LUCIO PABÓN NÚÑEZ, 100 AÑOS DE SU NATALICIO
Convención (Norte de Santander), 21 de octubre de 1913— † Bogotá, 19 de julio de 1988
Por Guido Pérez Arévalo

Estadista y notable humanista. Esto dijo en un discurso pronunciado el 21 de junio de 1975 en Ocaña: "...comienzo por aclarar que yo, de nacimiento soy del vecino Convención, me crié en lo que entonces se llamaba San Pedro y hoy Villacaro, que alguna vez fue calificado de nido de águilas por lo silencioso, y recoleto, y apartado de su posición geográfica y, sobre todo, por la altivez y valentía de su raza. Mi padre, de Convención; mi madre, de San Pedro. Y por designios de la Providencia que uno no alcanza a explicar pero que los recibe, como un don, como un privilegio excepcional, Ocaña me formó para la vida del espíritu y de la política". (Fragmento del discurso publicado por Euclides Jaime González).

En un informe, enviado al obispo de Santa Marta, el padre Antonio Courvel dice que el joven Lucio Arturo Pabón Núñez "pronunció un hermoso discurso" en la plaza principal de Aspasica, durante los actos conmemorativos del centenario de la muerte del Libertador. Tenía 17 años y estudiaba en el colegio José Eusebio Caro de Ocaña. Fue, seguramente, el primer discurso pronunciado en un acto público.

El Adalid Católico, edición número 30, del 19 de agosto de 1926, que dirigió el presbítero Antonio Courvel en la parroquia de San Pedro, hoy Villacaro, publicó la composición poética ¡Entra Señor y quédate con nosotros", que recitó el niño Lucio Arturo Pabon Núñez con motivo de la entronización de la Casa Cural. Tenía 13 años.

 

El escritor Olger García Velásquez, quien me suministró el boletín eclesiástico, asegura que esa fue su primera intervención. De acuerdo con la partida de bautismo publicada por García Velásquez en la revista Cataluña, órgano del Centro de Historia de Convención, edición 1, del 6 de noviembre de 2006, el nombre original fue Luciano Arturo.

Una anotación sobre la misma partida, señala que ésta fue declarada insubsistente por decreto número 46 del 1 de septiembre de 1964, del Provisor Diocesano (libro 42, folio 340, número 1011). Agrega el mencionado escritor que la primera partida, la de 1913, fue reemplazada por otra, en el mismo libro, que modifica el nombre original por el de Lucio Pabón Núñez, nacido el 21 de octubre de 1913, en Convención. Hijo de Cristín Pabón y Victoria Núñez. Abuelos paternos: Lucio Pabón Lindarte y Eusebia Ortiz. Abuelos maternos: Nicolasa Núñez Santiago. Padrinos: Gabino A. Courvel Núñez y Jerónima Sarmiento.

En cumplimiento de una gira política organizada por el directorio departamental conservador, Pabón Núñez llegó a La Playa de Belén el 29 de agosto de 1938. Tenía 25 años y estudiaba Derecho en la Universidad Javeriana. Don Carlos Daniel Luna Manzano dice, en una crónica sobre aquella visita, que Pabón y sus amigos se encontraban en la casa cural cuando fueron atacados por agentes de la policía y del resguardo. Apostados en estratégicos lugares del parque del poblado, dispararon sobre la puerta cerrada del despacho parroquial y pusieron en grave peligro la vida de los asistentes. Una silla fue averiada por las balas de los francotiradores. En la reunión se encontraban, Francisco Arévalo, Sixto Barriga, Luis Jesús Pérez Amaya, Luis Eduardo Arévalo, Antonio Castilla Velásquez, Remigio Pérez, con sus dos hijos, Andrés Avelino y Luis Jesús, y Carlos Daniel Luna Manzano.

 

En agosto de 1974 tuvimos la oportunidad de dialogar con el doctor Pabón en Bogotá, con motivo de su intervención en el debate adelantado, el 31 de julio de 1974, por Hernando Durán Dussán contra el Ministro de Obras Públicas, Argelino Durán Quintero, en el Senado de la República. Durán Dussán pretendía responsabilizar al Ministro por la tragedia de Quebradablanca, en la vía al Llano, ocurrida en junio del mismo año.

Se ha dicho que el discurso fue magistral, de los mejores de su larga trayectoria parlamentaria. Nos atendió en su casa, después de una llamada del Ministro. Me acompañó Fructuoso Arévalo, viejo amigo de Pabón. Queríamos una copia del discurso para publicarlo en Noticias Playeras, el periódico de nuestra colonia, residente Bogotá. Me entregó el casete de una pequeña grabadora con la recomendación de que lo transcribiera y regresara con los borradores para su revisión.

Durante la entrevista, el doctor Pabón Núñez me obsequió varias obras suyas para la biblioteca pública, creada por la colonia playera en el municipio. Todavía funciona en la Casa de la Cultura Alonso Velásquez Claro. Los libros del doctor Pabón, lamentablemente, desaparecieron a los pocos días.

