EL CONJUNTO VALLENATO QUE NACIÓ EN EN EL COLEGIO (1970)

Cultura y Tradiciones
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Lugar:
La Playa de Belén, Norte de Santander

Autor:
Desconocido

Año:
1970

Tipo de licencia:
Creative Commons Attribution (CC-BY)

Cortesía: Alonso Velásquez Claro

Era 1970. En plenas fiestas patronales de la Virgen de las Mercedes, fue llamado al escenario Jesús Velázquez y su parche de amigos del Colegio Nacional Fray José María Arévalo Claro, para lanzar oficialmente su conjunto vallenato ante La Playa de Belén, municipio de Norte de Santander. El párroco y músico César Julio Contreras, recién llegado de Italia, había llegado a explotar el talento del pueblo que se daba de forma silvestre.

En la fotografía vemos, de izquierda a derecha, a Jesús Velázquez de 14 años en la caja; a César Claro Peñaranda de 11 años en el cencerro; a su hermano Orlando Claro, de 18, en el acordeón; y a Octaviano Tarazona, de 16, en la voz. Ese día, como el municipio no había traído papayera a la fiesta, el padre subió a los muchachos al atrio para que cantaran el repertorio que habían empezado a ensayar como una recocha en el colegio: canciones como "Los Sabanales", "Matilde Lina", "La casa en el Aire". Cuenta don Jesús, el de la caja, que aunque su grupo no ensayaba, y se notaba, la gente se emocionaba viéndolos cantar.

Tan bien les fue ese día en la presentación, que el señor más acomodado del pueblo los invitó a su casa para que animaran una fiesta de bautizo. Al terminar, el contratante sacó unos doce o trece pesos y les pagó por sus servicios. Se imaginarán la cara de asombro y la felicidad de estos muchachos, en tiempos en los que el pueblo vivía del monocultivo de cebolla y el estilo de vida era muy humilde. Con la plata que le tocó a don Jesús, por ejemplo, su mamá le compro la ropa para estrenar en diciembre.

Hoy, Octaviano Tarazona, el vocalista, es profesor emérito del mismo colegio y cantante de música andina. Don Jesús tiene 62 años y dice haberse ganado varios concursos de canto a dueto con su esposa. Orlando murió a los 32 años, y el padre César se enamoró de una compañera de los muchachos y colgó los hábitos después de dar un sermón en el 76, en el que dijo que no podía atender a Dios y al mundo al mismo tiempo. Luego, se casó con ella.

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