Música,
pólvora y muchas luces fueron los ingredientes de la bienvenida a la Navidad
en nuestro bello municipio de La Playa de Belén. La
época de la alegría, de los achaques para beber, para la furrusca
entre los mayores, la época de la larga espera entre los niños.
Ya
están inundadas las esquinas con propios y foráneos dispuestos a
disfrutar del abrigo del amigo, a darle gusto a nuestros ojos con las vacas locas,
dispuestos a rajar discretamente de todo lo que se mueva, de los vestidos de los
peinados de los dialectos, del caminado, en fin de todo lo que se hace en sociedad
y sabemos que se disfruta. De
esto se trata el espíritu de la Navidad, de perdonar, de tolerar, de regocijarnos
y prepararnos tras el anuncio de la llegada de alguien que cambiará el
rumbo de la historia. La
Playa de Belén, 1 de diciembre de 2012 |