Guido Pérez Arévalo. 11 de marzo de 2010 Una
velada con Revisé cuidadosamente mi viejo Aiwa. El dial marcaba RCN Radio, como en los últimos años, pues soy esclavo sin cadenas de la emisora de Ardila Lule, desde la llegada del hijo más ilustre de San Bernardo del Viento. Los ruidos del silencio entraron furtivamente a nuestra alcoba. Irma apagó el televisor. Las pequeñas luces de la tecnología moderna aparecieron en los interruptores, en el receptor remoto del TV, en el decodificador, en el aire acondicionado y en el dial de mi Aiwa. Mis ojos, como dos lámparas sin luz, bajaron lentamente sus párpados. Estaba listo para "Nocturna RCN Radio". Julián Parra, conductor del programa, inició su tarea a las once: Noticias, personajes, anécdotas, diálogos Esperé con el alma en vilo la voz de Alonso Velásquez Claro, mi apreciado amigo, el interlocutor de tantas cosas que nos son afines. Tony Camo, salió primero, con su talante andaluz. Despachó su discurso sobre las habilidades hipnóticas que lo llevan a importantes auditorios del mundo. Ya viene Alonso, pensé con entusiasmo, cuando avanzaba la tibia noche cucuteña. No. Un urólogo se paseó sin misericordia por los difíciles caminos de la próstata: la prueba digital, el antígeno y los enredos que todos conocemos. Lo siguió un simpático camionero, procedente de Barranquilla, a quien Julián solicitó una prueba del poder de su bocina, cuando pasaba por las goteras de la tierra del más grande escritor vivo. Recordé en aquel momento una de sus célebres declaraciones: "Está en mi carácter, ya lo he dicho en muchas entrevistas: nunca, en ninguna circunstancia, he olvidado que en la verdad de mi alma no soy nadie más que uno de los 16 hijos del telegrafista de Aracataca". | A dos pasos, en la oscuridad del clóset, adiviné los guiños de una botella de vino con el corcho a media asta. ¡Malaya una copa! Aspiré y espiré con fuerza antes de pasar como el casanova que ignora los guiños de la mujer prohibida. Las doce, carajo. Llegó la hora de Alonso. -
¿Buenas noches, quién habla? Bueno, reflexioné, nos estamos acercando. Un misionero se quejó más tarde, desde una calle bogotana, del robo de los instrumentos de su banda religiosa. ¿Qué hace un misionero en una encrucijada capitalina al filo de la media noche? -
Buenas
buenas noches Al fin, carajo, exclamé. En el clóset, la botella de vino con el corcho a media asta, repitió sus guiños, cuando la canción de Adriana, con la música de Alonso, invadió las ondas sonoras de RCN Radio. Hubo tiempo para los mejores versos y para un retrato magistral del terruño amado. Nuestro idílico valle llenó el 10 de marzo otra página del periodismo nacional. La Playa de Belén tiene embajador cultural, razoné con emoción. Mi querido Alonso, voy a recordarle un párrafo de mi modesto prefacio a su obra A golpe de versos: "En Girón tiene su nido familiar, su fábrica de versos, su guitarra, su libreta de apuntes, su pluma magistral. Sus sueños no. Sus sueños están en otra parte porque, según se ha dicho, uno no está donde vive sino donde ama". Pensé con gratitud en César Claro Peñaranda, gestor de esta nostálgica velada, mientras cubría cauteloso los dos pasos que me separaban del clóset. Glu... glu... glu... Ahhhhh Entonces, observé el saldo vinotinto con aromas celestiales, y repetí la sentencia por todos conocida: "Te perdono el mal que me hacés, por lo bien que me ponés". | |||
