DÍA DE DIFUNTOS

En este dos de noviembre
cargado de lluvia y llanto,
con el caer de la tarde
dirigime al Camposanto.

Yace allí en humilde osario,
bajo el duro calicanto,
la ceniza de mi madre
a quien yo quisiera tanto!

Con infinita tristeza,
inclinada la cabeza
oré por mi madre amada.

Y pensé con honda pena:
ayer, tan hermosa y buena
y hoy, convertida en nada...!

A MI ESPOSA

Cinco lustros de vida has compartido
con el hombre que te eligiera el sino,
quien llegó como errante peregrino
a la tierruca donde habías nacido.

Huyendo de la angustia y el olvido,
amarga herencia que legó el destino,
deambulé por mi lóbrego camino
hasta las puertas de tu hogar querido.

Allí murieron acervos desengaños,
allí nacieron venturosos años,
allí detuve mis inciertos pasos...

Un nuevo sol iluminó tu vida
y mi tristeza sucumbió abatida
en el cerco amoroso de tus brazos.

NOVIA DE JUVENTUD (A una colegiala ocañera)

Te quiero desde el día en que tu mirada
como sol de radiantes resplandores,
la noche invernal de mis dolores
convirtiera en clarísima alborada.

Y te admiro porque eres la soñada
muchachita ideal de mis amores,
tan pura como puras son las flores
y como ellas fragante y delicada.

Si por ti el amor ha renacido
y las horas tremendas del olvido
has llenado de dicha con tu hechizo.

Yo te habré de amar eternamente
llevándote guardada entre mi mente
cual se lleva en el alma un paraíso.
(Ocaña 1925)

DESPEDIDA

Sufriendo estoy pesar dilacerante,
por tu dulce amistad quizá extinguida
y siento en mi traer profunda herida,
por la dicha perdida en un instante...

Seguiré dolorido y vacilante,
por los duros senderos de la vida
separado de tu alma tan querida,

como el más desolado caminante
Perdóname si acaso te he ofendido,
si por mi culpa dolor has padecido
al perseguir tu juventud radiante...

No te digo un adiós... no me despido,
pues de pensar tu tenebroso olvido
está mi corazón... agonizante! - (Ocaña, 1938)

DOLIENTE DESPEDIDA

Ya se va la princesa,
otros reinos la llaman
nuevas rutas de gloria
su distancia reclaman.

Ya se va la princesa,
honda pena me agobia
la quise intensamente
cual si fuera mi novia.

Ya se va la princesa,
todo queda desierto
y en el fondo del alma
un ensueño se ha muerto.

Ya se va la princesa
por un largo camino,
ilusiones y amores
marcarán su destino.

Ya se va la princesa
y un poeta la añora,
presintiéndola lejos
ya su ausencia deplora.

Ya se va la princesa,
gran dolor me tortura
al perder su presencia
y su bella figura.

Adiós, pues, mi princesa,
tardará tu regreso!
consolad mi tristeza
con la dicha de un beso.

REAL SALUTACIÓN
A S. M. Leonor de Colombia

A nuestras legendarias tradiciones
de pueblo erguido y de ancestral firmeza,
dicernirle faltaba la Belleza
como el más esplendente de sus dones.

Mas, hoy, por fin en nuestros corazones
canta la devoción de la realeza
que ostenta terrígena princesa
en la excelsitud de sus blasones.

Y al regresar la rubia soberana
a su amada ciudad santandereana
como Reina de toda la nación

Le rindo en reverente vasallaje
el cantar de mi lírico homenaje
que en ella tuvo noble inspiración.

Homenaje a la Virgen de Torcoroma

En una noche de fatal memoria
tu Santuario de amor, fue profanado
y con ese sacrílego atentado
fue cercenada tu inmortal historia.

La imagen que ha sido nuestra gloria
de la Divinidad santo legado
ha caído en las manos de un malvado
para hacerla botín de ruín victoria.

Consumada la insólita impudicia
la cristiandad ante tan cruel noticia
se debatía en dolor y desencanto.

Mas luego las protestas estallaron
y profusión de lágrimas rodaron
como en la lobreguez de un Viernes Santo.

Todas las fuerzas vivas se alistaron
a rescatar la Celestial Señora
a quien Ocaña reverente adora
desde cuando los melos la encontraron.

Las emisoras su labor prestaron
y con tenacidad hora tras hora
con la planta de radio trasmisora
unidas el éxito alcanzaron.

Al informar que el burdo delincuente
fue capturado atravesando un puente
con la Virgen y Santa Eucaristía.

Tal mensaje electrizó a la gente:
si la mañana transcurrió doliente
fue la tarde diluvio de alegría.

Ocaña, 13 de marzo de 1981

Recuerdo de mi Primera Comunión
(Primera Comunión de Ana Verónica Anaya Luna, recibida en la
Iglesia Santa Gema (Puerto Rico), el dia 20 de abril de 1985)

Hoy, entre la grave música del órgano
y el humo azulapo del incienso
recibirás al que encierra gran deleite...
recibirás a Jesús que es "Pan del Cielo".

En nueve años te vieron preparando
con la meditación y con el rezo
con el ejemplo constante de tus padres
para el grandioso arrobamiento.

En la cuna tu madre te juntó las manos
y cultivó tu leve sentimiento
te inició el éxtasis de oración al Padre
sembrando amor para llegar al templo.

Poco a poco en el hogar paterno
te dieron con la fe el presentimiento
y guardaron la ciudadela de tu alma
para el Divino encuentro.

Cuando tus padres sazón de pétalos
empezaron a hollar el Universo
fijaron su ruta a la Mansión de Dios
con puertas de diamantes en el Cielo.

Hoy estarás bella como nunca
a la sombra de nácra y azucenas,
ilñuminando tu perfil de infancia...
pensativa, hierátrica y serena.

Viene el dulce caballero de bethania
a cumplirte la cita redentora
y por eso estarás transfigurada
caminando con Cristo hacia la Gloria.

Tu abiuelito, Carlos Daniel Luna