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Ocaña, 21 de marzo de 2013 Hace unos días recibí desde Ocaña un correo electrónico de un buen amigo, en el cual me remitía un artículo, sin firma, tildando a Mario Javier Pacheco García de "capo" de la cultura ocañera y haciendo una serie de señalamientos que afectan de manera directa el buen nombre y la honra de entidades culturales de la sociedad civil a las cuales estoy vinculado desde hace años. El pasquín, enviado a través de correos electrónicos, habla así de las entidades a que hago referencia: "Dentro de las empresas fachadas que tiene la famiempresa Pacheco-García se cuentan: Funeducar, asociación Juan Crisóstomo Pacheco, Academia de Historia, Corporación desfile de los genitores, Vigías del patrimonio, fundación centro cultural de la biblioteca pública municipal Mario Javier pacheco García, Fundación Catatumbo vive". En mi calidad de Presidente y Representante legal de la Academia de Historia de Ocaña, miembro de la Asociación "Juan C. Pacheco" - Vigías del Patrimonio Cultural - miembro de la asociación de Escritores de la provincia de Ocaña y Sur del Cesar y asesor histórico de la Corporación Cultural y Artística Desfile de los Genitores, es mi deber hacer aquí algunas consideraciones ante los reiterados ataques de que hemos sido víctimas, tanto el escritor Mario Javier Pacheco García como mi esposa Martha Pacheco de Páez, y ahora las señoras Clemencia Patiño Pacheco, Magola Numa de Peñaranda, de la Corporación Cultural y Artística "Desfile de los Genitores", el escritor Benjamín Casadiego y la recientemente creada Asociación de Escritores de la Provincia de Ocaña y Sur del Cesar, cuyo Presidente, el docente y poeta Jorge H. Serna tuvo la valentía y el decoro de remitirnos una nota de solidaridad ante los ataques que recibí. Me une con el escritor Mario Javier Pacheco García una amistad que se remonta a 1972, cuando creamos el Grupo Escénico GEO y los afectos derivados de ser él mi cuñado, hermano de mi esposa Martha Pacheco García. Por ello estoy en la obligación moral e intelectual de proceder contra cualquier manifestación que ponga en tela de juicio la honorabilidad de mi familia, sobre todo cuando procede de gente inescrupulosa que utiliza el conocimiento, no como herramienta para la búsqueda de la Verdad y la superación espiritual y humana sino como arma homicida. ¡Lástima que sean nacidos en este mismo suelo ocañero al que nos debemos por entero! 1.- Desde el año pasado, comenzaron a publicarse en el semanario Ocaña 7 Días, artículos que atacaban la labor de la Academia de Historia de Ocaña que luego se aumentarían con la aparición de la gacetilla Marginales, dirigida por, Alfredo Luis Lobo Quintana, Raúl Amaya Álvarez y Joaquín Santana Barbosa. De manera reiterada, los artículos referidos a la Academia de Historia, la Corporación Desfile de los Genitores o los Vigías del Patrimonio Cultural señalaban presuntos malos manejos por parte de quienes hemos estado al frente de estas organizaciones, buscando con ellos, quizás, desprestigiar las actividades desarrolladas e indisponer a la comunidad contra nosotros. Una estratagema similar organizó la administración de Yebrail Haddad Linero al incluir en una publicación oficial una supuesta partida de 100 millones de pesos para el Desfile de los Genitores que nunca se hizo, y obligó al mandatario a rectificar públicamente el contenido de aquella publicación después de un candente debate que conoció todo el pueblo ocañero. 2.- Los artículos de Marginales, suscritos por Álvaro Páez García, por "Al Ramá" ("Al"=Alfredo; "Ramá"=Raúl Amaya), por Alfredo Luis Lobo Quintana y por "Petronio" (otra vez Alfredo Luis Lobo), publicados en la edición N° 1 de la gacetilla, se enfocaron directamente contra quien esto escribe y la Academia de Historia de Ocaña. En publicaciones posteriores los blancos de los ataques serían Mario Javier Pacheco, Martha Pacheco y las entidades que estas personas representan en Ocaña. Tal sería el sartal de señalamientos que Mario Javier Pacheco dirigió una carta pública a los directores de Marginales, fechada el 11 de agosto de 2012, cuyo contenido también es de conocimiento público. 3.- Finalmente, y en esta misma sucesión de ataques, difamaciones y calumnias desde comienzos del mes de marzo de 2013 comenzó a circular en la red un panfleto remitido por un correo electrónico que presuntamente corresponde a jesusbarbosa1974@gmail.com, bajo el título de "El capo Pacheco", donde se arremete directamente contra el escritor Mario Javier Pacheco García y, de paso, contra la Academia de Historia de Ocaña, Vigías del patrimonio Cultural, Corporación Cultural y Artística Desfile de los Genitores y la Asociación de Escritores de la provincia de Ocaña. Entrar aquí a enumerar las ejecutorias de todas y cada una de estas instituciones culturales sería bastante dispendioso y superfluo, toda vez que sus respectivas actividades son ampliamente conocidas por el pueblo ocañero, en la región, el departamento y la nación, a través de las publicaciones periódicas oficiales locales (revista Hacaritama, semanarios Ocaña 7 días, Semanario La provincia, El Informador del Oriente, diario La Opinión, entre otros) y los sitios web culturales y académicos que existen en Norte de Santander y el país), Pero como quiera que no pudieron conseguir sus propósitos de desprestigiar ni a personas ni a entidades con la avalancha de canalladas publicadas por Marginales en sus números anteriores, los instigadores de esta campaña malsana han optado por acudir al pasquín, al anónimo, esperando no ser detectados por las autoridades competentes que investigan los llamados delitos informáticos. 