TIEMPOS FUGACES

Por Daniel Quintero Trujillo


 
 

Cuando el empleado oficial estaba en su oficina preparando sus labores cotidianas, llegó el cartero para hacerle entrega de una Nota de Jefatura, al leerla se enteró de estar cumpliendo cuarenta años de servicios y se había programado una ceremonia especial, para condecorarlo; pero No era más que un campanazo… que lo despierta de esa simbiosis laboral donde el trabajo, la institución y su personalidad se habían fundido en un solo ser y con ello le recordaban que había llegado la hora exacta del retiro.

De inmediato se preguntó para sí ¿Cómo había pasado tanto tiempo? ¡Pareciera que aún fuera ese ayer! Recordó con nostalgia el día que siendo solo un joven de 22 años al entregar su dossier académico para recibir el pasaporte que lo identificaba como un erudito funcionario, se observó con los cabellos color carbón, su figura casi imberbe, de piel liza como la corteza de una fruta.

Durante el cumplimiento de sus funciones siempre se le observó como un ejecutivo, de camisa blanca, vestido oscuro y corbata a la moda; solo se le veía entrar a la oficina y luego dirigirse a su hogar. Las vacaciones eran momentos fugaces, que aprovechaba para descansar, reír, jugar y soñar en compañía de su señora y sus hijas.

La vida transcurría como el vaivén de las hojas de bambú, que sienten pasar el viento y luego siguen enterradas en el mismo lugar, dejando huellas de cumplimiento de la misión.

El día señalado para la ceremonia, volvió a dar gracias al Creador del Universo por haberle permitido llegar con vida al final de su trabajo, ahora con los cabellos blancos y su figura desgastada; allí le pusieron en la solapa de su saco un escudo de oro, con la figura de un águila bicéfala, simbolizando el pasado, el futuro y la posibilidad de seguir volando con libertad, realizando las actividades personales aplazadas por estar ocupado en su intensa labor.

Ahora el empleado oficial se dedica a la administración de la mejor empresa que es su propia vida y atiende sin afanes la familia, colabora en el desarrollo de la comunidad; con sus escritos hace reflexionar para buscar alternativas de solución a los problemas psicosociales.

@danielquinterot

Bucaramanga, octubre 7 de 2013.