Lea Saya guardó durante 30 años unos versos de Alonso Velásquez Claro (Nano), escritos cuando la alegría del poeta cabalgaba por las calles de Barrancabermeja y su juventud coqueteaba con el sol de sus ocasos.

Es un viejo recuerdo con "la huella de sus pasos", un te diré que el amor también es una sonrisa, una carga de fuego que enaltece el alma.