Al
presbítero Ramón A. Carrascal Arévalo Recibir
a tu Dios desde temprana infancia, Acogerlo
en tu pecho y venerarlo, Más
que un acto de amor, es el milagro Óportuno
y feliz, la dulce gracia Nacida
de tus padres tan amados
A
ellos que con fe y perseverancia Nutrieron
con su aliento y su trabajo Tu
vocación y allá en la estancia, Ofrecieron
a Dios su hijo amado. Nació
después en sus almas la esperanza, Inclináronse
a orar y en sus plegarias Obsecuentes
y humildes te ofrendaron. Cada
paso que has dado con confianza Al
lado de Jesús, tu bien amado, Reconforta
tu espíritu y afianza Razón
y vocación para lograrlo. A
través de tu fe y de tu templanza Sentiste
el Evangelio, al predicarlo, Con
toda la virtud de su enseñanza. Ahora
que se cumplen cincuenta años, La
promesa al Creador está saldada. Avivemos
el ánimo y cantando Reafirmemos
sus votos en La Playa, Éste
pueblo feliz que un día lejano Vio
nacer para Dios la oveja mansa, A
su fiel servidor, a nuestro hermano, Leal
predicador de la esperanza Orgullo
de su entorno comarcano
JESÚS
ALONSO VELÁSQUEZ CLARO ("nano" Floridablanca,
Febrero 17 de 2014 |