia.

 
 
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