MI VIEJA... Recuerdos del ayer

Mery Lorena Tarazona Claro


Recordando los buenos tiempos y la sonrisa casi perdida de ellos… Recordando a esa, la vieja casa… Esa que hoy me sabe a ausencia, la que con el paso de los años se llenó de trastos que algunos pocos creen importantes... De esos trastos que nos son viejos como los recuerdos… Que no huelen a ese ayer que de niña soñaba con que fuera mi vida, de esas historias tan inigualables y tan irrepetibles…

Pensando en las muchas cosas que se marcharon en el afán por ser "grandes", en las dichas espontáneas por cosas insignificantes…

En el café de las 5 a.m., en las misas de diciembre, en el viejo sombrero del abuelo, en las muchas noches en las que llenaba mis ojos de lágrimas por no ser lo suficientemente grande para ir con mi viejo a acompañarlo a la iglesia en Semana Santa a ponerse su vestido de nazareno…

Recordando aquel asiento de madera que las termitas están llevando a ser un chéchere más… los días, las noches y esas lindas madrugadas…

Pensando en como poco a poco he visto irse a esa gente que hoy quiero a mi lado… y en cuánto duele cuando los viejos se nos van para no volver… cuando comprendemos que los recuerdos no vendrán del pasado para volverse reales…

Volando tan lejos que he olvidado el acá y el ahora… Este presente que no me sabe a niñez, que no me suena a música de cuerda… Pero en el que sigue ella, la de siempre, la inderrumbable, la que nunca permitió ni permitirá que nuestras sonrisas se opaquen…

Ella, la fuerte, la invencible, la que el dolor no derrumba… La abatida por la vida, la que vió llegar la viudez y continuó viviendo en la soledad de su casa… La que prefirió llorar en silencio antes que vernos sufrir su tristeza…
La fuerte, la tierna, la que nos enseñó lo que significaba el compartir… La que bajo sus blancos cabellos esconde la madurez y el cariño que ninguna más tendría… La que sigue siendo bella como ninguna…

Ella, la que no quisiera que el paso de los años me arrebate, la razón de ser de mi familia, el pilar de la vieja casa donde corríamos y soñábamos y por la que hoy solo caminamos como quien ve algo que no tiene importancia…

Ella, el recuerdo constante de la más linda niñez y el amor de toda una vida… Ella… Mi vieja, mi querida abuela!!!

Bogotá, Mayo 9 de 2007

"Nueve, un día que me recuerda mes a mes
a los dos viejos que se marcharon
una fría noche de diciembre".