DESDE EL BALCÓN
PRIMER VOLUMEN DE LA BIBLIOTECA DE AUTORES CONVENCIONISTAS
   
 

PRESENTACIÓN

Con este título que hoy pongo a disposición de los lectores doy comienzo a la serie que he denominado Biblioteca de Autores Convencionistas. Es un proyecto que maduré durante largo tiempo y hoy es una realidad. La Biblioteca consta, ínicialmente, de diez títulos, con los cuales, pienso, lleno un vacío que nada bien le hace a Convención.

La histona de Convención, y de cualquiera otra ciudad, hay que entenderla desde varios puntos de vista. Además de lo que hoy conocemos sobre su fundación y devenir histórico, hemos ignorado, o mejor, no hemos atendido su desarrollo arquitectónico. Su vieja arquitectura sevillana se derrumba y sus viejas casonas son refaccionadas sin ningún plan trazado oficialmente. Nadie cuida la armonía arquitectónica que debe existir en el entorno de determinado lugar, como en el parque principal, donde se han construido una serie de inmuebles que riñen con lo original del sector.

No hemos dejado constancia de la memoria visual de nuestra ciudad nutnda. Tengo la plena seguridad que muchas familias convencionistas conservan fotografías históricas que bien podrían ser ordenadas y publicadas. ¿Acaso no sería interesante hacer el parangón entre el viejo parque principal y el actual, o entre sus calles empedradas y las pavimentadas? Un libro con ese objetivo sería un gran aporte a la historia de Convención.

Otro aspecto de la historia, en su manifestación local, regional o nacional, es la tradición oral. Y muchas de las personas poseedoras de este tesoro empiezan a traspasar la línea del horizonte ante la mirada indiferente de quienes pueden recoger ese material. Sólo un grupo de docentes convencionistas, con el fín de elaborar sus tesis de grado para optar al título de especialistas en su ramo, hicieron este trabajo en 1999, en determinados temas. Pero aún falta un proyecto ambicioso que abarque un programa integral.

Los viejos archivos eclesiásticos, de la Notaría, el Concejo municipal e instituciones educativas, entre otros, esperan que personas acuciosas desentrañen sus secretos, antes de que desaparezcan o ciertos animalitos domésticos horaden sus folios. Allí, en esos archivos aún vírgenes, hallará el historiador decidido gran parte de la historia municipal, aún desconocida. No olvidemos que los archivos oficiales de los primeros cincuenta años de vida político-administrativa de Convención, partiendo desde su fundación en 1829, fueron destruidos en algunas de las guerras civiles que padeció Colombia en el siglo XIX, principalmente la de 1876.

Espero, amable lector, contar con tu apoyo en la divulgación de nuestra historia y facilitar, cuando fuere preciso, el material que poseas y fuere pertinente para nuestro propósito. Ese el es fin de la Biblioteca de Autores Convencionistas.

Olger García Velásquez

 
   
   
 

PRÓLOGO
Por Jorge Meléndez Sánchez

Esta antología de escritos de una columna, publicada en el diario La Opinión de Cúcuta, es la carta de presentación de Olger García Velásquez en el cada vez más estrecho mundo de los escritores. Se trata del testimonio dejado por el trabajo intelectual en los años recientes (2002-2005) de un profesional del Derecho que incursiona en la literatura, en la política y en lo que considera llamativo de la vida cotidiana. Las características de los escritos están al alcance de los lectores.

Olger es nativo de Convención, de un tronco familiar exitoso en las actividades económicas y afianzado, allí, por la red genealógica, entre la cual me encuentro. La experiencia de su padre en los negocios le contagió y, además, siguió un camino paralelo al cultivar los estudios literarios para darle perfil definitivo a su personalidad. En su formación le bastó la ejemplar cobertura de las normas, adquiridas en la Facultad, y de ahí en adelante, se fue por la libre, al estilo cubano, para encontrarse con las humanidades y la política.

Esta formación educativa recibió la influencia de la tradición cultural barranquillera, la cual, sirve de observatorio para toda la Costa y para todo el país, a la par que contiene un acervo de cultura universal, producido por las influencias propias de la comunicación marítima, tan importante en la formación de la ciudad. Desde su pueblo natal hasta la Costa, las costumbres son, en términos generales, compartidas, y de ello se deriva el entusiasmo por la asimilación de lo que ofrecieron las aulas universitarias. Ello, explica, también, la dedicación a la literatura, y su forma de expresarla en la cotidianidad, al lado de la tediosa revisión de códigos y de pleitos.

El titulo Desde el balcón podría parecer anacrónico si lo pensamos espontáneo y muy asociado a la antigua arquitectura de nuestros pueblos. Otra cosa piensa el autor y es conveniente la aclaración. La razón del título se encuentra en el homenaje a la identidad familiar y, en especial, a la figura destacada de don José Antonio Velásquez, quien desde temprana edad se propuso lograr la acumulación indispensable para convertirse en empresario agrícola y ganadero, coronando el propósito y transformándose, luego, en comerciante del barrio El Camellón, en la residencia urbana, cuyo abastecimiento dependía de la productividad de sus fincas cafeteras del corregimiento de Los Balcones, en las agrestes montañas de la vertiente del Catatumbo. Así, el título. Desde el balcón, remite a lo familiar y nos deja pensando si el abuelo José Antonio, entre sus propósitos y entre sus ilusiones, llegaría a imaginar que uno de sus descendientes asomaríaen el mundo de las letras y repensara lo importante que fue el mundo de Los Balcones, para el éxito empresarial y para el servicio social a una comunidad ampliada, al municipio y al departamento.

