Mis versos son así...
Guido Pérez Arévalo

Esa mirada...

¿Qué quieres cuando buscas
miradas indiscretas
y vuelves a mis ojos
en cómplice actitud?

Esa mirada tuya
con esplendor de cielo
me tiene enajenado
pues pienso que es de amor.

Guido Pérez Arévalo

Nathalia Catalina

Eres el regalo nunca agradecido
al Vigía del Universo
que en su misión creadora
sopló en el polvo
y con divino esfuerzo
logró el milagro
por todos conocido.

Guido Pérez Arévalo

HIMNO DE LOS SOÑADORES *

A luchar, a luchar, soñadores,
con la fuerza que da la verdad;
a luchar por los grandes valores:
LIBERTAD, LEALTAD, IGUALDAD

Somos coros de un himno a la vida,
recios miembros de magna legión,
somos piedra de amor, esculpida
con proclamas que exaltan la unión.

Nuestra sede es un valle cimero,
do el paisaje es ofrenda sin par
del virtuoso y gentil chitarero
en veladas de ensueño y cantar.

Salta arisca la copla escondida
en paliques de humor magistral
y una musa, de amor encendida,
pule un verso de acento inmortal.

A luchar, a luchar, soñadores
con la fuerza que da la verdad
a luchar por los grandes valores:
LIBERTAD, LEALTAD, IGUALDAD.

* 1998. El grupo Soñadores, fue integrado por varias familias residentes en Chinácota. Se reunían mensualmente.

El terruño amado

En sus cielos azules
las golondrinas pasean sin afanes
y corren esquivas
las nubes del verano eterno

La orquídea silvestre
se cuelga en sus riscos
y arisca aletea la mirla
por el vuelo jadeante
de los azulejos

Un chofrro de aguas cantarinas,
escondido entre efluvios
de arreyanas y guayabas agrias,
corre sensual, como unsa caricia,
hasta El Playón,
la quebrada moribunda,
que besa las piedras,
amigas de siglos,
y busca entre espumas
el destino del mar.

1998

¿Poeta?

Fatigado con la poesía de imprenta
busqué en mi mundo los versos
cultivados por otros a raudales
en labranzas de la lira y el parnaso,
territorio hostil de mi orfandad.

Soñaba con versos de rancio linaje
que fueran rapados por los editores.
Nacieron sin casta, en hojas sin precio
y fueron el pasto de los insectos
aposentados en mis baúles viejos.

Guido Pérez Arévalo

Traición

Al cálido amor que ayer dejaste
consuelo prometí, desesperado.
Y ante Dios de hinojos he rogado
el olvido total de tu partida.

La vida me enseñó, señora mía,
que no hay amores prisioneros,
pues las traiciones se queman
en el calor fugaz de otros encantos.

Guido Pérez Arévalo

¿Qué quieres que diga?

Qué quieres que diga,
después de la ausencia
de mi añejo pueblo;
si ya no están mis viejos,
si el amor con ellos
también se marchó.

Qué quieres que diga,
frente a tu ventana,
si ahora canta otro
las canciones viejas
que canté yo ayer.

Si en la misma esquina
se apostaron otros,
para hablar de amores
como yo, también.

Qué quieres que diga,
si la misma luna
me contó llorando
que te vieron contando
los luceros con él.

La iscalagüera

Mira, viene muy coloradita,
es ella, la chica de mi tierra,
ayer bajó como la flor bonita
desde lo más alto de la sierra.

Viene por mimos a la fiesta
que darán los galanes citadinos,
con danzas y música de orquesta
y sones de amores peregrinos.

Volverá a lo suyo conmovida
a buscar como antes su sustento
y a seguir la lucha por la vida.

Ella sabe que el feliz evento,
celebrado en fecha repetida
tendrá como ella otro momento.

Guido Pérez Arévalo

Los poetas

Los poetas, amos del candor,
hacedores de palabras,
señores del verso, andan por ahí
contando sus sueños,
gastando el recurso del tiempo
en tiendas de amor.

Invierten en feudos de caras nostalgias
y presumen de dueños del cielo y el mar.

Asoman licencias de idiomas del alma
y atracan en puertos de ninfas, de musas…
con buques fantasmas cargados de sueños.

Deben ser del mundo etéreo
si le cantan a la luna
y juegan con el sol de la mañana;
si tejen las redes con planetas rutilantes
y disponen de Dios como testigo.

Pretenden un mundo sin desgracias
sin Osamas, sin la soberbia de los yanquis
sin el dolor de nuestra patria amada.

Los poetas, alabado sea el Creador,
celebran la sonrisa de los niños
y el sí de la novia deseada,
con los colores delicados de la rosa
y la fuerza incontenible del amor.

Guido Pérez Arévalo

La Casa Mayor

Esta Casa de tapia pisada,
cubierta con tejas centenarias,
que lucen sus pátinas barrocas
con orgullo de damas colosales...

Esta Casa con zaguán de arriero,
y pesebreras entregadas al olvido,
con ecos de recuas remplazadas
por cuadrúpedos con ruedas...

Esta Casa, adornada con rosales
y bonches, con esmero cultivados,
con pisos de baldosas carcomidas
y techos de latas otoñales...

Esta Casa de sueños y nostalgias
de abolengos y recia estirpe ha sido
mas no de castas indignas de la raza
y de la sangre de Francisco y Juana.

Esta Casa con ecos de peones
y trajines de comercio primitivo
guarda los olores de cultivos olvidados
en solares que juegan con el ocio.

