MAGNÍFICO VIADUCTO
Por Orlando Clavijo Torrado

 

"¿Cómo le parece la inversión de 163.000 millones de pesos a Bucarasica?", me dijo en estos días un amigo. Yo, que conozco muy bien dicha población y sé que no tiene sino una sola calle empinada, con el parque más pequeño de todas las cabeceras municipales, y que todo allí es en miniatura, no le entendí la ironía, y me representaba idealmente en dónde podía caber tanto billete pues el terreno no alcanza para levantar edificios, puentes, calles o cualquier otra construcción de alguna envergadura. "¿Enchaparon de oro la alcaldía?", le pregunté, "o le instalaron un teleférico desde La Sanjuana?".

Poca gente, aún en la gobernación del departamento, conoce que existe el municipio de Bucarasica, y menos aún que el corregimiento de La Curva está en su jurisdicción. (Dudo de que al joven y humilde alcalde lo hayan invitado a la inauguración del viaducto o lo dejen asomar y menos posar para la foto histórica). Los periodistas, cuando informan de lo que allí acontece - siempre algo negativo como accidentes de tránsito, deslizamiento de la montaña en formación, secuestros y asaltos -, asumen que La Curva pertenece al municipio de Sardinata; nadie está enterado de que los límites de Bucarasica tocan también con el municipio de Ábrego. En contraste con su población, sus linderos son amplios.

La aldea de La Curva recibió el nombre de "Uribe Uribe" en los años 30 del siglo XX; fue rebautizada así por el pequeño grupo de liberales que la convirtió en un fortín, los que sostenían que en la guerra de Los Mil Días el general Uribe habría pasado por allí; pocos años después el Conservatismo volvió a hacerse mayoritario. En un principio se había llamado Malabrigo, al igual que una vereda de Ábrego. En los años 50 los operarios de la carretera la denominaron La Curva. Promediando los años 60 fue un puerto terrestre con gran auge comercial gracias a personajes dinámicos y de considerable fortuna como Juan Vaca, Blas Peñaranda, José Isabel Quintero, Isaías Sepúlveda, Rafael Rosas, los Criado, los Ascanio, los Arévalo, los Calderón y los Rangel. Hasta hace 40 años hubo puesto de Policía, pero ocurrió que un maestro de escuela se embriagó hasta los calzoncillos y los agentes no tenían más que hacer que llevar jumados al calabozo; a éste, además, le propinaron una paliza; el maestro le puso la queja a su primo que era Director de Justicia del Departamento, quien la cursó al Comando de Norte de Santander: el villorrio se quedó en adelante sin quien controlara ni los borrachos. La presencia continua de guerrilleros obligó a montar una base del Ejército y tanques de guerra arriba del serpenteado caserío.

 

¿163.000 millones para Bucarasica? Mi contertulio me sacó al fin de mis cavilaciones: "Se trata del viaducto de La Curva. Todo ese platalón y más todavía costó pues hay que contar los recursos que le invirtieron antes a la carretera". Convinimos en que en últimas no importa cuánto dinero consumió sino el beneficio que involucra: en adelante ya no veremos tractocamiones volcados en mitad de la ruta, o microbuses pegados al abismo arriesgándose a cruzar por dos metros de carretera. ¡Quiera Dios que no haya más víctimas mortales en ese antes pequeño tramo arqueado de la vía entre Cúcuta y Ocaña!

Foto de Miguel Palacios, publicada el 13 de febrero de 2013 por el diario La Opinión.

En verdad la obra ingenieril es impresionante y admirable en aquella terrible hondonada humedecida por las aguas de la quebrada Las Indias. Merece todos los encomios.

Llegó el momento, entonces, de que Bucarasica salga del anonimato puesto que tendrá algo digno de mostrar: el viaducto de La Curva.

orlandoclavijotorrado@yahoo.es

17 de febrero de 2013.