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Autodidacta irredento en las lides del teatro, permanentemente lo encontrábamos escribiendo esos extensos y magistrales diálogos, con los cuales iba armando una cuidadosa trama que finalmente terminaba convertida en el guión o libreto, listo para ser representado en aquellos memorables encuentros culturales, que asombraron por esas épocas a propios y extraños, quienes gracias a la afortunada carencia de los distractores que existen en la actualidad, eran cautivados por las dotes histriónicas de actores frescos y terrígenos como Luis Mariano Claro, María Elena Pérez (q.e.p.d.), Aliro Alfonso Claro Manzano, Gladys Ovallos, María Angelina Durán, Ana Graciela Luna, Juan Hernando García, Blanca Oliva Manzano, Carmen Rosa Velásquez y otros compañeros que la fragilidad de la memoria me impide recordar. Fue
mediante los libretos, la dirección y la preparación del Profesor
Raúl Quintero, que el claustro josemarista logró por esas calendas,
recoger una opípara cosecha de éxitos, con la puesta en escena de
la obra AMOR ETERNO, de la cual fue protagonista invitado, el ilustre playero
Bernardo Claro Torrado, al lado de "Nena" Pérez Claro, quienes
se robaron con su innata actuación, la admiración del público,
no sólo de La Playa, sino del vecino municipio de Ábrego, hasta
donde llegó el revuelo y la fama tanto de actores y director, siendo invitados
directamente por el cura párroco y el rector del colegio, respectivamente. Exploró
Quintero Jácome, todas las vertientes del teatro. Había un género
que a mi particularmente me gustaba ejecutar y hasta me ofrecía cada vez
que se presentaba la oportunidad, para oficiar de protagonista: La Pantomima.
Yo fui un irrestricto admirador del mejor mimo del mundo: Marcel Marceau y quizás
por eso, nuestro profesor Raúl me confiaba la delicada misión de
interpretar ese acto casi sagrado de la mudez que habla sin decir y que enseña
sin hablar
Me
pregunto ahora, ¿quien de los tantos josemaristas de aquellos tiempos,
no sucumbió ante la tentación de ejecutar una fonomímica,
así fuera en la vergonzante soledad de nuestros cuartos y ante la cómplice
mirada de un espejo? Muchos lo hicieron
Unos bien, otros no tanto, pero
siempre bajo la tutela del maestro que trataba por todos los medios de extraer
de nuestro interior aquellas virtudes que hasta nosotros mismos ignorábamos
tener. De una cosecha posterior a la nuestra, quedaron como muestra fehaciente
del talento fonomímico, los hermanos Anyul y Javier Claro Delgado, quienes
aún practican el difícil arte. Antes de que el Rock-and-Roll de la época, nos omnibulara con su fulgurante brillo y su estrepitosa sonoridad, los josemaristas fuimos bajo la batuta de Raúl Quintero, protagonistas de una fiebre de folclorismo y amor por nuestra música, bastante difícil de encontrar en es estos tiempos de ferviente admiración por lo extranjero. A él le debemos el haber practicado, disfrutado y difundido hasta el paroxismo, los bailes típicos de nuestras regiones colombianas. La contradanza de la Costa Pacífica, el Mapalé de la Costa Atlántica, el Bunde del Tolima, el Raja Leña del Huila, la Guabina Santandereana y hasta una danza indígena en la que participé, se constituyeron en el extenso legado que este folclorólogo autodidacta sembró en el corazón humilde de una generación que ama lo suyo, porque alguien que también lo amaba, se lo entregó con la bondad de quien creía, como Santo Tomás de Aquino que, "La gloria del maestro es la vida honesta del discípulo " Tengo la certidumbre haber sido privilegiado por los dioses, al recibir instrucción de una persona que siempre estuvo cerca de ellos; un hombre que se dedicó al culto de las disciplinas del alma, porque el arte no es sino la transmutación de ese yo interno, que se desdobla y nos pone desnudos ante ese auditorio gigantesco y expectante que es el mundo y que en últimas será quien transmita a las generaciones por venir, su veredicto de quiénes y cómo fuimos, en la eterna mascarada que significa la existencia humana y que llevaría a exclamar a Bertolt Brecht, el gran dramaturgo: "La vida es como un teatro: Se entra, se mira y se sale" Descanse en paz, Raúl JESUS ALONSO VELÁSQUEZ CLARO ("Nano") Girón, Septiembre 23 de 2008 | |||