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Cuenta la leyenda que el Niño Dios quiso que los habitantes de una Aldea, construyeran un pesebre excepcional, como símbolo de la Magnificencia del Padre Eterno. Para ello, solicitaron a un Maestro, cuyo nombre era semejante al del Papa Sudamericano, con dotes extraordinarias de artista y pensamiento divergente, acompañado de sus ángeles custodios. Cuando el sacerdote ingreso al templo a celebrar la santa Eucaristía se encontró con la blancura del ambiente... ¡No era el color de la nieve, sino el Concepto de la perfección! donde La Paz, el amor, la pureza y la inocencia surgían como el mensaje del nacimiento de Jesús, para construir un mundo sin pecado donde los habitantes pudieran convivir en las diferencias y donde sobrarán las leyes para ser felices. Quienes escuchaban el relato, querían saber el nombre de la Aldea, pero un niño comentó que la Blanca Navidad solo existía en el pueblo más pacífico del Universo, caracterizado por tener una Iglesia construida en piedra, como símbolo de la fortaleza de la Fe cristiana, en cuyo interior albergaba un pesebre sin colores, que invitaba a los niños a colorearlo con sus sueños, de inmediato los turistas en rutaron su destino navideño hasta encontrar en un hermoso valle: La población de Firavitoba. Observaron en lo alto de una montaña La Santísima Trinidad Con sus manos impolutas de la creación, entregando al Mundo ¡Un Niño inocente y puro con la misión de redimir la humanidad! En ese pesebre corrían ríos de leche, para alimentar a los infantes; sus calles estaban pavimentadas como si fueran de algodón, para que los caminantes sintieran la suavidad en el largo recorrido de la vida. El pueblo estaba ubicado como el centro del universo, con techos de icopor, iluminado con luz Led, irradiando paz para las naciones, que en el pasado fueron epicentro de conflictos religiosos y socio políticos. Cuando los visitantes en el silencio del santuario, con sus mentes de críticos artistas contemplaban el escenario ¡Un coro de ángeles acompañaba a la sagrada familia de Belén! Cantando el villancico: Blanca Navidad: ¡Sos el símbolo de la Paz, Que el mundo sueña! Como regalo del más puro amor Para qué los niños y los jóvenes Construyan un universo de sueños con las manos limpias.
Los que vieron creyeron, para que: Como profetas dieran testimonio al prójimo, que la Navidad Blanca era el Regalo del Niño Dios, como señal de un nuevo amanecer para la geografía Universal, porque la fuerza de la oración, hizo que el imperio del Norte extendiera la mano de amor y respeto a la isla de Cuba, aislada del desarrollo por medio siglo. Danielquintero47@gmail.com Firavitoba, diciembre 17 del 2014. | |||||||
19 de diciembre de 2014. | |||||||