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Los
Pérez de Don León son los Pérez de Patatoque, de los mismos
Pérez del pueblo de la Playa de Belén; Don Cesareo Pérez,
el papá de Atanasio, papá de Don José Dolores Pérez;
esposo de doña Fredesfinda Pérez Velásquez, quien junto con
Crispiniano, Gumercinda, Magdalena, Críspulo, Eusebio, Petrona, Elisa,
Esteban Santiago y María Jesús, fueron hijos de Don Francisco Pérez
Bayona, un hombre de respetable temperamento, y Doña Basilia Velásquez. Don Cesareo Pérez fue también el papá de Don Atanasio Pérez (fallecido el domingo 5 de junio de 1932), esposo de Visitación Arenas, y papás legítimos de José Dolores Pérez; de los Pérez de Martín, Nicolás, Julio y Carmela Pérez, la Mamá de Luis Ruedas, nuestro polvorero. Don Atanasio Pérez engendró ilegítimamente a Don León Pérez Manzano (fallecido el 26 de noviembre de 1973), siendo León la vergüenza de su familia paterna, por ser su mamá Benedicta, una "las negritas Manzano", descendientes de los esclavos del amo Manzano, de toda esa "Maanzanaa" que era una sola, pa'rriba del pueblo, decía Luis Ruedas. Don León Pérez Manzano no fue criado por la mamá, justificándose en su miseria material; entonces fue un niño recogido por Santiago Durán y su familia de "los rampachitos", muy cerca de la casa donde vivieron Don Luis Oscar Pérez Claro y Carmen Helena Álvarez, abajo del pueblo, en el límite de las veredas Patatoque y Tunja, donde se convirtió en criador de cerdos, cuyas ganancias invertía en la compra de tierras y casas, hasta hacerse un joven respetable, que quiso, pudo y mereció recibir el apellido paterno; pues en su infancia llevó el apellido Manzano que la negra mamá, descendiente de esclavos, recibió del Amo Manzano, venido de España. En nuestra Playa de Belén, distinguimos cinco principales familias, portadoras del apellido Pérez: 1.
Los Pérez de Aspasica. En el blasón o escudo patronímico de los Pérez, aparece un león rampante, y en la personalidad de los Pérez de don León, asusta una seriedad, y un silencio, que pudiera distanciar a quienes no se atreven a tratarnos; pero quienes nos tratan, con seguridad descubren, esa bondad manifiesta, en una sonrisa tan tímida como sincera, heredada de las abuelas como mamá Ana, y mamá Soledad, de los Ovallos de Don Calixto y los Vegas de don Juan Esteban. El apellido Pérez es un patronímico derivado del nombre propio Pedro, "Petrus" en latín, que significa "Piedra"; el mismo que JesuKristo quiso ofrecer a Simón, el PesKador de Galilea, para responsabilizarlo de su Obra en el mundo, nuestra Iglesia, la Iglesia que Ora con María Santísima, y la recibe como Madre. Así, los Pérez, tan queredores de la Iglesia, aunque tenemos un corazón extraordinariamente noble, parecemos como de piedra, por nuestra seriedad en los buenos propósitos, y en la defensa de la Verdad, hasta el martirio. En el escudo de los Pérez está simbolizada con la flor de lis, la nobleza de los divinos y ancestrales valores que dan belleza e hidalguía al ser humano; y con un león, coronado de púrpura, rampante, o dispuesto para agarrar, se simboliza la fortaleza y la tenacidad, de quienes no saben dar marcha atrás, en su opción por la Virtud y la gracia. Podríamos, entonces, ser nosotros descendientes del español Licenciado Alfonso Pérez de Toloza (es.wikipedia.org/wiki/Norte_de_Santander), gobernador en los años mil