| PRESBÍTERO
ÁNGEL CORTÉS CELEDÓN Benefactor
de La Playa de Belén | | Por
Guido Pérez Arévalo | De
la obra, Temas de Historia, del mismo autor | | Presbítero Ángel
Cortés Celedón Por
Guido Pérez Arévalo
El
nombre del presbítero Ángel Cortés Celedón está
vinculado a importantes sucesos de la historia religiosa, social y política
de La Playa de Belén.
Su
paso por la parroquia fue intermitente pero la tradición oral conserva
viva su memoria por las obras de reconstrucción del templo y por la vehemente
campaña en favor del traslado de la cabecera municipal, que venía
a cargo de Aspasica desde la creación del municipio. El
parque principal lleva su nombre, desde la celebración del Centenario de
la fundación, y el proyecto social, consagrado a la protección del
adulto mayor, creado y presidido por Fray Ismael Enrique Arévalo Claro,
O. P., también tomó su nombre para perpetuar su recuerdo.
El
padre Ángel nació en el hogar formado por don José María
Cortés y doña Manuela Celedón en el año de 1863, en
San Juan del Cesar, departamento del Magdalena, municipio agregado ahora al territorio
de la Guajira.
Se
sabe, por los libros eclesiásticos, de su asignación a la parroquia
de San Jacinto de Gaira, desde el 19 de febrero del año 1900 hasta el 4
de agosto de 1901.
El
20 de julio de 1906, el obispo Fray Francisco Simón y Ródenas le
asignó la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Guamal (Magdalena).
Su gestión en esta comarca, extendida a las agregaciones parroquiales de
San Sebastián, Murillo, Buenavista y Las Margaritas, finalizó el
3 de agosto de 1918.
El
6 de abril de 1919 inició actividades en La Playa de Belén. Tenía
56 años. Procedía de una parroquia de las riberas del Magdalena,
donde su salud se había deteriorado por las enfermedades tropicales. Sus
preocupaciones por el progreso regional, el infatigable celo pastoral y la proyección
social de su gestión despertaron el cariño colectivo. Adquirió
nuevos ornamentos para el culto y creó las asociaciones del Santísimo
Sacramento y del Catecismo. El
21 de septiembre de 1920, en una gran fiesta, recibió una imagen (de farol)
de Nuestra Señora de las Mercedes, patrona de la parroquia. Construyó
la casa cural, contigua a la iglesia y emprendió las obras de reconstrucción
de un nuevo templo.
Por
sus gestiones ante el ministro de la época, Jesús García
Benítez, se logró el establecimiento de la oficina telegráfica,
que funcionó en unas piezas de la antigua casa cural. El 23 de febrero
de 1925 ya existía estafeta de correos. Entre los administradores de esos
servicios, el presbítero García Benítez recuerda en sus apuntes
históricos a los señores Justo Guerrero, Ismael Arévalo,
Octavio Manzano y Guillermo Arévalo. 1/
El
padre Ángel Cortés fue el principal gestor del traslado de la cabecera
municipal, desde Aspasica al corregimiento de La Playa de Belén. Su actividad
es de conocimiento público a través de la tradición oral
y por las pruebas epistolares incorporadas al expediente consultado en el Tribunal
Contencioso Administrativo de Cúcuta.
La
contienda por el traslado se inspiró en presuntas irregularidades administrativas
y fue atizada por intereses partidistas. De paso tocó las fibras de la
condición humana del sacerdote. La fidelidad histórica recoge estos
acontecimientos con prudencia y serenidad y los ubica en un momento muy particular
de nuestra memoria regional. Algunas actitudes están referidas a situaciones
superadas por el tiempo, la civilización y el buen juicio.
Dice
el sacerdote García Benítez, quien lo reemplazó en sus funciones
parroquiales durante una licencia, que fue «Iniciador y alma mater de
esta empresa. Su entusiasmo, su influencia, su dinero siempre estuvieron a la
orden. Al lado de este sacerdote son acreedores a la gratitud de los hijos de
La Playa, los señores Ramón Ovallos, Emeterio Claro, Agapito Pérez,
José Trinidad Durán, Francisco Arévalo, Ismael Arévalo,
Alfonso Durán, Santiago Durán, Ángel María Durán,
Domingo Pérez, Eladio Claro, Guillermo Arévalo, Pedro Claro, Ramón
Claro, Víctor Arévalo, Natividad Claro, José del Carmen Pérez,
Hermenegildo y Basilio Ascanio, Ramón Bayona, Bernardino y Francisco Pérez
B., Juan Velásquez y Juan M. Luna». 2/
El
27 de junio de 1929, dolido por el apoyo ofrecido por el Concejo de Ocaña
a los aspasiqueros, envió una enérgica nota al abogado de las aspiraciones
playeras, doctor Manuel José Vargas.
Consideró
el padre Cortés, que la decisión tenía su origen en «unos
políticos intrigantes, antes admiradores de La Playa y hoy sus enemigos
por ciertas aberraciones, por el fracaso que sufrieron en las elecciones de febrero
y ellos creen que nosotros tuvimos la culpa».
