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La aventura no termina ahí, llegamos a El Carmen de Viboral en donde visité la fábrica de vajillas -todo es hecho a mano- donde recibí un hermoso regalo. Cuando pensaba que el día terminaba y con éste las sorpresas, llegamos al centro recreacional Tutucán. Ese día terminó conociendo mil cosas. | |||||||||||
Al día siguiente luego de compartir un desayuno familiar salimos a recorrer Medellín en metro y metro cable. Una gran experiencia. Ese día no podía terminar mejor, mi Nacional del alma jugaba su primer partido del torneo esa noche y la sorpresa fue mayor cuando recibí boletas de preferencial y artículos de la tienda verde para disfrutar como Dios manda ese partido, la emoción fue mucha. | |||||||||||
Otro día comenzaba lleno de sorpresas, fue recorrer durante la mañana la ciudad pero en helicóptero y luego lo que tanto estaba esperando: visitar a mi gran amigo, a quien hacía muchos años no veía, el profesor Luis Fernando Montoya (en Caldas), fue una tarde inolvidable al lado del campeón de la vida. | |||||||||||
Quien recuerda mucho lo que fue su única visita a La Playa y lleno de emoción me decía: "Tengo que volver. Mis compañeros de Caracol en broma siempre me decían usted todo lo compara con su pueblo, con La Playa, las comidas, la gente, los paisajes. Porque mi tierra siempre la llevo en mi corazón. Así terminó mi gran experiencia en Caracol y Bancolombia más cerca. Pero gracias a Dios vendrán mas porque ya hay compromisos que nos llevan a mostrar esos Diciembres del pueblo más hermoso del mundo, esas novenas con vacas locas incluidas. | |||||||||||