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Las
recientes mesas de trabajo convocadas por la Alcaldía de Ocaña y
la Gobernación de Norte de Santander, para la elaboración participativa
de los respectivos planes de desarrollo, han sido una muestra de la voluntad popular
por participar en la confección de unos documentos que sirvan como base
para enrumbar, tanto a Norte de Santander como a los municipios de la subregión
occidental y a Ocaña, hacia un desarrollo armónico que tanta falta
nos ha hecho. Que
la afluencia de personas fue muy poca, se quejaban algunos, pero en estas cosas,
que son ejercicios de planificación y que requieren al menos de un mínimo
sacrificio debido a las actividades laborales, están los que tienen un
interés real en el asunto y no acuden simplemente para ver qué de
la "torta" les va a tocar individualmente. Claro que hicieron falta,
por ejemplo, representantes del deporte, de la cultura, de las organizaciones
ambientales, de los gremios de ingenieros y arquitectos, del sector salud, de
escuelas, colegios y universidades, etc. !Cada quien sabrá por qué
no asistió! Pero,
en fin, se hizo juiciosamente el ejercicio, primero con la administración
municipal y luego con el acompañamiento de los funcionarios y secretarios
de despacho del Gobernador Edgar Díaz. Uno de los casos, que siempre se
ven estos certámenes de interés público, es el relativo a
la presencia multitudinaria de "lagartos" que ni siquiera se hicieron
presentes en las mesas de trabajo, pero si llegaron el viernes, cuando se enteraron
que el señor Gobernador asistiría a la clausura de las mesas. A
estas personas, para nada les interesó cómo habían quedado
los documentos finales redactados en las mesas, si había faltado algo o
si la redacción era correcta. Sólo les movió el particularísimo
interés estomacal que siempre busca, no el bienestar de la comunidad sino
la satisfacción de lo propio. Colas de personas tras del señor Alcalde
y tras del señor Gobernador para pedirle "cosas"! Bueno,
así es nuestra Democracia que aún se mantiene algo distante de lo
que la Constitución del 91 prescribe como "Participación Comunitaria".
Lo bueno de los dos eventos, es que se logró identificar problemas, fallas
estructurales en la institucionalidad, falta de presencia estatal en áreas
críticas de Norte de Santander y los barrios de Ocaña, que aspiramos
sean resueltas con la elaboración de unos planes de desarrollo bien sólidos,
objetivos, realizables y con buenas posibilidades de financiación. Para
eso eran las mesas. Para planificar, entre todos, el rumbo que habrán de
tomar las administraciones municipales de la subregión occidental y de
todo el departamento Norte de Santander. En materia de cultura, creo que hicimos un buen ejercicio y de ambas convocatorias salió el compromiso formal de redactar el Plan de Desarrollo Cultural Municipal para estos cuatros años que comenzamos en 2012. Menos espectáculo vano y más formación y fortalecimiento a todas las manifestaciones culturales, incluyendo, por supuesto, la infraestructura, la planificación y la popularización de políticas claras que ayuden a elevar la calidad de vida de los habitantes del municipio de Ocaña y de todo el Departamento. Quienes estén interesados en las conclusiones de la mesa de cultura del departamento, pueden solicitarlas en el Museo Antón García de Bonilla, donde tenemos copia digital del documento. | |||||||