A PROPÓSITO
DE LA COPA MUNDO DE FUTBOL 2006
Datos tomados de "La fascinante historia de las palabras", que se publica en www.elcastellano.org |
fútbol
Se ha dicho que el fútbol reemplaza en el mundo moderno las rudas competencias de los caballeros medievales. Este deporte, nacido en la Inglaterra del siglo XIX y rápidamente difundido en el mundo entero, tomó su nombre de las palabras inglesas foot (pie) y ball (pelota), dos vocablos cuyos orígenes pueden ser rastreados muy lejos. En efecto, foot proviene de las raíces pod- y ped- de las lenguas prehistóricas indoeuropeas, que también dieron lugar al vocablo griego pous (pie), del cual se derivaron palabras como trípode, podio y antípoda. También provienen de esas raíces la voz sánscrita padas (pie) y la lituana pedà (paso) pero, desde el punto de vista de nuestra lengua, su derivación más importante ha resultado el latín pedes (pie), que dio lugar a incontables palabras castellanas, tales como pedicuro, peón, pedal, velocípedo. Ball,
por su parte, proviene del griego ballein, que significaba arrojar. La palabra fútbol fue rechazada inicialmente por los puristas que, considerándola un anglicismo, intentaron imponer balompié, en realidad, un calco semántico de la palabra inglesa. Balompié apareció por primera vez en el Diccionario académico en 1927, con una definición en la que se evitaba cuidadosamente football: Juego parecido al del balón, del cual se diferencia en que la pelota o balón se juega con el pie. Sin embargo, en sus últimas ediciones, el Diccionario remite directamente a fútbol, reconociendo así esta última como preferible. |
campeonato
El deporte moderno expresa de alguna manera la competitividad que caracteriza a los seres humanos y encauza su agresividad hacia formas más civilizadas de comportamiento. Desde ese punto de vista, deportes como el boxeo y otras formas de lucha en las que se busca aniquilar físicamente al adversario, son resabios de eras históricas más primitiva, en las cuales la búsqueda de competición se manifestaba en guerra, tortura y muerte. Sin embargo, hacia la Edad Media, la agresividad se expresaba a veces en formas que contenían algún ingrediente altruista, como ocurría con los paladines que se batían en defensa de los desvalidos. En Italia, estos héroes medievales se llamaron campioni, palabra tomada del longobardo kamphio (caballero que defiende a otra persona), que a su vez se derivaba del germánico occidental kamp (campo de batalla). Este vocablo germánico tiene origen latino, puesto que se deriva del nombre del Campo de Marte, donde recibían instrucción militar los soldados romanos de origen germano. Parece natural, pues, que en el primer Diccionario académico, conocido como de Autoridades, campeón fuera definido como un guerrero: Campeón. El heróe famoso en armas, o los hombres esforzados, y mas principales de algún exército, que sobresalen en las acciones mas señaladas de la guerra.
Sólo en 1925, cuando los deportes de equipo se estaban difundiendo en el mundo, se incluyó también una acepción para denotar el que tiene la primacía en el campeonato. Fue precisamente en la edición de 1925 que campeonato apareció por primera vez en el Diccionario, cuando faltaban cinco años para el primer Campeonato del Mundo de Fútbol, pero ya hacía tres décadas que se venían desarrollando los Juegos Olímpicos modernos. |