Don
Leonardo Molina Lemus ha muerto. Nos inclinamos con profunda tristeza ante su
memoria: Lo hacemos con respeto por su vida ejemplar, con el afecto que construyó
su generosa amistad, con la admiración que surge de su extraordinaria obra intelectual
y con la serenidad de los cristianos que aceptan los designios de Dios. La misma
resignación que tiene como esencia la inmortalidad del alma y el premio
para los justos. La
Academia de Historia ha perdido a uno de sus más importantes Miembros de Número
y, seguramente, al más destacado historiador de nuestro tiempo. En el ocaso de
su vida, unió a sus años serenos el ejercicio permanente de vigía del acervo histórico
de Norte de Santander. Fue
también, es necesario recordarlo, un distinguido servidor en la administración
pública.
La Biblioteca de Autores Ocañeros publicó en 1973 su obra "José Eusebio Caro
y otras vidas", una antología de los escritores de esa tierra encantada,
que él tanto amó y a la que dedicó con esmero su pulida pluma, para exaltar su
entorno, las ideas y, como él mismo dijo, "la prodigalidad en dones espirituales
con que la favoreció el Creador". Gonzalo
Canal Ramírez, prologuista de aquella obra dejó una constancia lírica del brillo
de su autor: "La luz será siempre luz, en el errabundo parpadeo de la luciérnaga
o en la titilación misteriosa de las estrellas, como el agua es agua en la gota
y en la ola". En
1995, publicó otra obra: "Patrimonio Cultural del Norte de Santander".
Responde a una exhaustiva investigación sobre los acontecimientos, sitios y monumentos
históricos de nuestra región. Su vocación intelectual lo llevó a escribir artículos
para atender la demanda de información histórica de estudiantes de todos los niveles
académicos, y a acumular con ellos, como el agricultor laborioso, los frutos de
una generosa cosecha, convertida después en el volumen que todos conocemos y consultamos,
porque es un verdadero legado cultural. Dice él mismo en el preámbulo, que este
libro es otro fruto de su paso durante nueve años como Secretario de la Academia
de Historia. Fue
don Leonardo Molina Lemus lector infatigable y prolífico escritor. Diarios y revistas
publicaron sus juiciosas investigaciones sobre historia contemporánea, literatura
y acontecimientos de la patria. En
"La cuna del General Santander", obra publicada por la Universidad Francisco
de Paula Santander, en 1999, encontramos al investigador certero, que se pasea
por las fuentes históricas con seguridad y convicción. El sacerdote jesuita, Manuel
Briceño Jáuregui, que fue director de la Academia Colombiana de la Lengua, en
el prólogo de la obra comentada, registra sorprendido la bibliografía citada por
el señor Molina Lemus y señala como una verdadera proeza la consulta de noventa
y tres libros o documentos, en una ciudad donde no abundan las bibliotecas ni
las librerías especializadas. Eh aquí al hombre de letras, que construye con sus
disciplinas intelectuales un pequeño mundo del conocimiento, para realizar sus
propios sueños y para mitigar la sed de cultura de los demás. La
biblioteca de la Academia de Historia se enriqueció con sus escritos y con preciosas
obras de otros autores que hacían parte de su biblioteca particular. Así
era don Leonardo, desprendido y generoso. Recojamos su ejemplo para mostrarlo
a las actuales y futuras generaciones, y descarguemos sobre su tumba el dolor
de su partida. Chinácota,
21 de febrero de 2001 Nota:
Don Leonardo Molina Lemus había nacido en Otaré, Ocaña. Murió el 20 de febrero
de 2001, a la edad de 86 años. |