quinientos, del Tocuyo en Venezuela, quien al no conseguir minas y tierras, que mantuvieran unidos a los suyos, demostró poco aprecio e interés por aquellos lares venezolanos, resultando incluso derrotado por los conquistadores de Santa Fe de Bogotá, y desplazado a nuestra cordillera norte santandereana. (Héctor Augusto Maldonado, Universidad de los Andes, Táchira, San Cristóbal, Venezuela, "El proceso histórico para poblar los andes venezolanos). Los Pérez de don León somos gente muy seria y responsable en nuestro proceder, obra del Espíritu Santo en nuestras vidas; sin que por ello, nos neguemos a la sonrisa, propia de la gente noble, sencilla, y rebosante de humildad. Los Pérez de Don León también somos Claro, de los Claro de Doña Nicolasa Claro Vega (fallecida el 23 de agosto de 1974, nueve meses después de fallecido don León), "mamá colasa", nieta de uno de los fundadores de La Playa de Belén, hermana de Benardina, la esposa de Agapito Claro; de Damián, el esposo de Isabel Sepúlveda; de Eulalio, el esposo de Lucia Claro Bayona, la mamá de Lucas Jesús Claro; de Elisa cuyo esposo era leproso; de Dolores o Lola, la esposa de Inginio Gallardo, Antonio, Carlos Ramón, y Nicolasa que se casó con Juan Ramón. Nicolasa Claro Vega fue hija de Placedes Claro Álvarez y Benedicta Vega Sanguino, nieta por Papá, de Julián Claro y Martina Álvarez, y por parte de la mamá, nieta de Juan Esteban Vega Durán y de María Sanguino, fundadores de la Playa de Belén. Los hijos de Papá León y Mamá Nicolasa fueron: Lucía, Sara, Efraín, Ernesto, Carlos, Luis, Porfidia, Ana Delia, Emiro, León Ángel y Gilma María. Y somos Ovallos, de los de Doña Ana del Carmen Ovallos, "mamá ana", hija de Don Emiliano, llamado por su esposa, "Milio", de la descendencia de Calixto Ovallos y Prudencia Manzano. Y somos Vega, de los descendientes de uno de los fundadores de la Playa de Belén, paraíso de arena, tierra de estoraques, "don JUAN ESTEBAN VEGA DURÁN (Juan Esteban Begas Durán), bautizado el 31 de mayo de 1810, en la ciudad de Ocaña. Murió el 17 de agosto de 1895. (Libro I de Defunciones, folio 110, parroquia de Aspasica). Hijo de Josef Ygnacio Begas y María Luisa Durán y casado con María de la Paz Trinidad Quintero" (Guido Pérez Arévalo,www.laplayadebelen.org). Los Pérez de Don León somos Vega de los de mamá Soledad, de los de "Sole" como llamara Don Emiliano Ovallos Manzano a Soledad Vega Vega, su esposa, nieta de Don JUAN ESTEBAN VEGA, hija de JUAN DE DIOS VEGA SANGUINO, casado con JUANA DE DIOS VEGA, a quien toda la familia llamó "MAMITA", y quienes habitaron en el pintoresco campo, hoy llamado "Veguitas de Belén", heredado por don JORGE ANÍBAL PÉREZ OVALLOS, de sus papás EFRAÍN PÉREZ CLARO y ANA DEL CARMEN OVALLOS VEGA; es decir, que Don Jorge Aníbal Pérez Ovallos, tiene el privilegio de haber heredado, el corazón, de la tierra que perteneció a Don Juan Esteban Vegas Durán, uno de los fundadores del pueblo, que Fray Milán consagró al Misterio de la Palabra de Dios que se hizo hombre, allá en la pobre Belén palestina; la cabeza de este paraje, era y seguirá siendo, la casa de los Ortiz, en la parte alta de la leve estribación del significativo "Llano Alto", los Ortiz venidos de Abrego, de los de Carmelo y Carmela Ortiz. Carmela Ortiz, hija de los abreguenses Don Ángel Ortiz y Elisa Ortiz, fue la esposa del nieto de Claudio Sánchez, (descendiente de