Esta Casa con fogón de leña
y cocina-comedor por todos añorada
sirvió de puerto alegre para arrieros
de machos negros y mulas coloradas

Esta Casa de largos corredores
tenía horno para pan casero
pilones de madera, molinos de mesa,
tiestos de barro, piezas con altares...

Y tinajas de espumosa chicha,
cubiertas con retazos blancos,
muy blancos de tules importados
que filtraban aromas celestiales.

Guido Pérez Arévalo

 
La Playa de Belén
Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional
Por Guido Pérez Arévalo
 

Vos sos, terruño amado,
el lugar de promisión,
la aldea soñada,
bucólico lugar de mis ancestros
detenido en estación de primavera.

Quiso el Creador que todo fuera
huerto encantado,
lugar de señorío
y puso a tus pies con celo sacro,
la estancia mayor de sus campiñas.

Humildes genitores campesinos
con casas de tapia circundaron
una rústica capilla
levantada
en el idílico paraje de Llano Alto.

El talento de amantes lugareños
la aldea recreó
con noble ingenio;
en cada esquina una ilusión surgía,
por cada triunfo un sueño se cumplía.

El agua, el viento y el tiempo
concertaron la erosión de la montaña
y un mágico buril
trazó tu entorno:
templos en ruina,
palacios encantados.

Nada arrancó de mis recuerdos
la ausencia obligada de tus lares.

Fue dura la partida,
mas te juro:
dispuestas están las anclas del regreso.
Un día
yo volveré por donde vine
a terminar
el ciclo de mi vida
y a devolverle al patio amado
mi cuerpo en cenizas convertido.


Cúcuta, 9 de junio de 2019

 
 
 

Del poeta Gustavo Gómez Ardila:

Hermano del alma:

Alguna vez le preguntó una muchacha al poeta Gustavo Adolfo Bécquer, qué es la poesía. Esta pregunta dio origen a la Rima XXI de Bécquer. ¿La recuerda?:

"¿Qué es poesía? dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía eres tú".

Su poema me gustó, me llegó al corazón, lo saboreé y lo sigo degustando. Su terruño, sus recuerdos, su gente, sus estoraques, nada se le escapa a usted, amigo poeta. Pero lo hace con una capacidad de síntesis y con tan profunda sencillez, que a uno se le llena el alma de alegría y los ojos se nos llenan de horizontes. Siento envidia, de la buena, ante usted, mi apreciado Guido: Yo nunca he podido componerle a Las Mercedes unos versos tan hermosos.

Cúcuta, 10 de junio de 2019

 
   
 
 

Girón, 27 de febrero de 2011

Guido Pérez Arévalo
Cúcuta

Apreciado amigo:

Apenas terminamos nuestra conversación telefónica, he leído, primero con atenta curiosidad, luego con sincero entusiasmo, y confieso que con cierta sorpresa también, sus versos...

Si algo me ha llamado la atención desde el principio ha sido justamente la casta sensualidad de su lenguaje poético y su enorme capacidad para transustanciarse, convirtiéndose en música.

Sus notas, en efecto, se elevan y se elevan, acaso en pos de un éxtasis que halla también en su obra una nueva formulación, heredera, no hay duda, cuanto superadora de las que en su momento realizaron María Ofelia Villamizar, Miguel Méndez Camacho, Augusto Ramírez Villamizar y otros nobles bardos de nuestra literatura nortesantandereana.

“La casa mayor”, “La iscalagüera”, “Los poetas”, “El viejo”, “Esa mirada”, “Catalina”... Hay que ser muy valiente para echar a volar estas palomas blancas a un cielo plagado de buitres.

Añada, pues, a su poesía, el mérito de ir contra corriente, inmolando a la coherencia interna, los engañosos frutos de la vanidad, que es moneda de cambio en nuestra literaria república.

Mi enhorabuena incondicional y mi estímulo para que nuestros paisanos y amigos, puedan tener el privilegio de conocer más de cerca de este don poético, consustancial a los descendientes de Don Francisco y Doña Juana.

Alonso Velásquez Claro ("nano")

Cúcuta, 1 de marzo de 2011

Para: Guido Pérez Arévalo

Luis Cardoza y Aragón, poeta Guatemalteco bien lo decía: “La poesía es la única prueba de la Existencia del Hombre”.

El Dr. Guido Pérez, político, catedrático, escritor, historiador e investigador incansable, nos revela por fin la faceta del poeta.

En “Mis versos son asi…” los espíritus de la poesía se han confabulado para permitir evidenciar en cada uno de estos versos un claro testimonio de sus vivencias, sus saudades y sus amores y desengaños que conmueven y nos contagian de sentimiento cuando creemos sentir los pasos sigilosos de nuestros abuelos cruzando el dintel de los recuerdos.

Qué quiere que diga, pues tremendo lío en el que se ha metido; le toca seguir escribiendo porque esperamos la próxima entrega. Un abrazo, Alvaro Claro Claro

 

Alvaro:

Después del comentario de Alonso, sobre "Mis versos son así...", decidí tirar mis palomas al viento, sin pretensiones de alto vuelo. La poesía es canción, es música... Y cantar, decía San Agustín, es propio del que ama.

Estas expresiones hacen parte de lenguaje del alma. En algunas ocasiones, se quedan en el ámbito de la intimidad, en baúles viejos...

Gracias, Alvaro, por su preciosa nota. Saque usted también sus versos. Un abrazo, Guido

  
http://www.guidoperezarevalo.org