Un
pequeño homenaje a mis tres hijos, quienes en estos momentos cuentan
en su mágica existencia con 6, 4 y 2 añitos, respectivamente.
MIS TRES TESOROS
Diego
Alonso es la luz, la música, la espera, la primera ilusión para
mi alma, la voz vivificante en que pusiera un ruiseñor, su mágica
tonada. Él sabe comprender mis inquietudes y me sigue los pasos,
silencioso
Cuando le llamo, como un rayo acude y ante su risa jovial
alegres surgen mil deseos de luchar por sus antojos
Camilo
Ernesto es la llama que ilumina, la vida rebosante, la ternura
Cuando
llego a mi hogar me salta encima y muy quedo me dice con premura: "Venga,
papi, le quito la camisa, venga le quito los zapatos y le doy las pantuflas
"
Y
me abraza y me besa y me hace renacer para la vida. Cuando el sueño
feliz acalla su dulzura, en mi pecho se duerme su sonrisa
Carlos
Mario, el moreno, el más pequeño, es mi nostalgia, un recuerdo
peremne de mi madre que a veces me visita en el sueño; en su piel,
en sus ojos y también en su frente pareciera que Dios puso todo su empeño en
hacer que la viera en mi niño patente
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Pequeñito
y travieso, Carlos Mario parece, una rauda avecilla que surcara mis cielos; con
sus ojos oscuros que al mirar enternecen, apacigua mis cuitas, mis carencias
y miedos. Yo quisiera que nunca dejara de ser niño, porque en su
alma de niño se afinca mi sentir, que siguiera jugando con hormigas
y grillos para que no supiera la angustia del vivir
Tres
tesoros que alegran esta añeja existencia, que despiertan mis sueños
con sonrisas de gloria, que serán el motivo, con su dulce presencia, de
mis luchas, mis logros y de toda mi historia
JESÚS
ALONSO VELÁSQUEZ CLARO
("nano") La Playa de Belén,
Febrero 25 de 1994 |