— Don Tarcisio Claro Peñaranda, tomó la palabra para expresar su gratitud, en nombre de su familia, a los organizadores del Festival, por el homenaje a su padre, Don Benjamín Claro Ovallos, a quién se recuerda por su invaluable gestión como asesor de las bandas de músicos, Patatoque y La Merced. Manifestó que su progenitor fue el primer director de la primera banda musical, fundada en 1942, por encargo que le hiciera el maestro Nemesio Pino. «Era un notable músico —dice don Benjamín Pérez Pérez—, con privilegiados conocimientos de solfeo». En La Merced participó como integrante de la banda, con el clarinete.

Para preservar la memoria de su padre, y con el deseo de promover la cultura en la región, la familia Claro Peñaranda se propone crear en el municipio de La Playa de Blelén una Escuela de Música.

Un poco de historia de las bandas musicales de La Playa de Belén:

En la presentación de las bandas musicales del Primer Festival Regional de Bandas Musicales del Catatumbo, hubo un momento para las memorias de su creación y un reconocimiento a sus gestores, con excepción de la nueva Banda Patatoque de La Playa de Belén, seguramente por la intromisión de los antifaces de la política, en detrimento de la verdad histórica.

Sin ánimo de protagonismo, rescato aquí los pocos apuntes disponibles de nuestras memorias musicales, publicadas en mi libro «La Playa de Belén», edición de diciembre de 1993; y en «La muerte de Juancho Ovallos», documento publicado el 13 de febrero de 2018. Lo digo sin amgüedades, esos olvidos tienen su origen en la malicia o en la ignorancia del proceso histórico municipal.

Doña Rosalba Claro Sepúlveda se encontraba al frente de la alcaldía municipal en 1987, cuando se produjeron los siguientes hechos de carácter cultural:

1. Parador Martha Mónica: Ifinorte, instituto oficial de Norte de Santander, dirigido por Guido Pérez Arévalo, remodeló la antigua caseta "La Arenosa", que sirvió, durante muchos años, como escenario de los bailes populares. El nombre, sugerido al Concejo por IFINORTE, rindió un merecido homenaje a Martha Eugenia Arévalo Arévalo y Mónica Carrascal Pacheco, reinas de belleza de Norte de Santander, oriundas de La Playa de Belén. El Parador Turítico Martha Mónica fue diseñado por el arquitecto Luis Eduardo Carvajal y la ejecución estuvo a cargo del ingeniero Jorge Luis Bayona. El trabajo de madera fue contratado con don Gilberto Claro Lozano. La Gerencia de IFINORTE emprendió la obra con aportes sustanciales de la administración departamental y algunos recursos municipales depositados en la entidad.

El Acuerdo No. 03 del 19 de marzo de 1987, dice en su artículo primero: "Distíngase con el nombre de "Marha Mónica", el edificio destinado al Parador Turístico, que funcionará en esta cabecera municipal como merecido homenaje a las sobresalientes señoritas Marha Eugenia Arévalo Arévalo y Mónica Liliana Carrascal Pacheco, quienes con tanta lucidez han exlatado las tradiciones Playeras. El nombre Martha Mónica se hará resaltar en uno de los lugares más destacados del Parador Turístico en caracteres que concuerden con la elegante presentación del Centro Social y con la grandeza de nuestras insignes compatriotas". Por el Concejo, Nelson Eduardo Pacheco Claro, presidente; Emiro Antonio Arévalo Claro, Vicepresidente; Lívida Manzano Peñaranda, Secretaria. El 30 de julio de 1987 fue instalada una placa de inauguración.

2. Banda de Músicos Patatoque: Se obtuvo durante la administración de doña Rosalba Claro Sepúlveda y funcionó bajo la dirección del maestro Juan, músico de origen ocañero. Su creación fue formalizada a través del decreto No. 055, del 24 de septiembre de 1991, durante la administración de don Gilberto Claro Lozano.

3. Los colores de los muros: Fue, también, en la administracion de Doña Rosalba Claro Sepúlveda, que se inició la uniformidad de los colores de las casas de sector urbano. La alcaldesa, con la paciencia de Job, visitó a los propietarios de las viviendas para socializar el proyecto; solo uno de los propietatrios insistía en conservar el color azul, por aparente fidelidad a su causa política. Apartir de 1987, La Playa de Belén logró el nombre de "Ciudad Blanca".

