FERIA DEL LIBRO: POETAS, HISTORIADORES
Y LITERATOS PARA TODOS LOS GUSTOS

Por Luis Eduardo Páez García

El jueves 30 de octubre se inaugura la Feria del Libro de Ocaña. La iniciativa, que partió de la Fundación Don Bosco y el Colegio Don Bosco, ha logrado consolidar la cooperación interinstitucional, representada en la Gobernación de Norte de Santander, Secretaría de Cultura del Departamento, Alcaldía Municipal, Secretaría de Educación y Cultura del municipio, Cámara de Comercio, Corporación Cultural y Artística Desfile de los Genitores, Vigías del Patrimonio Cultural, Academia de Historia de Ocaña, Asociación de Artistas Plásticos de la Provincia de Ocaña, Grupo Literario “El Zaguán de la Poesía”, de Cúcuta, entre otros, y editoriales y cultores de la localidad comprometidos con la promoción y divulgación de nuestra cultura.

No sobra destacar aquí, la importancia de este certamen, primero de envergadura realizado en la ciudad, que pretende, entre otros objetivos, la promoción del libro y la lectura, la comercialización de obras de autores regionales, conocimiento de nuestra historia y de nuestra literatura, y divulgación de los valores culturales pasados y contemporáneos. La celebración de las ferias del libro en Colombia, sobre todo la Feria Internacional del Libro que anualmente se lleva a cabo en Bogotá, han sido ocasiones propicias para el encuentro de los cultores, intercambio de experiencias y confrontación del quehacer literario. A esto, hay que sumar la realización de conferencias, talleres para niños, conversatorios y presentación de artistas regionales cuyas trayectorias debe conocer la comunidad.

Con frecuencia, se habla de la falta de espacios destinados al disfrute de las manifestaciones culturales, de que no se ha dado participación a la juventud en los quehaceres intelectuales, que existen círculos cerrados que impiden el libre acceso de los creadores a los certámenes. Mucho de esto puede ser cierto. Pero, en esta oportunidad, es bueno destacar que los organizadores del evento han convocado públicamente a las gentes, a través de los medios de comunicación. Quienes no han respondido y por lo regular nunca responden, seguramente que serán los primeros en comenzar a cuestionar y a criticar lo que se hace. Por ello, hemos insistido en el compromiso de los artistas y escritores para con la sociedad a la cual se deben. No basta escribir, por allá a escondidas, poemas y artículos o reunirse casi clandestinamente en las tertulias, para afirmar que se está actuando en beneficio de la cultura.

El pueblo, y sobre todo la niñez y la juventud, deben saber quiénes son sus representantes en las letras y qué tan significativos han sido o son sus logros en los diferentes campos de la escritura; quiénes han publicado obras y de qué se tra! tan, cómo marcha la industria editorial en Ocaña y si existen o no condiciones favorables para la comercialización de bienes y servicios culturales, como los libros, por ejemplo. Vale la pena preguntarse, aprovechando el espacio de la Feria del Libro en Ocaña, qué tan representativos son los escritores contemporáneos y por qué sus obras no se conocen departamental o nacionalmente. Con base en los registros hechos por empresas editoriales de Bogotá y Bucaramanga, sabemos que varios de nuestros autores están ya debidamente posicionados y que sus obras se comentan nacionalmente. Ello debe servirnos para proyectar lo que por aquí se escribe y no contentarse simplemente con la modesta y tímida circulación regional. Para todas estas cosas es la Feria del Libro en Ocaña. Para volver a repensarnos como la Ciudad Culta de Norte de Santander y entrar en la etapa de las “Redefiniciones”, como acertadamente anotara el historiador Jorge Meléndez Sánchez. ¡Nos vemos en la Feria!