Alvaro Claro Claro. 11 de marzo de 2010 Cavilaciones de un trasnochado Las circunstancias pintaban como para que no me enterara de la convocatoria para escuchar la entrevista radial con Alonso Velásquez, nuestro poeta Playero de moda. Tres días hacía que la página de La Playa de Belén no se dejaba cargar en mi computador; ayer mi celular se quedó en horas de la tarde sin batería y para colmo de males, toda la tarde estuve concentrado en un informe solicitado por las oficinas de Bogotá, que como cosa rara era de carácter urgente. Así las cosas, a eso de las nueve de la noche me llama Elba Luz por el teléfono fijo y me dice: ve, que estés pendiente que por RCN va a salir Alonso. Listo, le dije, sin pedir más detalles. Luego de colgar, prendí el televisor convencido que el debut de nuestro amigo poeta sería en televisión; minutos más tarde, por la programación, me pasé al canal regional pensando que la razón me la dieron mal, pero tampoco había nada. Cerca de las diez de la noche, llamé a Andrea para confirmar el dato. -No papá, ahí está usted pintado, la cosa es por la radio. Pilas que ya deben estar al aire. A vaina, pensé. Me voy a perder la entrevista. Busqué mi pequeño radio y de una vez entré en sintonía con RCN. Estaban hablando de futbol, una entrevista con Leonel Alvarez sobre los resultados del partido que acababa de terminar. ¿Quienes jugaron? ni idea. ¿Cómo quedaron? menos. Inicié el computador haciendo tiempo y pendiente. Empezó luego el programa hora 20... Yo creo que por el partido aplazaron la entrevista, es lo que pienso en el momento. !Eureka! la página por fin carga de nuevo. Ya me entero por el aviso que la entrevista va en Nocturna RCN Radio y es a las 11 PM. Ya casi es hora. Durante la espera reviso novedades en www.laplayadebelen.org. Uno se emociona cuando las encuentra. Luego revise lo último de www.flickr.com/photos/aclaro85/, una página hermosa sobre fotografía, vale la pena visitarla. | Al
filo de las 12, el sueño me está ganado la partida; apago computador
y me voy a la cama. Ya Tony Camo intervino y escuchando la disertación del urólogo, me foquié. Curiosamente, en una época el tema me desvelaba por completo. Afortunadamente, el radio quedó encendido y Magola no se despertó. Cuando pasa esto lo apaga de inmediato. Como en medio de un sueño empecé a escuchar una canción muy hermosa; me sonaba un ritmo muy al estilo de Ana y Jaime, artistas de la nueva ola de los años 70. !No joda, esa letra la recuerdo de algún lado! ¡Claro! en diciembre, en casa de César Claro la cantaron Adriana y Alonso... En ese momento se alertaron mis sentidos, el sueño se desvaneció y aterricé. Sí señor. Ya estaban en la entrevista con Alonso. Me paré de la cama y me fui al cuarto de estudio para poder subir el volumen del radio, ya en ese momento Alonso explicaba los pormenores de la canción que acababa de sonar. En medio de las penumbras, el reloj indicaba que eran más de la una de la madrugada. El periodista, muy acucioso, toca las fibras más sensibles del poeta cuando lo induce a hablar de su tierra natal declamando a viva voz el poema Desde el exilio como abrebocas, para luego explayarse en un sentido comentario sobre sus orígenes, su añoranza y gran sentido de pertenencia con La Playa de Belén y sus Estoraques. A estas horas de la madrugada se me hincha el alma de orgullo al escuchar a un Playero, por un medio de comunicación de alcance nacional y mas allá, manifestar sin pena ni complejos la querencia por su tierra natal. Con la emoción a punto de desbordar, Alonso remata con el poema "El niño y el Pastor" realizado para el concurso convocado por la casa Silva de poesía sobre el tema "Descanse en Paz la Guerra". Esos minutos que le dedicó RCN para dar a conocer la obra de nuestro ilustre paisano han sido un acontecimiento de gran envergadura para la cultura y para la Playa de Belén. No importa la hora. Valió la pena, reflexionaba yo muy alegre. La página oficial de la Administración Municipal se encuentra en mora en dedicar un espacio en el que se mencione, por lo menos, la labor de Playeros que, sin muchos aspavientos, hacen lo mejor por su tierra natal. Fue mi último pensamiento antes de regresar a los brazos de Morfeo. | |||