EL
VACÍO PSICOLÓGICO HISTORIA.
Hay una anécdota de Buda que cuenta que una vez llegó a un pueblo
donde el alcalde lo detestaba a montón. El burgomaestre, cuando vio al
iluminado, se fue lanza en ristre y se paró frente a él insultándolo
con palabrotas soeces, tratándolo de vago, mendigo maloliente y muchos
improperios más, pero como el Buda no le respondía, el iracundo
lo escupió a la cara. Los
discípulos, que lo rodeaban, se lanzaron furiosos para agredir al hombre,
fue cuando el Buda los detuvo y acto seguido, con las palmas de la mano juntas,
le dijo al alcalde: Querido hermano, muchas gracias por la prueba a la
que me has sometido. "¿Cuál prueba, de qué
hablas?, le interrogó el alcalde, sorprendido por la actitud del
sabio. El buda le respondió: Mira, tu bondadoso acto
me llevó a verificar que no sentí rabia ni deseo de venganza hacia
a ti. Eso me ha alegrado mucho, haber comprobado que en este cuerpo el EGO se
ha desintegrado y, por otro lado, a darme cuenta que, después de años
de instrucción espiritual con mis discípulos, que han querido agredirte,
mis enseñanzas no han fructificado, ha sido una pérdida de tiempo. | | |
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Cuando
un perro ladra, ¿le responden los gatos del lugar o los pericos en las
jaulas? ¡No¡, responden los perros de la cercanía, ¿y
por qué?, porque son de la misma especie. Si alguien te ofende con palabras
soeces y tu respondes de la misma manera, si insultas a quien te insulta ¡Eres
de la misma especie que el otro! Cuándo alguien nos ofende con palabras
soeces o gestos obscenos, ¿que busca con ello? Indudablemente la intención
es !hacernos sentir mal!, sacarnos la piedra, que
reventemos de ira. Alterar nuestro buen clima interno (paz interior).
Si nosotros reaccionamos también violentamente, el otro está consiguiendo
su objetivo. ¿Cuál objetivo?, el de hacernos sentirnos mal, de hacernos
pasar un mal momento, y lo peor, que luego ese estado psíquico alterado
lo traslademos a donde vamos, sea la casa o el trabajo y descargar esa rabia (catarsis)
con personas que nada tiene que ver con la situación. Ese estado de conciencia
alterada también repercute en nuestra salud física y mental. La
técnica, para aplicar en este caso, cuando nos insultan, es la del VACÍO
PSICOLÓGICO, aplicado por el Buda el alcalde. Es decir, no dejarse meter
en el juego del otro: Me insultas-yo también te insulto. Me gritas-yo también
te grito. Me degradas-yo también te degrado. Al guardar silencio y no responder
al otro, este queda sin piso porque no consigue el objetivo de ponernos mal. Como
cuando a un bebé en la cuna, lo insultamos y el bebé simplemente
sonríe. No le afecta lo que le decimos, porque los bebés no tienen
EGO y es el EGO, en el adulto, el que se altera por los insultos.
Alfonso
Lobito Amaya Alfonso Lobo Amaya Escritor - Matemático. lobitoamaya@hotmail.com Enero
30 del 2020 |