Perfil
de un pueblo, se denomina esta obra, que es la segunda edición de la editada
en 1964 en la Editorial Oropoma de Ocaña, por el doctor Hipólito
Latorre Gamboa, vinculado a Convención durante muchos años, y por
quien los convencionistas y los intelectuales de la región sienten gran
afecto. Hipólito Latorre llegó a Convención en 1953 como
Director de Prácticas Pedagógicas en la Escuela Normal Nacional,
ocupando luego importantes cargos en la Secretaría de Educación
de Norte de Santander.
En
carta dirigida al doctor Olger García, el pasado año, destaca el
autor de Perfil de un pueblo: "La índole de mi labor me permitió
conocer en buena parte al municipio; sus veredas, sus barrios, sus instituciones,
su gente, su geografía, sus recursos, su historia, sus valor, en fin, todo
lo que constituía su haber patrimonial por aquella época. Transité
por sus caminos veredales y por sus calles empedradas, fue miembro del Club Convención
y cofundador del Club de Leones; me integré a la comunidad y participé
en las Fiestas julianas y en las actividades cívicas y culturales; visité
las escuelas rurales del municipio para prestar asesoría pedagógica
y, junto con los profesores, estuve en contacto con la población campesina
para darle a los labriegos orientación técnica en su labor agrícola".
Es
destacable la labor del doctor Hipólito Latorre como uno de los más
fieles intérpretes del alma convencionista. Perfil de un pueblo se constituye
en uno de los aportes más significativos a la historiografía de
Convención y de Norte de Santander. Su amena lectura y sus incontables
datos, son herramientas disponibles y actuales para los estudiosos de la historia
regional. No en vano, el doctor Ciro Alfonso Lobo Serna, en nota publicada en
1964, se refiere elogiosamente al doctor Latorre Gamboa, señalando que
"este afortunado autor, por exceso de modestia, miró DE PERFIL lo
que escribió DE FRENTE. Es que en las páginas de Perfil de un pueblo
se puede ver y apreciar a Convención cara a cara, y no de soslayo como
el título del libro sugiere".