los nacidos al amparo de la laguna Sánchez-Gómez en España). Carmela Ortiz fue la esposa del hijo de Jesús María Sánchez y Petra Manzano, Don Marco Aurelio Sánchez Manzano (nacido el 07 de octubre de 1899 y fallecido el 22 de junio de 1976), papá de mi Santa Mamí, esposa de Don Jorge Aníbal Pérez Ovallos, SANTAURA DE MARÍA SANTÍSIMA (fallecida el 13 de septiembre de 2014). La tierra que heredó Don Jorge Aníbal Pérez Ovallos, es el corazón porque allí vivieron, hasta la vejez, y su correspondiente paso a la eternidad, la descendencia de Juan y Juana de Dios Vega; quienes fueron conocidas como las veguitas: ANSELMA (nacida el 31 de diciembre de 1889), FELICIA (nacida el 14 de febrero de 1895), y MARÍA MARTHA VEGA VEGA (nacida el 29 de julio de 1903) quienes, ni se casaron, ni tuvieron hijos. También crecieron, en las "Veguitas de Belén: NICOLÁS (nacido el 05 de marzo de 1899 y falleció el 31 de octubre de 1984, a la edad de 85 años, sin descendencia) y PÍO ANTONIO hijo de Felicia, quien tenía torcida la cara, las manos y las piernas. SANTANA VEGA VEGA que se casó con y se fue a vivir en algún lugar de la vía entre Aguachica y Gamarra, César, para dejar su descendencia en CARMEN que emigró a Manaure, EMIRO, JUAN DE DIOS, ANA DEL CARMEN E ISIDRO. ISMAEL VEGA VEGA contrajo matrimonio con LUCIA PÉREZ, hija de Don LEÓN PÉREZ MANZANO, y engendraron a JUAN VEGA PÉREZ, TRINO, ALCIDES y CARMEN. GUMERSINDO VEGA VEGA quien se casó con ISABEL Claro, emigraron a Cúcuta y conformaron una familia con sus hijos LUIS ENRIQUE, ORFELINA, AURA, JUANA, CRISANTO y ROLANDO. MARÍA VEGA VEGA quien se casó con Ignacio Anseno Pérez y engendraron hijos como Alcibíades, que se fue a Villa de San Andrés, en las cercanías de Aguachica, Cesar; Ramón David que eligió irse a Cúcuta, N. S., y Leonilde, Luis Emilio y Lucia. Por lo demás, solo deseo que estos apuntes estimulen a otros de la descendencia, a enriquecer este relato, corregirlo si fuere necesario, y compartirlo, en homenaje a nuestros ancestros. EL
TALENTO PLAYOBELEMITA Nuestra tierra natal es esa antigua playa de la capellanía de los franciscanos, que tenían su convento, en el centro histórico del mismo nombre, en Ocaña. "El 4 de diciembre de 1862, el reverendo padre misionero fray Milán bendijo el templo. Don Justiniano Páez, en sus "Noticias históricas de la ciudad y provincia de Ocaña", dice que fue en este solemne acto cuando se le dio al caserío el nombre de La Playa de Belén". (Pérez Arévalo, Guido Antonio, "La Playa de Belén") ¡Somos Playobelemitas!... En buena hora los amigos de www. Estoraques.org, entre quienes se destaca el Doctor Guido Pérez Arévalo, han difundido a través del internet, este gentilicio acuñado por ellos, en los últimos años del siglo XX, para reemplazar el incompleto "Playeros"; puesto que no habitamos cualquier playa de mar o de río, sino el "paraíso de arena" hecho de "tierra de estoraques". Hablemos, entonces, del talento Playobelemita, nuestro talento, el talento de quienes hemos sido llamados a la vida en La Playa de Bélen, municipio del Norte de Santander. El talento Playobelemita está constituido por la herencia de nuestros antepasados y los esfuerzos de cada generación que se abre a la luz en nuestras casitas blancas rodeadas de estoraques. De nuestros antepasados, debemos hacer memoria de tres grupos de personas que mezclándose, dieron origen a lo que