A propósito del telégrafo y la radio
Por Luz Marina Claro Claro

 
Una felicitación especial para Alonso y Álvaro por deleitarnos con sus escritos y la forma particular de contar las historias que tienen que ver con el desarrollo de nuestro pueblo y la llegada de las diferentes formas de la tecnología.

A propósito de esa maravillosa forma de comunicación escrita y rápida que era el telegrama, quiero comentarles que me emocionaba muchísimo abrir un mensaje telegráfico… seguramente muchos de nuestra generación recibimos un telegrama el día de nuestro grado o de cumpleaños… era una forma muy especial de congratularse con el homenajeado y la familia. En un viejo cuaderno, conservo algunos como recuerdo.

A Álvaro particularmente le gustaba enviar telegramas, sobre todo en los cumpleaños, pero con aquello de la mala memoria era de esperarse ocho días después el mensaje que decía "COMO SIEMPRE RETRASADO RECUERDO CUMPLEAÑOS FELICITACIONES ALVARO" .

 

Respecto a la llegada de la radio a la Playa de Belén, recuerdo también una anécdota que le escuché mencionar a Papá hace muchos años: Cuenta que cierta vez llegó a la casa de don Teodomiro Ramírez (Miro), quien se encontraba recostado en su cama como todo un pachá escuchando la música de un radio… Era la primera vez que mi papá veía un radio en funcionamiento y quedó pasmado con tremendo invento; ya no se necesita tener una victrola para oír música… En medio de su emoción pensó: "¿Será que Dios algún día me socorrerá para comprar un aparato de estos?"

Por está razón, más de una vez, cuando lo veo preocupado por la situación yo le recuerdo "Papa, mire lo maravilloso que ha sido Dios con nosotros… Nos ha dado mucho más que para un radio por lo que en vez de preocupaciones, lo que se debe estar es muy agradecido".

Bogotá, 30 de octubre de 2010