CONOCIMIENTO DE SI MISMO - 13

ALFONSO LOBO AMAYA - Premio Nacional de Literatura Infantil

AUTOCONOCIMIENTO. El Conocimiento de Sí Mismo o Autoconocimiento es un medio para experimentar lo sagrado, lo divino inherente al nacimiento humano. El Autoconocimiento es la vieja carretera que conduce a Dios, la cual ha sido recorrida por profetas, santos, místicos, sabios, budas, filósofos e iluminados, a través del tiempo.

 

FUENTES DE SUFRIMIENTO:

—¿POR QUÉ SUFRIMOS? Porque tememos perder lo que tenemos. ¿Y qué tenemos que tememos perder?: Familia, amigos, seres queridos, bienes, salud, trabajo, dinero, prestigio, posición social, creencias, etc., pero por sobre todo, sufrimos porque estamos apegados a la vida y no queremos morir, cómo si nacer, crecer, envejecer, accidentarse, enfermarse y morir fuera elección nuestra. Este temor se debe a que nos creemos que sólo somos un cuerpo físico y nada más. Cuando se tiene la experiencia del No-cuerpo (desdoblamiento astral), todos estos temores desaparecen.

—¿POR QUÉ SUFRIMOS? Porque nos desesperamos al no alcanzar lo que deseamos. ¿Y qué deseamos? Deseamos cosas innecesarias que nos dijeron que eran importantes para vivir tranquilamente, como la fama, posiciones de poder, dinero en abundancia, ser importante, un mejor puesto, mayores ingresos, reconocimiento social, ¡Y nos la creímos! Todo esto porque nunca estamos contento con lo que tenemos, siempre desando tener más y más.

—¿POR QUÉ SUFRIMOS? Porque no nos aceptarnos como somos, queriendo ser como fulano o mengano y por no aceptar a los demás como son, pretendiendo cambiarlos y ajustarlos a nuestra medida. Es decir, porque el otro no hace lo que yo quiero que haga. Por las absurdas comparaciones de lo que tenemos o no tenemos con lo que tienen los demás: un mejor puesto, títulos académicos, bienestar económico.

 

—¿POR QUÉ SUFRIMOS? Por comparar el presente con el pasado, anhelando “aquellos buenos tiempos”, “aquellos diciembres”, “aquellas buenas épocas”. El temor es el recuerdo del dolor y el deseo es el recuerdo del placer. Por querer igualar nuestros talentos con el de los demás. Cosa que no hacen los niños. ¡Vaya tamaña estupidez competir con el talento de los demás!

—¿POR QUÉ SUFRIMOS? Por lo que imaginamos que nos pueda suceder (futuro) que por lo que realmente sucede en presente. Y porque damos realidad a los supuestos mentales de lo malo que pueda pasarnos a nosotros y a nuestros seres queridos. Sufrimos cuando los resultados de nuestros planes no se dan como esperábamos que se dieran, desconociendo totalmente que todo pasa por Voluntad de un Poder Supremo o Dios, como lo afirma Jesús e El Padre Nuestro.

—¿POR QUÉ SUFRIMOS? Por el alienante condicionamiento al que nos han sometido las religiones organizadas, la educación academicista, la sociedad moderna, la psicología dependiente y el medio cultural corrupto, creyéndonos todo lo que todos ellos dicen, censurándonos por lo mal hecho, por lo que dejamos de hacer, por lo que no debimos hacer o por el daño que hemos causado a otros, y felicitándonos por lo bien hecho según las normas de una sociedad de moral doble.

(ALFONSO LOBO AMAYA)


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Alfonso Lobo Amaya
Escritor - Matemático.
lobitoamaya@hotmail.com