somos. Ellos son: En primer lugar los indígenas "patatoques, aratoques, aspasicas, borras, curasicas y peritamas. El cacique más importante fue Patatoque, cuya parcialidad tenía como vecinos a los indios oropomas y a los eborukos, y obedecía como éstos al cacique Bucurama, asentado en las serranías de Capitanlargo, de la comprensión de La Cruz, actual municipio de Abrego". En segundo lugar, los venidos de Europa, entre ellos, Españoles en mayor número, así como algunos italianos (a juzgar por los bellos rostros; característica muy particular del pueblo italiano) y alemanes, a juzgar por los ojos azules y cabellos rubios, característicos del pueblo alemán. En tercer lugar, los venidos desde el África para servir como esclavos del "amo Manzano" que dominó algún tiempo, lo que se constituyó en las capellanías de los franciscanos. Esto lo decimos, en referencia a la herencia recibida de nuestros antepasados, con seguridad presente en gran amplitud y precisión en nuestros genes, tal vez más, de lo que imaginamos; aunque la memoria histórica nos haya negado su registro. De los esfuerzos de las generaciones posteriores podemos y debemos recordar cinco datos, bien significativos: 1.1. LA ESPIRITUALIDAD CATÓLICA "El tiempo y las costumbres religiosas se encargaron de convertir las tierras de Patatoque en una capellanía de la Orden de San Francisco. La comunidad franciscana vendió a don Juan Esteban Vega, parte de aquel globo de terreno donde se desarrolló el municipio" (Guido Antonio Pérez Arévalo, La Playa de Belén, página 15). En el año 1851, JUAN ESTEBAN VEGA compra tierras a los Franciscanos de la época, en Ocaña; y en 1857, "en su marcha de la Cruz (hoy Abrego) hacia Aspasica, hallándose en visita pastoral el ilustrísimo Señor Obispo de Santa Marta, Fray Bernabé Rojas, de la Orden de los predicadores, se hospedó en el sitio Patatoque, en casa del señor Jesús Rueda. Allí el prelado celebró misa en Oratorio improvisado, terminada la cual, a petición de los señores Jesús Rueda, JUAN ESTEBAN VEGA y Tiburcio Alvarez, concedió licencia para edificar una capilla dedicada a San José en el paraje de llano alto, en donde construyó la primera casa, en el mismo año, la Señora María Claro de Sanguino" (Justiniano J. Páez, "Noticias Históricas de la ciudad y provincia de Ocaña" capítulo XX, Biblioteca de Autores Ocañeros). Los herederos de "Patatoque" abrieron sus corazones a las enseñanzas del Cristianismo universal, y se integraron como pueblo de Dios en la única Iglesia que Ora con María, la Iglesia católica. De este hecho, deducimos un primer gran talento playobelemita: el ejercicio de la espiritualidad católica como elemento de integración y desarrollo armónico. Aquí debemos destacar la Santidad de nuestros abuelos y abuelas, ahora en el cielo, y el hermoso ramillete presbiteral Playobelemita. Son inolvidables: Fray José María Arévalo Claro, Alejandrino Pérez Amaya, Domingo Claro y Campo Elías Claro Carrascal, Roberto y José de Jesús Claro, Alcides Velásquez Claro; y quiera Dios que seamos igualmente inolvidables: Mi padrino de confirmación Miguel Ángel Pacheco Claro, Ramón Carrascal Arévalo, Jesús Emiro Claro Torrado y quien aquí escribe, Jesús Aníbal Pérez Sánchez. 