EL PRIMER PARO ESTUDIANTIL
Por: Luis Mariano Claro Torrado

 


Permítanme recordar EL PRIMER PARO ESTUDIANTIL o quizá el único que se haya realizado en el COLEGIO FRAY JOSÉ MARIA ARÉVALO, de nuestro querido pueblo. Fue en el mes de noviembre de 1976, estábamos terminando el ciclo básico y el grado era en pocos días. La idea del paro se originó como protesta por la decisión de expulsar a nuestro compañero y amigo, Aliro Claro Manzano, quien tuvo una pequeña discusión en la clase de español con la profesora Roselia Pacheco Carrascal; ella, consideró que la actitud de Aliro fue irrespetuosa y llevó el caso al consejo de profesores, presidido por el Padre Rector, Elías Atehortúa Concha. Siguiendo el conducto regular, solicitamos reconsiderar la sanción, pero después de reuniones inútiles con el padre Elías, la decisión se ratificó. Fue una situación muy difícil e injusta con un grupo de estudiantes de cuarto Bachillerato, que esperaban su grado como reconocimiento a una etapa de sus vidas, pero pudo más intransigencia de los profesores que la razón.

Fue entonces, cuando nos reunimos en la cocina de la casa de don Néstor Páez (q.e.p.d.); Yaneth y Doris Arévalo Silva, Mercedes Alvarez Ovallos, Omaíra Claro Ascanio, Fanny Pacheco Carrascal, Deisy Duran, Argemiro Páez Ovallos, Aliro Claro Manzano, Sigifredo Velásquez Claro (q.e.p.d.), Hernando Emiro Franco(Peter), Hernando Arévalo Claro, Jesús H. Arévalo (Chucito), Miguel García y Yebraíl Pacheco Carrascal. Sólo la compañera Ninfa Claro, no participó en la protesta por no apoyar nuestra causa. Después de evaluar la situación, escuchar las ideas del grupo y recibir la oportuna asesoría de Fernado Páez Ovallos, exalumno del Colegio Caro, organizamos toda la logística para la toma del Colegio al día siguiente, justo al momento de terminar de rezar y estar en plena fila; para tal fin, hicimos una pancarta en cartulina que decía: "SECE DE ACTIVIDADES. SOLICITAMOS EL REINTEGRO DE NUESTRO COMPAÑERO ALIRO CLARO. Se llegó a pensar que el error de ortografía era en protesta con la profesora de español, pero la verdad es que fue un horror de ortografía por pura ignorancia.

Efectivamente, al día siguiente nos tomamos el colegio. En el preciso momento de terminar la oración diaria, rompimos filas y ante la mirada atónita de los profesores y alumnos de grupos inferiores, abrimos la pancarta y cada uno de mis compañeros en forma decidida se apostaron en las entradas de la Rectoría, Salones de Clase, Sala de Profesores y Secretaría. Fueron momentos expectantes, silenciosos e impredecibles; algunos profesores haciendo gala de su autoridad intentaron entrar a sus aulas, pero no lograron intimidarnos ni persuadirnos; fueron sorprendidos por la resistencia de los estudiantes en paro. No había duda, el Colegio estaba en nuestro poder. Fueron días muy difíciles, manteníamos reuniones permanentes, dormíamos en el Colegio, muchos padres de familia se solidarizaron. Recuerdo con mucho cariño a Doña Esther Claro y Don Manuel Antonio Claro Carrascal, quienes a través de Luz Marina nos pasaban comida y con gran afecto y gratitud también que paradójicamente, el padre Elías nos preguntaba: ¿Muchachos... Qué necesitan...? y nos facilitaba los marcadores y pinceles para escribir nuestras consignas... el paro se prolongó por varios días, no sé cuantos, pero al no lograr el reintegro de nuestro compañero, acordamos solicitar la presencia de un Supervisor de la Secretaría de Educación Departamental con la autoridad necesaria para dirimir el conflicto. Al conocer la hora de llegada del supervisor y por recomendación de Padres de Familia, viajé a la ciudad de Ocaña para contactarlo y así evitar cualquier tipo de presión indebida.

Este acontecimiento motivó a la clase política a participar o trató de sacar ventaja y se dividió como siempre, fuimos persuadidos por los grupos de ese entonces y recibimos el apoyo incondicional de Don Gerardo Claro Velásquez (q.e.p.d.) y Luis Claro (q.e.p.d.), quienes nos acompañaron hasta el final. Al llegar el Supervisor e iniciar la reunión definitiva, presentamos nuestra posición con todos los detalles, reclamamos respeto por los derechos estudiantiles y solicitamos el reintegro inmediato de nuestro compañero. Fue una negociación difícil, que estuvo a punto de ser manipulada por la presión de las directivas y la intervención indebida de la clase política. Todo parecía complicarse, se aprobó un receso y el Supervisor consultó telefónicamente al superior inmediato en la ciudad de Cúcuta y al reiniciar el debate, la situación sorpresivamente giró a nuestro favor; la decisión del Supervisor fue reintegrar al estudiante Aliro Claro Manzano y terminar las actividades escolares. El primer paro estudiantil había terminado, la alegría era evidente, nos abrazamos y celebramos con júbilo nuestro triunfo. Desafortunadamente las directivas del Colegio, no fueron buenos perdedores, como represalia, decidieron cancelar el acto de clausura y la proclamación.

La decisión del Colegio nos afectó mucho, como estudiantes de la segunda promoción, necesitábamos recibir el grado del ciclo básico, como era la costumbre por no existir la posibilidad de terminar el bachillerato, pero nuevamente predominó la intolerancia de las directivas. Sin embargo, en forma desafiante organizamos nuestra propia fiesta... Nos compramos los mejores vestidos y celebramos el grado; todos los familiares y parientes nos acompañaron y hasta cohetones echamos al aire como testimonio de rebeldía...

Me gustaría tener noticias de mis compañeros de PARO...

Un saludo fraternal... Su amigo de siempre... Mariano Claro

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