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abajo del CIELO Nuestra familia, Barriga. Desde 1853 hasta 2008 | ||
ALFREDO
BARRIGA IBÁÑEZ | ||
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La presente investigación expone que la familia Barriga correspondiente al primer abuelo, Ángel Ricardo, empezó a formalizarse en la Provincia de Ocaña a partir de "Un lugar cerca del Cielo", Aspasica, en donde nacieron todos sus hijos. También encuentra usted, amable lector y pariente, que dicho apellido se extendió por grandes espacios de Colombia y algunos lejanos del mundo. En Bogotá, Medellín, Barranquilla, Riohacha, Valledupar, Cúcuta, Barrancabermeja, Tunja, Bucaramanga, Los Venados, Ibagué, Silvania, Aguachica, Pamplona, y, por supuesto, en varios pueblos de la zona de Ocaña, existen familiares que son descendientes del abuelo. Pues bien, en esas regiones, durante los dos primeros meses del año 2006, varios de los integrantes del apellido estábamos en pleno trabajo y con la siguiente expectativa: que nuestro familiar, Carlos Emiro(3) Barriga Peñaranda, resultase elegido como Senador de la República, honorabilidad que él ya había ejercido en la legislatura anterior con excelentes gestiones en calidad de suplente y por tres meses apenas. En esta ocasión iría a ser titular. Ya han pasado las elecciones y para nuestra alegría y regocijo de quienes ya "se fueron", el primo resultó favorecido con una votación muy significativa, capaz de informar al primer abuelo la complacencia de sus descendientes. Por motivo de la búsqueda de información que sirviera para construir el presente ensayo, tuve la fortuna de conocer familiares en casi todas esas regiones del país en donde ellos se encuentran. Lo cierto es que muchos parientes sabían de su consanguinidad con algún primo cercano y dentro de un ancestro diferente al de nuestro apellido; u otros que, en forma desilusionada, creían que la parentela se extendía únicamente a los "hijos de sus padres y respectivos sobrinos"; sin embargo, al enterarse de la existencia de nexos más abundantes en varias partes de Colombia, la sorpresa fue de agrado y el deseo por conocer realidades se hizo muy elocuente. La fortuna se basa en que, por cada información que yo recibía, así mismo les exponía, junto a la amplitud de nuestro árbol genealógico, el tema, la publicidad y fotografías de la candidatura y la necesidad de su correspondiente apoyo. Estamos en el 2008 y, por supuesto, han pasado varios meses después del domingo de elecciones en que se conocieron los resultados, específicamente los que atañen y favorecieron a "nuestro aspirante". Personalmente siento gratitud por todos aquellos familiares que colocaron su ánimo y poder de convencimiento para la aparición de esa realidad. La gente de Valledupar y su entusiasmo costeño que, entre sonidos de "Francisco El Hombre" y el impulso de sus rones, al llamarme telefónicamente me comunicaron las alegrías del triunfo. De igual sentimiento, desde Bogotá, la colaboración facilitada por la familia de Hernán(3) Peñaranda Barriga, q.e.p.d, descendiente del tío Verardo(1), cuya madre y esposa, la señora Yolanda Echeverri, y sus hijos, Mónica María(4) y Santiago(4), pusieron todo su empeño a favor de la campaña. De Cúcuta, los llamados telefónicos de los sucesores del tío José del Carmen(1) Barriga, incluido el de Yaneire, desde Medellín, en el sentido de la participación de esa complacencia que a mí también me contagiaba. De mis hermanos en todas partes del país, Raúl, Jorge, Rosita, Carlos; este último, colaborador inseparable del candidato, quien en la época de agitación perdió su primer apellido, Barriga, y quedó únicamente con el segundo, Ibáñez, a fin de no confundirlo con el homónimo del futuro Senador, "Carlos Barriga". En conclusión, los llamados de todos los familiares que, unidos en una causa común, al manifestar sus entusiasmos también dejaron observar sus satisfacciones. El
tema de la política ha sido una constante en la mayoría de las ramas
del apellido Barriga. Lo inició el abuelo, Ángel Ricardo, al desempeñarse
como alcalde de Ábrego en tres ocasiones y durante la despreciada Guerra
de los Mil Días. Lo siguió su hijo, Sixto(1) Barriga Pérez,
al funcionar con idéntica labor en el primer tercio del siglo XX en diferentes
pueblos del Norte de Santander y Santander con obras que lo hicieron ubicar en
la historia regional y nacional, como ya se expuso en su capítulo correspondiente.
Política que también desarrollara el tío Eugenio(1) Barriga
Pérez, "El Perdido", en aquellos lugares en donde finalizó
su trashumancia, los de Los Venados, al influir con su "Conservatismo"
para que un pueblo "netamente liberal" resultara aceptando sus pensamientos.
Política representada en funciones que como Mandatarios Municipales, ejercieran
los siguientes familiares, ubicados en las correspondientes ramas del árbol
genealógico: No
como funcionarios del estado, pero sí como organizadores de la política
regional, merecen mencionarse de igual forma los siguientes familiares: La
política es un arte y una ciencia; y como tales, puede valorarse en los
resultados que demuestren ser solución de necesidades comunitarias. Es
un campo que determina la ubicación de la belleza, como concepto y como
sentimiento en la solvencia de problemas sociales. Las obras permiten la apreciación
estética del político; estímulo para su continuidad en las
riendas del poder. En esa definición, el desempeño realizado por
algunos miembros del apellido Barriga ha acrecentado nuestra complacencia. Ellos
son: No obstante, el hecho político llega a su máxima satisfacción al observar, por un lado, a Armando(2) Solano Barriga como Representante a la Cámara en varias ocasiones; y por el otro, el sucedido en las elecciones del 12 de marzo de 2006 para miembros del Congreso de la República y en las que resultara favorecido Carlos Emiro(3) Barriga Peñaranda, como Senador. Ello ha acrecentado suficientes agrados. La
trayectoria de nuestro familiar, Carlos Emiro(3), se identifica por lo diáfana.
Es la consecuencia de una vida entregada al servicio de los necesitados. El Club
de Leones, institución del filantropismo en la que lleva más de
veinticinco años como miembro y directivo, como organizador de eventos
nacionales e internacionales y como creador de campañas educativas, de
alimentación, vivienda y salud, ha sido justamente su mejor escuela. Su
filosofía se constituye en un reglamento moral que, en su caso, le ha ejercitado
con la palabra que adhiere más discípulos de la sociedad: SERVIR.
El lema de su campaña senatorial, "GENTE QUE SIRVE", está
hecho para convertirlo en realidad, especialmente en estos tiempos, cuando el
departamento Norte de Santander ha sufrido la indiferencia del estado por causa
de despreocupados políticos regionales. De su reiteración en el
Congreso de la República, pues, existirá un futuro de complacencias:
las de sus hijos y señora, Dra. Liney del Carmen Castillo, y las de los
integrantes de su mismo apellido; un futuro para las terrenales y más obligatorias,
las del pueblo que le eligió y al que tiene que cumplirle con obras y progreso
para evitarle su demanda; y un futuro de eternidades para los del "más
allá", donde están todos los ausentes: Carlos Emiro(2), su
padre; Honorato(1), su abuelo; y Ángel Ricardo, su bisabuelo, el máximo
eslabón que empezó con la política de fabricar bondades desde
el instante aquel en que le tocó huir de "Un lugar cerca del cielo",
ASPASICA, para llegar y servir, primero como Alcalde y luego como Juez de la República,
en un lugar más abajo, mucho "Más abajo del Cielo", el
ÁBREGO que ya es de nuestros encantos. | ||