El
restaurante "Pico y Pluma" fue fundado en junio de 1995, en la Cabaña
Silvia María. Sus clientes llegan vestidos de gala cada mañana,
a consumir frutas, alimentos concentrados y agua limpia. Disponen de "tinas"
apropiadas para el baño diario y tienen libertad para traer a toda la familia
y a los amigos que deseen acompañarlos. El restaurante no tiene muros ni
mallas que impidan sus movimientos; su estructura es metálica, con cabillas
cruzadas en los extremos laterales, para facilitar el "aterrizaje" de
nuestros clientes alados. El aviso es de madera y las vasijas para beber y bañarse
son de arcilla. Los
clientes de "Pico y Pluma" consumen alimento todo el día. Una
investigación sobre hábitos y costumbres, que fue filmada, nos permitió
saber, por ejemplo, que un azulejo pica el guineo (banano) hasta 24 veces, en
cada parada; adicionalmente, acumula el producto de varios picotazos, para llevar
alimento a sus crías. El
predio sólo tiene mil metros cuadrados, pero la tranquilidad, el ambiente
natural y la disponibilidad de alimento, han convertido el lugar en hábitat
de las aves nativas. En algunas ocasiones se observan ejemplares de grupos migratorios. |