4.- Algo que si debo indicar en estas líneas, es mi derecho pleno a trabajar en actividades que vengo desarrollando hace ya cerca de 50 años: la Cultura y el Periodismo. En este orden de ideas, mis trabajos como investigador de la historia de mi tierra y de mi región, así como las publicaciones que he realizado a lo largo de todos estos años, han recibido algún reconocimiento en Ocaña y por fuera de ella, por parte de historiadores e intelectuales, cosa que me llena de satisfacción y orgullo. He desempeñado en el pasado y lo hago actualmente, cargos públicos referentes a la actividad cultural y de ello vivo. Comencé como Investigador del desaparecido Instituto Colombiano de Cultura (hoy Ministerio), y luego como Director de la Biblioteca Pública Municipal "Luis Eduardo Páez Courvel" en dos ocasiones, para terminar hoy en día como Director de los Museos del Ministerio de Cultura en Ocaña. En el desempeño de todas estas actividades traté siempre de dar lo mejor de mí para posicionar y reinstitucionalizar lo que me entregaron en estado cadavérico y nunca fui objeto de investigaciones por malversación de dineros públicos. En este mismo sentido, desde 2002 asumí la Presidencia de la Academia de Historia de Ocaña, cargo que hoy ostento gracias a la confianza que en mí han depositado mis colegas, logrando proyectar departamental y nacionalmente le entidad y administrando con decoro los recursos que el programa Nacional de Concertación nos ha venido entregando para adelantar proyectos culturales de beneficio social, educativo y académico. A quienes afirman maliciosamente que "vivo de la cultura", debo decirles que, en efecto, así es. Vivo de la cultura como el médico, el ingeniero, el docente, el arquitecto viven de sus respectivas profesiones. Hago lo que aprendí a hacer durante muchos años de lecturas y ejercicio de la escritura y trato de compartir lo poco o mucho que pueda saber con la gente. Nunca me he escondido tras la máscara oprobiosa del anonimato para controvertir lo que considero nocivo para mi tierra a la cual defiendo y defenderé de sus enemigos hasta las últimas consecuencias. No le temí ni le temo a quienes usan la violencia, verbal, escrita o física, para amedrentar o tratar de imponer sus criterios, que le quede eso bien claro a los directores de Marginales y a la cuerda de articulistas mendaces que les acompañan. No se diga ahora que estoy atacando la libertad de expresión o de prensa que es muy válida cuando se ejerce con responsabilidad y decoro y por cuya defensa recibí, incluso, amenazas de muerte en el año 2006 junto con otros periodistas y figuras públicas de Ocaña. Con relación al debate sobre los contenidos de mis publicaciones, ahí está abierta la puerta desde 1974 para que se haga, se produzcan las críticas de formas y contenidos, de aciertos o desaciertos metodológicos en materia historiográfica, de criterios, etc. Nada de esto he visto ni en Marginales ni en ninguna otra publicación de Norte de Santander, excepción hecha de los comentarios de escritores, historiadores e intelectuales o de las citas académicas que mis libros tienen en trabajos o ensayos académicos regionales, departamentales o nacionales. Fácil será para cualquier lector buscar en Internet mi hoja de vida, los registros noticiosos de las actividades lideradas por la Academia de Historia de Ocaña, los reconocimientos nacionales hechos por el Ministerio de Cultura a los Vigías del Patrimonio Cultural y lo que se ha dicho sobre mis libros en algunas de las Ferias Internacionales del libro de Bogotá. 5.-
Resulta bien curioso como quienes en algún momento manifestaron ser nuestros
amigos y alentaron, incluso, nuestros ejercicios intelectuales, de repente se
cambiaron a encarnizados enemigos utilizando cuanta arma baja puede concebirse
para tratar de destruirnos. Esto es algo que aún me asombra. Me parece
también canallesco el hecho de que se utilice la tribuna periodística
y la libertad de expresión que nos dan las leyes, para tratar de acabar
con instituciones que llevan muchos años de modesto pero efectivo trabajo
en pro de la investigación histórica, el patrimonio cultural, las
artes, las letras y la cultura, en general. En todo este ominoso teatro que montaron
los directores de la gacetilla Marginales, se trasladaron a las páginas
de prensa los problemas personales de Raúl Amaya Álvarez contra
Mario Javier Pacheco García y los de Álvaro Páez García
contra mí. Los casos de Alfredo Luis Lobo Quintana y Joaquín Santana
Barbosa, habría que entrar a analizarlos detenidamente, porque uno tampoco
se explica cómo siendo directores de Marginales permiten que desde sus
páginas se emprenda este tipo de campañas de desprestigio. Eso ni
siquiera se estilaba en la Gota fría, pasquín que muchos ocañeros
recordarán y cuyos directores también son muy conocidos. ¿Qué
les pasa a estos personajes? ¿Nostalgia porque nunca en su vida se les
ha erigido monumento alguno o se les ha hecho público reconocimiento? ¿Ojeriza
politiquera porque no compartimos con ellos sus posiciones de izquierda trasnochada?