No puedo seguir sin citar el siguiente párrafo de la intervención: "Yo si tuviera tiempo, amigos, haría un pequeño ensayo que me ha estado tentando toda la vida para aplicárselo a Durán Quintero. En una página de Cervantes se encuentra uno que Sancho, vilipendiado por el barbero de su aldea, dice algo como esto: "Pero ¿por qué extrañarse de mis aspiraciones, si yo en siendo hombre puedo llegar a ser papa, cuanto más gobernador?". ¡He aquí al hombre de signo cristiano! El hombre que sabe que por ser hombre, es un portador de valores eternos, como dijo el político y poeta de España. Pero hay más. Viene adelante Chteaubriand en Los Mártires y cuenta como yendo dos amigos, encuentran a un pobre decoroso, y uno de esos amigos le cede la capa, y el otro le dice: "¿Tú creiste que era un dios?". Y el otro responde: "No creí eso; creo que es un hombre. Cuando se es un hombre se irradian valores eternos. Al fin y al cabo, en la religión católica, o en la religión cristiana, decimos que el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios. En la religión de los griegos y en otras religiones, Dios es hecho a imagen y semejanza del hombre. Entonces, por eso, el hombre irradia divinidad".

El discurso fue publicado en Noticias Playeras, en la edición número 8 del mes de septiembre de 1974, con las correcciones y los subtítulos ordenados por el autor. Posteriormente, fue incluido, con los créditos correspondientes, en el primer tomo de La Estampa de un Clásico Colombiano, obra dirigida por el doctor Vólmar Pérez Ortiz y el humanista Ciro Lobo Serna.

El 20 de diciembre de 1985, volvió Pabón Núñez a Aspasica, con motivo de la campaña electoral para congreso. Se conserva un video de aquel acontecimiento, de notable interés histórico, por la feliz circunstancia del reencuentro con Argelino Durán Quintero. También se encontraban, David Haddad Salcedo, Lucio Antonio Pabón Gaitán, Nelson Pacheco Claro, Nicolás Celis Suescún, Ramón Mendoza Lozano, Jesús Ovallos Sepúlveda, Orlando Trigos y otros importantes dirigentes regionales.

Hubo manifestaciones de afecto en las intervenciones, pero no faltaron las expresiones picantes, para saldar viejas rencillas políticas. Durán Quintero recordó una amistad sin sombras y le rindió "un tributo de permanente afecto".

Pabón contestó: "Yo, ¿por qué estoy aquí? Por demostrar que sigo al doctor Durán Quintero como invicto conductor. ...y que estoy con este brillantísimo grupo de jóvenes, la señorita Isabel Celis Yáñez, Guido Pérez, el doctor Martínez, Hernando Carrascal Trigos, el doctor Carmelo Mendoza y Nelson Pacheco. Con todos ellos sé que contamos para lo que hay que hacer, que es salvar a la patria colombiana. Pero antes de seguir, quiero manifestar que el doctor Durán, estos jóvenes brillantísimos que andan con él, que yo, hemos venido a esta Aspasica de mi corazón, a cuyos recios capitanes les debo la vida, lo mismo que a algunos hijos de La Playa, cuando las huestes liberales, apoyadas por el resguardo y por los que convirtieron a La Playa en un fortín liberal a base de violencia, trataron de cortar mi naciente vida política, también con disparos, atacando el sitio que era la casa cural... y allí quisieron convertirme en víctima para que los jóvenes conservadores, a quienes no les interesaba sino el trabajo por nuestro Partido y por nuestra tierra, tuvieran un ejemplo de como el liberalismo, entonces imperante, se enfrentaba a nuestra intrepidez, casi alocada... Dos sentencias del Libertador. O una sentencia y una que le dijeron a él. Una, le dijo a Sucre: 'La verdadera gloria está en ser grande y en ser útil'. Al Libertador le dijo uno de sus mejores adalides, cuando el Libertador le dijo: 'Emulemos, emulemos, en el servicio de la independencia'. Y este hombre, que era negro, pero de un coraje digno de un canto de Homero, se le enfrentó a Bolívar y le dijo: 'En el servicio de la independencia -y eso lo digo yo a quienes me acompañan en el servicio de mi Partido, de mi Patria y de mi tierra ocañera- por delante de mí solamente admito las orejas de mi caballo".

Lucio Pabón Núñez fue diputado a la Asamblea de Norte de Santander, representante a la Cámara, senador de la República, diputado a la Asamble Nacional Constituyente, primer alcalde de Villacaro, gobernador de Norte de Santander, ocupó los ministerios de Gobierno, Educación y Guerra; fue embajador en Caracas, Buenos Aires, Madrid y Lisboa, y rector de la universidad La Gran Colombia.

Fue Miembro Honorario del Instituto Caro y Cuervo, Miermbro de Número de la Academia Colombiana de la Lengua, Miembro Correspondiente de la Real Academia Española, Miembro de Número de la Academia Colombiana de Historia, Miembro de Honor de la Sociedad Bolivariana de Colombia. Recibió importantes reconocimientos de academias y organizaciones nacionales e internacionales.

Obras: Bolívar, alfarero de repúblicas; Bolívar, hombre de las constituciones; El pensamiento político del Libertador; La linterna y el buho; Del Quijote y de La Mancha; Palas Atenea; Del plagio y de las influencias literarias y otras tentativas de ensayo; Muestras folklóricas del Norte de Santander, entre otras. Fue fundador de la Biblioteca de Autores Ocañeros y escribió numerosos artículos sobre temas que daban fe de su vasta cultura.

Cúcuta, 21 de octubre de 2013.

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