— Banda La Merced:

Don Julián Arenas Pérez, quien falleció en Cúcuta hace treinta y siete años, vivía en el barrio Cúcuta 75; allá fuimos a entrevistarlo con Álvaro Claro Claro y Sixto Nahún Ovallos Ascanio. Álvaro publicó con sus apuntes unas reminiscencias sobre la Banda de La Merced y participó con éxito en un concurso promovido en1984. En sus años jóvenes, Julián fue un todero; un hombre ingenioso y creativo, cuyos buenos servicios demandaba la comunidad, para decorar el altar de la iglesia, reparar toda clase de artefactos, remendar zapatos y desempeñar el oficio de carpintero. Fabricó trompos, hizo globos de múltiples colores, pintó paisajes campesinos sobre discos de 78 revoluciones; sobresalió como fotógrafo, y diseñó los más caprichosos barriletes que vimos elevar los niños de su tiempo.

Dos lágrimas furtivas rodaron sobre el rostro de Cayán; conmovido por la presencia de sus paisanos, extendió sus brazos con paternal afecto y sonrió con una mueca temblorosa de sus labios. Sus ojos claros, apagados por los años, no pudieron precisar las imágenes de la fotografía, levantada en las manos de Álvaro; pero la había contemplado tantas veces en sus buenos tiempos, que no era necesaria la visión, casi perdida, para identificar en las imágenes borrosas, el lugar y el modo en que posaron sus compañeros, ataviados con sombreros «Borsalino» y saco de paño.

No fueron los únicos miembros de la banda de músicos «La Merced”. También formaron parte de ella, Jesús Emiro Claro Velásquez, Arnulfo Arévalo Claro, Gerardo Alvarez, Eduardo Pérez, Enrique Arévalo, Antonio Luis Peñaranda, Ciro Ovallos Arenas y su hermano Aurelio, entre otros. Tocaron en las fiestas de Hacarí, Aspasica y La Vega de San Antonio. En La Playa de Belén, tocaron en las fiestas patronales y en las misas de aguinaldo, y acompañaron a nuestra gente en memorables retretas. Las retretas las tocaban a $5.oo y los bailes, los cobraban por piezas, tasadas a $ 0.50.

«Recuerda Cayán que en el año de 1942 —dice Álvaro Claro Claro en sus Reminiscencias de la Banda Municipal La Merced—, por iniciativa del señor Francisco Arévalo Claro, se gestó la idea de crear una Banda Municipal, y es así como se compra un Marcante y por medio de una conversación telefónica el señor Arévalo le solicita a Cayán que haga parte de ella. En ese entonces Cayán vivía en Convención, y ante la solicitud, se trasladó inmediatamente a La Playa. Es importante anotar que cada uno tenía su instrumento musical y sólo se compró el marcante de Cayán; el municipio, ni ninguna otra entidad participaron económicamente en la formación de la Banda Municipal La Merced».

En 1944 se desintegró la Banda La Merced. El bombo, los platillos y el marcante fueron vendidos a Guillermo Sarmiento, residdente en Convención, quien más tarde los vendió al municipio de San Calixto. En el bombo, como puede apreciarse en la fotografía, Julián Arenas Pérez dibujó el nombre de la banda y una lira; los nuevos dueños ante la imposibilidad de borrar el dibujo, se vieron obligados a darle la vuelta al cuero.

— Banda Patatoque. La gualicera. La pateadora:

Su nombre surgió de la chispa criolla, por la piel morena de los músicos. En aquellos años era frecuente el remoquete de chulo o gualí para referirse a las personas de piel morena. Nuestra banda, entonces, pasó a la historia con el mote de «Gualicera», a pesar de los esfuerzos de sus gestores para que se les reconociera como «Banda Patatoque». Don Benjamín Pérez le agregó el sobrenombre de «La Pateadora», por la costumbre que tenían los músicos de marcar el compás mientras tocaban. La componían los hermanos Pacho, Luciano, Higinio y Emiliano Álvarez. Además, intervenían, Alfonso Durán y otros residentes en la cercana fracción de Patatoque. Su primer maestro —recuerda— fue don Hipólito Jaime a quien remplazó don Nemesio Pino. Su asesor permanente fue don Benjamín Claro Ovallos, notable músico, con privilegiados conocimientos de solfeo.

Sobre el mismo tema, el abogado Jesús Alirio Álvarez Claro, residente en Cali (QEPD), me envió la siguiente nota: «De Juan Álvarez y Agapita Bayona, nacieron Francisco, Encarnación, Rito, Emiliano y otros, casi todos arrieros y músicos de la primera banda de Patatoque, conformada por hijos y nietos de Juan Álvarez».

