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En
el barrio está un señor con los ojos cerrados, parece dormir. Está
sentado en un viejo asiento de madera con cuero templado, sus pies descansan en
los travesaños que sirven de estribo: ¿Qué estará
soñando? Es don Teodoro: Que en su lugar de reflexión y recostado
a la pared imagina cómo educar a sus hijos, además, si los jornaleros
realizarían o no las faenas del campo. Lo interrumpe un vecino que le manifiesta
su preocupación por un negocio, lo escucha y le dice: Amigo, cada
cabeza es un mundo y Usted decide. Él, acepta su comentario y aplaza
la venta, porque considera que lo analizado es sabio.
Por eso, Chuma en su taller de carpintería manifiesta su afán, porque en el Llano del Tabacal los nuevos ricos, vienen cambiando el taburete por acolchadas poltronas y muebles Luis XV, sin embargo, afirma que seguirá elaborándolos, porque son ideales para descansar y soñar con la Paz. Ya, don Teodoro terminó su sueño, el asiento queda para el Maestro de Escuela, que descansará cuando termine su cuento en la Enseñanza Rural. @daniquinterot Bucaramanga, julio 25 de 2013 | |||||||
Apreciado
Guido: Me
permito remitirle este cuento de sabor psico-social como una colaboración
a la página www.laplayadebelen.org/, que me ha encantado por su dinámico
diseño, contenido cultural y excelentes escritores, ella es un ejemplo
para los municipios colombianos que deben trascender más allá de
su municipalidad. Con respeto y admiración, su amigo Convencionista, Daniel
Quintero Trujillo | |||||||
18 de septiembre de 2013. | |||||||