1.2. LA ACTIVIDAD LÚDICA La banda de músicos, de la vereda Montecitos, que bien quiso llamarse "Patatoque", aunque nunca lo logró, fue realmente famosa y querida; por ello, cariñosamente, fue llamada "La Gualicera (por su vestimenta color negro) o pateadora (porque llevaban el ritmo con los pies)". Sus integrantes de apellido Alvarez como Pacho, Luciano, Higinio, Emiliano, Gerardo, Víctor, Juancito y Encarnación; también, Alfonso Durán y otros, eran los señores de la Retreta dominical y de las mejores fiestas del pueblo. Así lo atestigua Nicolás Vega, nieto del fundador Juan Esteban Vega. Julián Arenas Pérez, más conocido como "Cayán" fue personaje de primera fila en la banda de músicos "La Merced", era "el marcante"; también el interprete magistral del armonio del Templo, con todas las solemnes alabanzas de fe, propias de su tiempo. En la banda de músicos "La Merced" se distinguieron otros talentos de Playobelemitas como Benjamín Claro, Jesús Bayona Pérez, Juan de Dios Claro, Manuel Guillermo Claro, Carmito Plata Ovallos, Hipólito Jaime, Roso Jácome, Jesús Ovallos Arenas y Benjamín Franco, entre otros. Luis Eduardo Coronel y Manuel Velásquez ejercitaban la música de cuerdas, con la maestría que exigían las más románticas serenatas de aquellos días. Otros músicos dignos de recordar son Roque, Élfido Arenas y Ciro Ovallos. También, "Las Hermanitas Pérez" Yolima y Aida, las hijas de Sara Vega y el escritor de novelas y cuentos cortos, Benjamín Pérez Pérez, el hijo de mi tío, en tercer grado, José Dolores Pérez y Fredesfinda Pérez. En los últimos años, es de destacar el talento musical de personas como Jesús Alonso Velásquez Claro, Campo Elías Pacheco Rueda, Octaviano Tarazona Ramírez, Estela Claro Velásquez, Agustín Pérez Velásquez, Fernando y Juan Velásquez León, Francisco León Álvarez, Alirio Álvarez Álvarez, Carlos Adolfo y Germán Ricardo Claro Claro, Leonardo Álvarez Arévalo y Luis Alberto Sánchez Serrano. Me cuenta la tía Élida Ovallos que Martha Vega, una de las conocidas "Veguitas" del pie de Llano Alto, nieta del fundador de nuestro pueblo, fue quien enseño la ejecución de la guitarra a Asdrúbal Páez. Martha Vega ejecutaba en el silencio de su ranchito humilde, instrumentos como la bandola, el tiple y la guitarra. El talento de la composición poética, de la declamación e interpretación musical, se han hecho notar en las familias Claro, Arévalo y Pacheco. Mención muy especial, merece Fray Campo Elías Claro Carrascal de la Orden de los Predicadores de Santo Domingo, un gran escritor, poeta y compositor; a él le debemos nuestro Himno Playobelemita. 1.3. EL LIDERAZGO POSITIVO Uno de los grandes talentos playoblemitas es el LIDERAZGO POSITIVO; así fue como se logró que "La cabecera municipal fue trasladada al corregimiento de La Playa de Belén por medio de la Ordenanza No. 3 de marzo 20 de 1930, después de un largo litigio"; en fin, donde a un Playobelemita, se le abre la puerta, de inmediato este hermano nuestro, sin dudarlo y con el mayor entusiasmo, asume un liderazgo positivo muy especial. Incluso cuando la situación se nos muestra adversa, y por circunstancias ajenas se nos relega, entonces somos como nuestros queridos estoraques, que aunque inservibles son dignos de admiración. Ni siquiera en "ruinas nos estamos quietos", incluso si solo tenemos viento, con ello somos capaces de mantenernos vivos y en Pax. Por ese liderazgo positivo que nos distingue es posible aplicar al Playobelemita relegado o momentáneamente fracasado, las palabras de los versos de Cote Lamus: "...
