No
obstante el afán y la preocupación, no podía dejar de observar
la panorámica de ciudad bonita que en cada curva del camino se me presentaba
invitándome a fotografiarla. !Qué carajo! Una fotografia es cuestion
de segundos.
Paré
el carro y me bajé en un mirador. La vista era impresionante, majestuosa.
Entonces programé la camara para ajustarla a condiciones de baja iluminación.
Tomé varias fotos buscando los mejores ángulos y encuadres diferentes;
de nuevo en el carro continúo el ascenso, la oscuridad empieza a ceder
con las luces del alba, curvas más adelante encuentro un lugar de donde
se aprecia mejor la ciudad. Bueno, solo serán unos pocos minutos.
Con
camara en mano trato de lograr unas buenas fotografíaas, reviso configuración
y me dedico a la agradable tarea. Estaba absorto revisando posibilidades cuando
una luz intermitente, roja y azul subía velozmente por la carretera.
Qué
vaina, la patrulla del retén ya viene cerca. A correr se dijo.
Cada
vez encontraba mejores sitios posibles para una buena fotografía, pero
ni modo, había que superar pronto los puntos escogidos por los oficiales
para los retenes. En el Km 25 logré ver por el espejo retrovisor cuando
la patrulla se estacionaba para organizar los conos del ultimo retén, ya
iban a ser las seis de la mañana y finalmente había logrado el objetivo.
En adelante, con plena
luz natural, los mas extraordinarios paisajes se conjugaron con un maravilloso
día, completamente limpio y libre de neblina para dejar que mi lente jugara
captando bellas imágenes, algunas de las cuales deseo compartir con ustedes.
ANCLA/10