Don Ismael Arévalo Claro, nació el 9 de julio de 1890 y fue bautizado el 10 de mayo del mismo año en la parroquia de San José de Belén de La Playa de Belén, Norte de Santander. Casó con Gumercinda Pérez Velásquez.

Fue un importante empresario de la provincia de Ocaña. Inicio actividades en La Playa de Belén como socio de su hermano, José Francisco. Importaban mercancías, cultivaban, compraban y vendían cebolla; compraban y vendían café y panela, compraban y vendían predios rurales y urbanos. Sacaban los productos hasta Ocaña en recuas de valiosas mulas con arrieros de leyenda.

Los hermanos Arévalo Claro llevaron el primer vehículo a su tierra. Esto dijo don Benjamín Pérez Pérez, en una entrevista que le hice en Bogota, para el periódico Noticias Playeras en 1974: "Sin vislumbrar ni en sueños la carretera, los apreciados comerciantes Ismael y Francisco Arévalo realizaron la quijotesca empresa de llevar a La Playa el primer automóvil y ponerlo al servicio del público. Era un carrito Ford, de cuatro cilindros. Fue transportado por piezas, a pulso y hombro, al sitio de Chapinero, junto al río Algodonal, donde lo armó un mecánico venezolano muy hábil de nombre Miguel Becerra, quien meses después se casó en La Playa con Débora Pérez. De Chapinero al pueblo el carro viajó sobre sus cuatro ruedas aprovechando como carreteable el amplio y seco playón que recorre esa zona y que entonces se convirtió en soñada autopista de recreo durante las temporadas de verano. Había que observar la maliciosa sonrisa del chofer Becerra, cuando las muchachas playeras deseosas de experimentar las emociones de un paseo en Ford, le preguntaban ingenua y mimosamente. "¿Por cuánto nos da una montadita?"

Posteriormente, don Ismael trasladó su residencia a la ciudad de Ocaña donde ocupó una de las mejores casas de la época, conocida como la Casa Quinta, en el barrio El Tamaco. Su establecimiento de comercio funcionó durante muchos años en la Calle Real, en la esquina diagonal a la capilla de Nuestra Señora de Torcoroma. La empresa llevó la razón social "Ismael Arévalo e hijo". Don Luis Eduardo Arévalo Pérez, su hijo, quedó a cargo de los negocios, cuando se retiró su padre, y los administró hasta los años cincuenta.