Porque, incluso parece que les molesta muchos que yo apoye públicamente
como lo he hecho y lo sigo haciendo, al Representante a la Cámara Ciro
Rodríguez Pinzón, víctima también de sus aberrantes
comentarios. 6.- "Entregamos a la sociedad ocañera y la de sus pueblos circunvecinos un periódico con el único propósito de ver en él el reflejo del pensamiento expuesto para el debate, la opinión de quienes con altura y con nobleza expongan sus asertos, sus disensiones". Este es el encabezamiento del editorial que contiene la edición N° 1 de Marginales (el subrayado es nuestro), ¿Concuerda lo allí expresado con el contenido del periódico? Recomiendo a todos su relectura, porque eso de "con altura y con nobleza" no aparece por parte alguna. 7.- La descalificación de lo que se trata de hacer por la cultura ocañera y la retórica utilizada por estos personajes que lideran los ataques, no tiene precedentes en la historia de Ocaña, yo creo que ni siquiera en los años turbios de los enfrentamientos entre liberales y conservadores a través de la prensa ocañera. Ni una sola prueba fehaciente, ni un solo documento válido desde el punto de vista jurídico han sido presentados por los columnistas que citamos arriba para comprobar malversaciones de fondos, robos, etc. Por ello lo que procederá, de aquí en adelante, es la acción oportuna de la justicia en la cual, como siempre, confiamos para que, de una vez por todas se termine esa costumbre perniciosa de difamar, de tratar de destruir honras ajenas, de calumniar a la gentes como si estuviésemos en un país de cafres y no en un Estado de derecho. Es imperativo que cese el terrorismo moral y periodístico, muy ajeno a lo que comúnmente se conoce como Libertad de Opinión o de prensa, que se viene ejerciendo, primero desde las páginas de Marginales y luego desde la sombra del anónimo y el pasquín, sobre todo en una región donde ya estamos hasta la coronilla del terrorismo guerrillero. Eso de que ahora ciertas personas se arroguen la posición de Inspectores de Cultura, al estilo de Cuba o siguiendo los derroteros del gobierno revolucionario de Venezuela no debe hacer carrera en Colombia y menos en Ocaña. Agradezco la gallardía, el valor civil y la solidaridad de escritores, artistas, intelectuales y miembros de las colonias ocañeras provinciales de Cali, Cúcuta, Bucaramanga, Bogotá y Cartagena ante esta situación y reitero con firmeza aquello que manifesté en 2006 en la radio local a quienes me habían mandado el sufragio amenazando mi vida: No me van a sacar de Ocaña, mi tierra, ni van a callarme, y han perdido lastimosamente la plata que invirtieron en papel y en ediciones. APÉNDICE Insertamos aquí algunos mensajes y textos relativos al problema sobre el cual hemos venido escribiendo, con el fin de que ampliar la información y recordar, de paso, a quienes replicaron o repliquen el panfleto calumnioso e injurioso, que también tienen responsabilidad penal al igual que los autores materiales del panfleto. Los
correos a través de los cuales se ha remitido o replicado el panfleto,
hasta ahora, son los siguientes: gladys
pacheco garcia Le
informo que en razón a que Ud. REPLICA UN TEXTO ANONIMO LLENO DE FALSEDADES,
y que claramente INJURIA Y CALUMNIA a mi hermano y a mi familia, procederé
a denunciarlo ante la FISCALIA GENERAL DE LA NACIÓN, para que Ud. responda
PENALMENTE, en los términos que establece el Código Penal. Cuyo
texto le transcribo. Artículo
220. Injuria. El que haga a otra persona imputaciones deshonrosas, incurrirá
en prisión de uno (1) a tres (3) años y multa de diez (10) a mil
(1.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes. Artículo
221. Calumnia. El que impute falsamente a otro una conducta típica, incurrirá
en prisión de uno (1) a cuatro (4) años y multa de diez (10) a mil
(1.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes. Artículo
222. Injuria y calumnia indirectas. A las penas previstas en los artículos
anteriores quedará sometido quien publicare, reprodujere, repitiere injuria
o calumnia imputada por otro, o quien haga la imputación de modo impersonal
o con las expresiones se dice, se asegura u otra semejante. Artículo
223. Circunstancias especiales de graduación de la pena. Cuando alguna
de las conductas previstas en este título se cometiere utilizando cualquier
medio de comunicación social u otro de divulgación colectiva o en
reunión pública, las penas respectivas se aumentarán de una
sexta parte a la mitad. Si se cometiere por medio de escrito dirigido exclusivamente al ofendido o en su sola presencia, la pena imponible se reducirá hasta en la mitad.