Aquí las ruinas no están quietas: el viento las modela. 1.4. EL AMOR POR LA AGRICULTURA Trabajar y trabajar como dice nuestro presidente "Uribe"; trabajar y trabajar una tierra estéril que a duras penas produce el pan de cada día, es un grandioso signo del amor Playobelemita por su tierra y por la extenuante labor de cultivarla. Es admirable el tesón y la perseverancia de nuestros agricultores Playobelemitas. 1.5. LA ARTESANIA Es admirable el talento innato de nuestros artesanos y artesanas playoblemitas, como Faride Luna, Aura Elsa Sánchez de Pérez e Hijas, los hijos de Emiro Ramírez como Martín y Juan, Miguel Pérez Claro, Benjamín Claro Lozano y Aliro Claro, entre otros. Nuestros caseros, pequeños grandes artesanos no son egresados de ninguna escuela de bellas artes, y sin embargo, bien podrían ser titulares de cualquiera de ellas. Son autodidactas: ¿Quién le enseñó a bordar, a diseñar, a tejer, etc. a mi mamá?... Y sin embargo, es maravilloso el talento que le distingue a ella, y a todos nuestros artesanos Playobelemitas. 2. GRANDES ENEMIGOS DEL TALENTO PLAYOBELEMITA El talento Playobelemita es como la tierra Playoblemita: muy susceptible a la erosión causada por fenómenos como la depresión y el alcoholismo. 2.1. LA DEPRESIÓN Las personas que padecen de depresión tienen ciertos síntomas característicos como la pérdida del interés en las cosas que antes disfrutaba. Sentirse triste, decaído emocionalmente o cabizbajo. La Depresión es un estado emocional de abatimiento, tristeza, sentimiento de indignidad, de culpa. La misma lleva al que la siente, a la soledad, la pérdida de motivación, el retraso motor y la fatiga. Puede llegar incluso a convertirse en un trastorno psicótico donde el individuo se queda completamente incapacitado para actuar en forma normal en su vida de relación. Las personas deprimidas se consideran desgraciadas, frustradas, humilladas, rechazadas o castigadas. Miran el futuro sin esperanza. La primera causa de esta enfermedad es la herencia genética, y creo que es la principal causa cuando afecta a los Playobelemitas. A propósito un consejo de Wayne W. Dyer: "Tus emociones no deben ser paralizadoras... No deberían impedirte ser todo lo que puedes ser". 2.2. EL ALCOHOLISMO El alcohol mata, porque destruye el cerebro, afectando la memoria y opacando el juicio; obliga a la acumulación de grasas que afectan el corazón; envenena los pulmones e inflama el páncreas, debilita los huesos y destruye el hígado; aumenta el ácido úrico y causa artritis en manos, pies y otras articulaciones. CONCLUSIÓN Me es grato concluir, aplaudiendo y asumiendo el sentimiento de un extraordinario Playobelemita, hombre público, caracterizado por un sin igual don de gentes, y sobre todo por su liderazgo positivo. Así se expresa el Doctor Guido Pérez Arévalo, en su escrito: Evocación: "La gente de mi tierra es sencilla; no tiene abolengos que limiten su convivencia ni castas que degraden la dignidad. Sacerdotes ilustres, escritores, agricultores laboriosos, comerciantes honrados, y profesionales en todas las áreas académicas, conforman su valioso patrimonio regional". (Pérez Arévalo, Guido Antonio, "EVOCACIÓN", www. Estoraques.org) Finalmente, como el talento Playobelemita se cultiva en la pequeña Iglesia de cada hogar, quiero elevar al Cielo, en el sagrado corazón del Padre Campo, una plegaria, atreviéndome a parodiar uno de sus magistrales versos de "El porro de los Estoraques": "Oh
Playa querida, mi Playa de Belén: (SAUDADES, Fray Campo Elías Claro Carrascal, O. P., página 85, publicaciones Santo | |||||||