LA RACIONALIZACIÓN DE LOS CARNAVALES Y
OTROS FESTEJOS POPULARES DE OCAÑA

Por Luís Eduardo Páez García

La intención del doctor Yebrail Haddad Linero, Alcalde de Ocaña, así como de las entidades culturales y la ciudadanía, en general, de realizar los festejos tradicionales dentro de un marco de cordura y racionalidad, están produciendo ya sus resultados positivos.

Quiero recordar como, hace ya varios años, señoras y ciudadanos preocupados por la presentación adecuada de nuestra cara Ocaña durante sus fiestas tradicionales, nos manifestaban la idea de darle un vuelco radical a estos certámenes, con el propósito de brindar al turista y a los propios habitantes de la ciudad, la posibilidad de disfrutar sin riesgos ni molestias de ninguna de clase, las ferias y las fiestas como épocas de reencuentro familiar, de intercambio de experiencias sociales y culturales entre las gentes, de dinamización del comercio local, etc. Nuestras recomendaciones siempre cayeron en el árido terreno de la indiferencia oficial o en aquella respuesta absurda de que las medidas drásticas eran "antipopulares".

Resulta obvio que las administraciones municipales, son las responsables, en gran medida, del comportamiento de los habitantes de los respectivos municipios, y de la aplicación de las normas que controlan sus actos públicos. La Policía Nacional, tiene como una de sus funciones, evitar los desmanes que se cometan en cualquier circunstancia, máxime cuando se trata de eventos masivos que, como nuestros Carnavales, convocan centenares de personas venidas desde diferentes lugares de la geografía nacional. Así las cosas, la Administración de Yebrail Haddad Linero ha resuelto ponerle coto al desorden carnavalesco y para ello expedirá, en su momento los correspondientes actos administrativos.

En el seno del Consejo Municipal de Cultura, el tema se ha debatido ampliamente y las recomendaciones se han hecho llegar al Ejecutivo a fin de que se adopten las medidas del caso. Quiero aquí, enfatizar en la necesidad de garantizar un área en el Centro Histórico de Ocaña, donde están localizados los principales bienes de interés cultural de carácter nacional y departamental, el comercio y la infraestructura hotelera, para que sea protegida durante los días 4, 5 y 6 de enero de 2009, y quienes nos visitan puedan ejercer la actividad turística tranquilamente, sin la zozobra que implica la agresión de quienes, creyendo que están en alguna otra parte del país, se dedican a lanzar agua, tintes y sustancias perjudiciales para la salud a diestra y siniestra, sin respetar al transeúnte que viene a Ocaña a disfrutarla y no a permanecer escondido en su hotel o casa de habitación durante esos tres días que deben ser un atractivo turístico más y no una maldición.

Aspiramos que la Junta de Ferias y Fiestas, haga las consideraciones del caso y le "jale" también a la organización de eventos culturales que se tengan como opciones válidas para el turista en estas épocas tan significativas del año. Siempre estaremos prestos a colaborar en todo aquello que engrandezca a Ocaña y contribuya a su progreso material y espiritual y, de igual firma, seguiremos, también, cuestionando lo que haya necesidad de cuestionar.

Para finalizar, vaya nuestra calurosa felicitación para la Junta Directiva, equipos periodísticos, camarógrafos y técnicos de TV San Jorge por la manera como están presentando los festejos previos a la Navidad, incluyendo los valores culturales locales como un ejemplo para los jóvenes y como actividad pedagógica para los turistas. Y no faltaba más: Felicitaciones señor Alcalde por su preocupación frente a este reto que implica el cambio de lo malo por lo bueno en materia de celebraciones populares. Nuestros saludos cordiales van también para el Ingeniero Alonso Caicedo, responsable del espectacular alumbrado navideño de Ocaña. Para los habitantes de la ciudad, Presidentes de Junta de Acción Comunal y medios de comunicación: hagamos hincapié en la necesidad de respetar al otro en los Carnavales, de asumir un comportamiento cívico que rompa de una vez por todas con esas prácticas aberrantes de años anteriores.

Entre todos, ayudemos a construir un municipio mejor, más amable y más digno.

Ocaña, 4 de diciembre de 2008