LECCION DE HUMILDAD
Por Alonso Velásquez Claro

Hace muchísimo tiempo, cuando yo contaba con apenas 8 años de edad, caminábamos con mi mamá por la carretera que de La Playa conduce al corregimiento de Aspasica, con rumbo a la vereda Aratoque, donde residía por ese entonces mi prima Aura Emilce Velásquez ("Miche"), ejerciendo como maestra de la escuela veredal.

Por aquella época era muy común el tráfico de volquetas que transportaban piedra barita hacia la ciudad de Ocaña. Estas minas de piedra estaban ubicadas en la vereda Astilleros, perteneciente al municipio de Hacarí.

Como decía, andábamos con mamá por esa carretera completamente destapada, cuando de repente ella me detuvo diciéndome:

- "Además del canto de los pajaritos y el viento que silva al pasar, ¿escuchas algo más"?

Afiné mi oído lo más que pude y al cabo de unos segundos le respondí:

- "Escucho el ruido como de una volqueta".

- "Exactamente, - repuso mi madre - y viene vacía".

- "¿Y cómo sabes que es una volqueta vacía, si todavía no la vemos"?

- "Es muy fácil, -volvió a decir ella- saber a través del ruido que hace, cuándo una volqueta anda vacía. Cuanto más vacía está, mayor es el ruido que produce".

Días atrás, navegando por la red, con asombro descubrí esta misma historia, con la diferencia de que la volqueta que cargaba piedra barita, era reemplazada por un camión. Me surge de repente la inquietud, de por qué razón mi madre en el año de 1964, filosofaba de aquella manera o de dónde pudo haber extraído semejante reflexión. De todas formas, sea como sea, en esta época de mi adultez cuando conozco personas que hablan demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportunas y violentas en sus acciones, presumiendo de lo que tienen y considerando inferiores a quienes les rodean, me parece volver a escuchar aquellas palabras de mi madre diciéndome: "Cuanto más vacía la volqueta, mayor es el ruido que produce".

La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Nadie está más vacío que aquel que está lleno de sí mismo.

Girón, Julio 9 de 2003

Fotografía: Sentada: Ana del Carmen Claro Manzano (Tía Carmita). De pié: Víctar María Claro Manzano (mi mamá).
Fotografía tomada por Don Carlos Daniel Luna M. 1947.
http://www.laplayadebelen.org