GLADYS PACHECO GARCIA. ***********************
Me acabo de enterar de esta enojosa situación por el correo que ud. me reenvia. Debo informarle que alguien en forma abusiva y no sé con que intenciones, ha utilizado mi correo electrónico para hacer aseveraciones que no me constan de Mario Javier a quien considero mi amigo y una persona que trabaja incansablemente en pro de la cultura de Ocaña. Lamento lo sucedido. Así se lo haré saber a las personas a quienes se les envió el correo que Ud. me hizo llegar. Sent
from Hernan Carvajalino's Iphone!! Señor Se menciona en un correro por usted enviado, cuyo contienido, es de suponer avala, una actividad en la que yo participé, que fue el Plan Especial de Manejo Patrimonial de El Carmen. Participé omo investigador y envié mi informe que luego se convirtió en libro, presentado en diciembre de 2011 con el nombre de El Carmen: Espacio, Tiempo y Memoria. No mencionaré aquí las recomendaciones que emitió el Ministerio de Cultura sobre este documento (fundamentalmente en la carencia de mapas ilustrativos que hubieran podido optimizar la buena lectura), además la aprobación final. El panfleto se refiere a mi libro como: "una vergüenza, mal escrito, sin investigación " El panfleto no resuelve mis dudas, pues es como tirar a la hoguera un libro: ¿a qué se refiere con mal escrito y sin investigación? Esas dudas me gustaría resolver en un debate público donde usted esté presente y sea su organizador: sé que todos vamos a ganar más que si nos ponemos a enviarnos panfletos anónimos como si fuéramos antisociales de la peor ralea, orilleros, como diría Borges. Mis dudas profundas llegan porque los que envían el panfleto, usted entre otros, están confundiendo el PEMP del Carmen con la critica a un documento de investigación del cual yo soy responsable único y por el cual debo responder; y como el panfleto tiene el sabor y el picante de lo anónimo veo que meten en un mismo saco odio con reflexión crítica y so es harina de otro costal. Si están hablando con seriedad y fundamento uno espera que sean consecuentes: hay que probar las afirmaciones, como todo en la vida. Pero no hay necesidad de anónimos para llegar a acuerdos sobre la belleza o las inconsistencias conceptuales de un libro. ¿Qué sentido tiene? Como ciudadano y como investigador cultural de la región desde hace muchos años tengo derecho a compartir los hallazgos de ese libro con la gente y de recibir los comentarios buenos y malos que no pueden llevar a otra cosa más que construir región. El libro es público, no es un panfleto sin nombre, lo menos que merece es que se le lea y se le debata seriamente, pero no desde el anonimato, sino desde un debate público. Allí podremos hablar tranquilamente: como investigador conozco los alcances y las limitaciones de cada investigación emprendida, un viaje que una vez concluye nos enfrenta a otras preguntas o a la misma con nuevos hallazgos. Quedo a la espera de esa invitación al debate. Cara a cara, sin panfletos anonimos. Con
un cordial saludo y muchas gracias por propiciar este debate, Benjamin Casadiego *******************
De:
Arminio P. <arminiopg@yahoo.com> Me
permito manifestar y aclarar que mediante la utilizacion abusiva de mi cuenta
o correo electronico se ha reenviado un mensaje injurioso contra el señor
Mario Javier Pacheco, familiares y otras personas en terminos y contenido que
no es mi estilo y menos comparto. Por ello estoy cursando sendos correos con esta
aclaracion. Arminio Piñeres | ||||||