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un día como hoy 29 de noviembre a sus 83 años, falleció en
la ciudad de Bogotá Fray Campo Elías Claro Carrascal, de la Orden
de Predicadores de Colombia. Muchos Playeros de las generaciones de 1.940 a 1.990
seguramente conservan un grato recuerdo de su personalidad, alguna anécdota
vivida, momentos compartidos de agradable conversación, la declamación
de alguno de sus poemas o la entonación emocionada del porro de los estoraques
en más de una ocasión. El
padre Campo, como familiarmente lo llamábamos, fue un Playero no solo de
nacimiento, sino de "alma, vida y gorrete" como él mismo
solía afirmar; sentimientos que quedaron muy bien plasmados en su libro
de poemas "Saudades" publicado con la ayuda generosa de Guido,
Álvaro y la Comunidad Dominicana. Al
padre Campo, entre muchas de sus posibilidades, Dios le dio la fortuna de servir
como educador y guía espiritual; como miembro de la Comunidad Dominicana,
puso al servicio de más de una familia Playera la oferta institucional.
Un número importante de muchachos de la época, tuvieron la oportunidad
de realizar sus estudios de Bachillerato en el Colegio Santo Tomás en Bogotá,
lo que hoy parece sencillo y de fácil acceso para un joven Playero, hace
50 años no lo era tanto. Más de uno tuvimos la posibilidad de acceder
a una formación profesional, gracias a su desinteresada y efectiva su gestión.
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| Pero,
ante todo, el Padre Campo, fue un hermoso ser humano. Con unos preciosos ojos
verdes de una mirada firme, profunda y a veces melancólica, trasparente
y honorable en su actuar hizo honor a su apellido toda su vida. En
los años que Dios me dio la fortuna de conocerle, no escuché nunca
una queja o un lamento por un mal día, por los malos gobiernos, por las
malas personas, por enfermedades o por la ausencia de dinero; un mal hábito
que hoy muchos desafortunadamente tenemos y cultivamos en nuestra vida cotidiana.
El Padre Campo,
vivió y murió con una profunda Fe y complacido de la gracia divina.
Su personalidad y su actuar siempre estuvieron enmarcados dentro de la "Sencillez"
y la "Humildad". Seguramente algunos paisanos al leer esta semblanza
no estarán completamente de acuerdo, pero cómo no recordar a aquellas
personas que han dejado huella en nuestras vidas y de las cuales nos sentimos
orgullosos de haber conocido. Hoy he querido compartir este sentimiento, pienso
que a todos nos viene bien; a los mayores para recordar y los jóvenes para
acercarse y conocer algo más del perfil de aquellos Playeros que han tenido
un significado importante en la vida de los que nacimos en La Playa de Belén.
Historias de personas que nos deben convocar a emular el buen ejemplo; a servir
desinteresadamente, a no desperdiciar la oportunidad de ayudar a alguien. Todos
sabemos que más de un playero lo hace sin mucha bulla, sin aspavientos
y sin esperar reconocimientos. Para
terminar, comentaba que las cualidades que mas admiré del Padre Campo fueron
su humildad y su sencillez; cuando conversábamos y comentábamos
de algún personaje que en la vida laboral se las daba de "Café
con leche", como decimos los playeros, el usaba una frase, que no se si era
de su autoría (vale investigar, si no para patentarla), frase que segurante
marcó mucho su derrotero en La vida, decía: "Aquel que nunca
fue cosa, y cosa llega a ser, quiere ser tan grande cosa, que no hay cosa peor
que él". Para
que el legado del Padre Campo tenga continuidad, propongo a las autoridades del
Municipio la creación de el Fondo beca de estudios técnicos o de
pregrado "Fray Campo Elías Claro Carrascal" y así como
él fue uno de los pioneros en acercar a muchos Playeros a la academia
hoy muchos otros jóvenes de escasos recursos de nuestro municipio tengan
la oportunidad de acceder a los estudios superiores a través de esta ayuda.
Escrito con todo
el cariño, para recordar y no olvidar a esas personas que han dejado profunda
huella en nuestra vida. Un abrazo para todos, Luz Marina. | | |
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