Don Benjamín Pérez Pérez, me aseguró que la desaparición de «La Pateadora» generó la necesidad de recurrir a la Banda de Buenavista para darle realce a las fiestas patronales y a las temporadas navideñas. Y que de esta necesidad había nacido la iniciativa de organizar una agrupación musical propia.

— La nueva Banda Patatoque:

El 24 de septiembre de 1991 por Decreto No. 055, se oficializó el nombre de la nueva Banda de Músicos Patatoque. Los instrumentos llegaron al municipio en 1987, durante la administración de doña Rosalba Claro Sepúlveda. La gestión fue adelantada por Guido Pérez Arévalo ante el Ministerio de Educación y el Instituto de Culrura de Norte de Santander. El profesor Roberto Cantillos Claro, en representación de la administración municipal, recibió en Cúcuta los instruentos y los llevó a La Playa de Belén en el Vehículo oficial del gerente de Ifinorte, Guido Pérez Arévalo.

El alcalde, don Gilberto Claro Lozano, expidió el decreto, pero la Banda venía funcionando desde la administración de la señora Rosalba Claro Sepúlveda, ella manifiesta que el director de la Banda fue al maestro Juan, músico residente en Ocaña, quien recibía por su actividades, de enseñanza y dirección, la suma de cuarenta pesos ($40.00) por hora. También recuerda, entre los músicos, al señor Alirio Álvarez, quien todavía colabora con la organización musical.

El decreto, antes mencionado, dice en su artículo 1o. "Créase la Banda Municipal Patatoque, de La Playa de Belén. En su artículo 2º. declara como fundadores a Guido Pérez Arévalo, Jesús A. Jaime y Gilberto Claro Lozano, Alcalde Popular. En el artículo 3o. se citan los nombres y los instrumentos de los integrantes de la Banda: Octaviano Tarazona Ramírez, Clarinete 1; Esthela Claro Velásquez, Clarinte 2; Agustín Pérez Velásquez, Clarinete 3; Juan Velásquez León, Trompeta 1; Fernando Velásquez, Trompeta 2; Campo Elías Pacheco Rueda, Saxofón alto; Francisco León Álvarez, Saxofón alto 2; Alirio Álvarez Álvarez, Bugle; Jesús Alonso Velásquez Claro, Corno; Yader Guerrero Pérez, Trombón 1; Carlos Adolfo Claro Claro, Trombón 2; Germán Ricardo Claro Claro, Redoblante; Leonardo Álvarez Arévalo, Bombo; Luis Alfredo Suárez Serrano, Platillos.

El artículo 4o., dice: "Reconózcase públicamente la gestión realizada por el doctor Guido pérez Arévalo en la consecución y donación de los instrumentos". En el artículo 5o. se reconoce la generosidad de la colonia playera residente en Cúcuta, por la donación de un instrumento de percusión. Firman el decreto, Gilberto Claro Lozano, Alcalde; Marleny Peñaranda Arenas, Secretaria.

Banda Patatoque. Presentación en Ocaña durante la Cuarta Semana de la Fraternidad en Ocaña.

Una crónica de doña Angélica Claro Claro, publicada en 2018 en www.laplayadebelen.org/, la autora manifiesta que la Banda participó con éxito en la Semana de la Fraternidad en Ocaña, en sus tres presentaciones, en la Plazoleta de la Gran Convención y en el parque San Agustín, durante los días 27 y 28 de junio; la dirección estuvo a cargo de don Jesús Alfonso Jaime Barbosa, pero se exalta la colaboración de sus hijos, Edgardo y Jesús. El alcalde de Ocaña, don Jesús Antonio Sánchez Clavijo y sus asesores, Paula Conde y Yurgen Santiago, entregaron, como reconocimiento a la Banda Patatoque, dos instrumentos musicales: un clarinete y una trompeta.

La nueva Banda de Músicos Patatoque, fue dirigida, durante la administración de doña Rosalba Claro Sepúlveda (1987), por el profesor Juan Jaime, abuelo del profesor Jesús A. Jaime, quien lo reemplazó en 1991; el profesor Edgardo Jaime fue director durante el año 2008, lo sucedió el profesor, Álvaro Javier Jaime Jácome, durante los años 2009, 2010 y 2011. A parir de 2011, regresó el profesor Edgardo Jaime, director en 2020, durante el desarrollo del Primer Festival de Bandas del Catatumbo.