Yo

opino

Mery Lorena
Tarazona Claro

Acá no pasa nada
Actualidad nacional

Nuestro país afronta serios inconvenientes de carácter social, cultural, económico y moral; lo paradójico es que mientras esto sucede, nuestros representantes en el alto gobierno se dedican a debatir temas banales y nosotros en la tranquilidad de nuestras casas vemos como pasan las cosas e insistimos en "delegar responsabilidades".

Estamos en medio de un gran paro de transportadores y sin embargo, las soluciones no se ven.

El gobierno "tira" para un lado y los transportadores para el otro. Mientras ellos se debaten entre lo que es justo y lo que no, el resto del país, los otros millones de colombianos que dependemos de que el alimento llegue a la central de abastos para consumir, o los que dependen de que su producto pueda ser transportado y vendido después de varios meses de cosecha, ¿dónde quedamos? De esto no se salva nadie, porque si nos descuidamos unos cuantos días más, se terminarán del todo las reservas que quedan para la producción de concentrado para aves, y miles de pollos de engorde y de gallinas ponedoras se quedarán sin alimento, entonces, ¿les preparamos arepa con queso para el desayuno a ellos también?

Los precios suben, cada vez más, algunos triplican su valor normal y seguimos convencidos que "acá no pasa nada". Será que nadie del alto gobierno o los representantes del gremio camionero se han sentado a pensar en las pérdidas millonarias que se están generando, o será que ¿creen que las toneladas de plátano que se están quedando sin movilizar diariamente pueden esperar a que el paro pase?

La situación es complicada, pero como en este país los problemas "ajenos" nos tienen sin cuidado, sentémonos a esperar tranquilos, que todo esto algún día pasará.

Mientras tanto, esperemos esta semana, para ver cual "Honorable Congresista" resulta implicado con Parapolítica, Farcpolítica, Yidispolítica o cualquiera de esas nuevas palabritas que diariamente se inventa el país para darle un nombre a la corrupción sin que suene "feo".

O mejor aún, esperemos que sea domingo, que empiece el fútbol y los equipos enfrenten su lucha por el campeonato mientras que en las calles los hinchas se desafían, en muchos casos a muerte, por defender "la camiseta".

Tranquilos amigos, "acá no pasa nada".

El Festival de Verano avanza (excelentes espectáculos, por cierto) pero como acá no pasa nada, nadie les ha contado el verdadero riesgo que se corre al asistir a un evento en sitios que no son capaces de albergar la cantidad de personas que llegan. Y no solo pasa en Bogotá, se vive en todo el país, o si no, recuerden cómo nos fue con el concierto de Peter Manjares en La Playa de Belén. Necesitamos con urgencia espacios para el sano esparcimiento, especialmente espacios deportivos.

Sigue la lucha por la erradicación de cultivos ilícitos para que Colombia no siga exportando a otros países estas sustancias tan dañinas; pobres gringos y pobres europeos con sus vicios, menos mal que "acá no pasa nada", aunque de los consumidores de droga en el país aproximadamente el 80% sean menores de edad, que en la mayoría de los casos no pasan de los 15 años.

Casi se me olvida, la edad promedio en que los colombianos empiezan a fumar está sobre los 13 años y el alcohol se vende a menores de edad sin mucha restricción, pero acá no pasa nada. Esperemos que la industria tabacalera siga poniendo mensajitos en "letrica pequeña" en los comerciales y que los letreritos de: "acá no vendemos alcohol a menores de edad" algún día se hagan efectivos. Mientras tanto, que el gobierno solucione como pueda estos inconvenientes, porque en las casas los padres de familia tienen muchas novelas que ver, como para observar que los niños llegan oliendo a cigarrillo y en el peor de los casos borrachos.

Menos mal que "Acá no pasa nada", y pasa tan poquito, que para hacer esta crónica me bastó con leer una que otra noticia en el periódico, y escuchar menos de 10 minutos de radio al día.

Tomemos conciencia de lo que pasa a nuestro alrededor, el cambio no llega si no lo propiciamos. Si cada quien no inicia su propia lucha, la lucha de las masas terminará por ser solo la marcha de un día, la protesta frente a un Ministerio o una mediocre conformidad nacional.


Mery Lorena Tarazona Claro
Bogotá, Agosto 13 de 2008