Reseña histórica: "Año 1857. En su marcha de La Cruz (hoy Ábrego) hacia Aspasica -dice el Dr. Justiniano J. Páez-, hallándose este año en visita pastoral el Ilustrísimo Señor Obispo de Santa Marta, Fray Bernabé Rojas, O. P., se hospedó en el sitio de Patatoque, en casa del señor Jesús Rueda. Allí el Prelado celebró la misa en oratorio improvisado, terminada la cual a petición de los señores Jesús Rueda, Juan Esteban Vega y Tiburcio Álvarez, concedió licencia para edificar una capilla dedicada a San José en el paraje de Llano Alto, en donde construyó la primera casa, en el mismo año, la señora María Claro de Sanguino"

No se ha establecido en qué época de aquel año pasó el Obispo Rojas por Patatoque; su visita a la provincia de Ocaña, iniciada en el mes de enero, se prolongó hasta finales octubre. No se puede, entonces, hablar de una fecha exacta del nacimiento del terruño. Debo agregar que 1857 fue un año de inestabilidad en la organización política territorial y que, por esta circunstancia, La Playa de Belén fue arrullada en sus primeros meses en las provincias de Ocaña y de Mompós, y en el Estado de Santander.

Dice también el doctor Páez que el 4 de diciembre 1862 se verificó la bendición solemne de la capilla y se le dio el nombre al pueblo. Los playeros escogieron esta fecha para conmemorar la fundación.

El Acuerdo No. 3 del 15 de septiembre de 1913, expedido por el Concejo de Aspasica, dice en su artículo 1: "Erígese en Corregimiento con el nombre de La Playa de Belén el territorio del caserío de La Playa de este Municipio". Quiero decir que el Acuerdo indica que el caserío lleva el nombre actual desde 1913.

Hallazgos de aquitectura colonial

La tradición oral señala que la Casa de Patatoque se construyó en las postrimerías del siglo dieciocho. En la época se utilizaba una técnica conocida como construcción de tierra, porque se emplea la tierra como material de relleno para levantar cerramientos y desarrollar el acabado final de paredes. Es el bahareque. Dicen los expertos que es una técnica constructiva que viene desde la época pre-hispánica, producto de la inventiva aborigen. Se compone de columnas y vigas de guadua con marcos de madera o de guadua trenzados. Los amarres son de material vegetal, de alambre o elaborados con tiras de cuero.

El arquitecto Santiago Paredes Cisneros, de la Universidad Nacional de Colombia, dice que en los siglos XVII y XVIII la construcción de casas se desarrollaba con la combinación de bahareque, tierra, ladrillo, piedra, con techumbres de madera y cubiertas de paja o teja. Pero asegura que algunas construcciones se hicieron solamente de ladrillo y tapia pisada.

En estos días, cuando ordenaba algunas reparaciones locativas, don Iván Carrascal, propietario de la antigua casa de don Jesús Rueda, descubrió con sorpresa algunas muestras de construcción del siglo dieciocho, tanto en las paredes como en el piso. Mauricio Durán León, zootecnista de profesión, agricultor y aficionado a la genealogía, tomó algunas fotografías. Su primo, Iván, ha dicho que respetará la arquitectura de su casa.