El complemento de la formación lo ofrece la vocación política. Entre sus propios hermanos fue Ramiro quien salió primero a incursionar por los estímulos de la Alcaldía Popular de Convención, con resultados de espanto, pues, sin cumplir dos meses de ejercicio, Ramiro Antonio fue sacrificado en unión de su inseparable Magola, su novia, para conmoción de todos los habitantes y para destacar las condiciones difíciles de la construcción democrática en un país vapuleado por los violentos, sin la suficiente respuesta de las instituciones públicas. Fue el primer Alcalde popular en ejercicio sacrificado en Colombia. De esta lección trágica la familia optó por buscar, definitivamente, en el cambio residencial, un alivio a la pérdida irreparable y una esperanza de mejores condiciones de vida.

La actividad política personal de Olger, encontró su camino al lado del desaparecido dirigente liberal Edgar Rochel Marín. De por sí, su talante no es el de agitador de masas de otros tiempos sino el decidido colaborador en equipo, por lo cual, Edgar lo tuvo, siempre, cercano y hasta compartió la oficina profesional y política. La modestia en sus intervenciones se contrarresta con la disponibilidad de participación y con el ofrecimiento de sus orientaciones.

OlgerGarcía se estableció en Cúcuta para colaborar con la asesoría legal de su padre y para dedicarse al campo de sus inquietudes intelectuales. De vez en cuando regresa a Barranquilla en plan vacacional y realiza el reencuentro con el modelo educativo que le sirvió de punto de partida. La continuidad en la columna del diario cucuteño, le afianza en sus inquietudes y le abre paso en su expresión literaria

Los temas escogidos para analizar o para difundir o, simplemente, para recrear, los extrae de sus lecturas, de sus vivencias cívicas y de sus posturas ideológicas. Con estos temas establece la comunicación imperiosa con los posibles lectores quines se convierten, de gecho, en sus interlocutores válidos. La libertad al escribir se completa con la libertad al leer.

Las columnas periodísticas son una forma del compromiso político y por ello se transforman en documentos para la historia. Lo realizado, en un momento dado, sirve de inventario y acicate para continuar en los propósitos. Lo que hoy presenta Olger es, precisamente, su apuesta en el imperativo de la vocación de servicio a través de la escritura.

Jorge Meléndez Sánchez Bogotá, 30 de noviembre de 2005.

 
   
   
 
DESDE EL BALCÓN, PRIMER VOLUMEN DE LA BIBLIOTECA
DE AUTORES CONVENCIONISTAS

Para quienes hemos seguido de cerca el desarrollo de la cultura nortesantandereana de los últimos decenios, la aparición del primer volumen de esta serie marca un hito en la historia de las letras de la región de Ocaña. Desde el balcón, publicada recientemente en Cúcuta, recoge las columnas escritas en el diario La Opinión, de Cúcuta, entre 2002 y 2005, por OLGER GARCÍA VELÁSQUEZ, abarcando como es usual en este certero y crítico periodista, diversas temáticas departamentales, nacionales y relativas a la región de Ocaña.

Olger García Velásquez es oriundo de Convención, nacido en 1959 en el hogar de don José Enrique García y doña Aminta Velásquez de García; abogado de la Universidad Libre de Barranquilla, miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Norte de Santander y electo correspondiente de la de Ocaña. Olger García Velásquez hizo estudios de primaria y de bachillerato en su tierra natal, doctorándose como abogado en la Universidad Libre de Barranquilla; posteriormente, se especializó en Derecho Penal y Criminología en la Universidad Libre de Cúcuta. En 2003 comenzó a escribir semanalmente en el prestigioso diario La Opinión, de la capital nortesantandereana, tribuna desde la cual nos ha venido entregando cada martes sus oportunos juicios críticos, reseñas de publicaciones, análisis políticos, sociales y económicos sobre aspectos de interés público que afectan la vida del departamento y el país. Allí, en esas columnas, recogidas ahora en su primera obra, llama a la reflexión, controvierte e indaga desde la óptica de un bien entendido periodismo contemporáneo.

El historiador Jorge Meléndez Sánchez, quien prologa el libro, después de realizar un juicioso recorrido por la vida de Olger García Velásquez, concluye: "Las columnas periodísticas son una forma del compromiso político y por ello se transforman en documento para la historia… Lo que hoy presenta Olger es, precisamente, su apuesta en el imperativo de la vocación de servicio a través de la escritura".

Y es que, en efecto, aparte del evidente valor intrínseco del libro, la proyección de editar una serie de diez primeros volúmenes sobre Convención, es una tarea de rescate patrimonial invaluable. Conocemos de sobra el talante de los escritores convencionistas y su proyección nacional en las letras y qué mejor ocasión para rendir tributo a los intelectuales de esa hermosa tierra que promoverla y divulgarla en Colombia y llevarla a las aulas escolares y universitarias.

Felicitamos la iniciativa de Olger García Velásquez, miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Norte de Santander y electo de la de Ocaña, excelente amigo y hombre en cuya sangre vibran las fuerzas telúricas de la montaña norteña.

Luis Eduardo Páez García
Presidente de la Academia de Historia de Ocaña