La
vehemencia por la causa playera lo condujo a una agresión innecesaria que,
seguramente, no fue compartida por muchos. Aspasica, según sus palabras,
era un «villorrio miserable».
La
carta fue escrita con expresiones duras, enérgicos requerimientos y notable
conocimiento del expediente que se analizaba en las altas instancias jurídicas
del Estado. Exigía una revisión detallada de los memoriales firmados
por lugareños y habitantes de las poblaciones vecinas, quienes apoyaban
sus «justísimas peticiones». Se mostraba dispuesto a patrocinar
la gestión en todas las instancias, hasta con sus propios recursos económicos,
si fuera necesario:
«Deseamos
saber Doctor, cuánto nos lleva por sus gestiones, lo que tendremos mucho
gusto en remitirle enseguida. Como tengo teléfono en mi casa, tendré
mucho gusto en oír su palabra cuando se ofrezca comunicarnos algo y también
en reconocerle lo que gaste en esta operación».
Los
frutos de su infatigable labor, aparecieron finalmente en la Ordenanza No. 3 del
20 de marzo de 1930, de la Asamblea Departamental, después de superar las
dificultades jurídicas puestas en acción por los aspasiqueros. El
traslado de la cabecera municipal fue recibido con natural regocijo en el corregimiento
de La Playa de Belén. | | | | El
día 3 de febrero de 1937, una grave enfermedad determinó la muerte
del sacerdote. Sus restos mortales recibieron cristiana sepultura, en medio de
la consternación de todos los habitantes. Ayudados
por el padre Ismael Arévalo y con la amable cooperación del párroco,
padre Luis Alfredo Madariaga, obtuvimos una copia del acta de defunción,
que transcribimos a continuación:
«En
la parroquia de San José de La Playa de Belén, a 4 de febrero de
mil novecientos treinta y siete se dio sepultura eclesiástica al cadáver
del Señor Presbítero Dr. Ángel Cortés, natural de
San Juan de Cesar (M.), de setenta y cuatro años de edad, hijo legítimo
de José María Cortés y Manuela Celedón, murió
ayer a las once y media a. m. de angina. «Fue un sacerdote ejemplarísimo
y de celo encomiable en su ministerio sacerdotal. Hasta el día treinta
y uno de enero por la noche llenó cumplidamente sus deberes de párroco
y si por lo breve de su última enfermedad y no haber sacerdote en la población
no recibió los últimos sacramentos, es seguro que murió en
la paz del Señor, pues acababa de hacer un retiro espiritual y por sus
habituales disposiciones de vida ajustada al cumplimiento del deber. Fue sentidísimo
por todos los feligreses.
«Los
servicios exequiales se sucedieron con solemnidad presididos por el suscrito con
asistencia del R. P. Gregorio Ríos, Eudista, quien hizo la oración
fúnebre, señores Presbíteros D. Fernando Sarmiento, y D.
Alejandrino Pérez, y Subdiácono D. Eliécer Villamizar. Doy
fe. Daniel Sánchez Chica. (Es fiel copia del Libro 3, folio 114 y 115,
No. 395 del Libro de Defunciones del año 1926 - 1940 de este Archivo Parroquial
de San José de La Playa de Belén. San José de La Playa
de Belén, 3 de enero de 2009. Doy fe. Luis Alfredo Madariaga Molina».
El padre Alejandrino
Pérez Amaya examinó un baúl del padre Cortés, en presencia
de los señores Francisco Arévalo y Emeterio Claro. En su interior
encontró la suma de $146,45. La constancia se conserva en los archivos
de la familia Arévalo Claro.
Con
el propósito de rendirle un homenaje en vida, el Concejo ordenó
la instalación de una fotografía suya en el salón de sesiones,
pero la Alcaldía no pudo reunir el dinero para pagar los honorarios del
fotógrafo. Don Francisco Arévalo Claro, quien profesaba especial
afecto por el sacerdote, adquirió la fotografía y la llevó
a su casa donde todavía la conservan sus descendientes.
En
el templo de La Playa de Belén se encuentran sus cenizas, cubiertas por
una placa de mármol con su imagen tallada en alto relieve. Al padre José
Antonio Santiago, párroco durante la celebración de las fiestas
centenarias del municipio, se debe la iniciativa de este homenaje.
Profunda
fue la huella dejada por el presbítero Ángel Cortés en La
Playa de Belén pero muy corto fue el período de gestión en
su parroquia. Los libros eclesiásticos registran su presencia en la parroquia
de Nuestra Señora del Carmen, de La Vega de San Antonio, desde el 3 de
mayo de 1919 hasta el 9 de noviembre de 1936. Hubo algunas pausas para atender
tareas religiosas, sociales y políticas en La Playa de Belén. NOTAS:
1/ García Benítez, Luis, Presbítero. Boletín Eclesiástico
de la Diócesis de Santa Marta, número 192, del 1 de noviembre de
1931. 2/ Ibidem. 3. Copia de la fotografía que se conserva en la
casa de la familia Arévalo Claro. 4. Fotografía de la imagen
de mármol. Cortesía de don Álvaro Claro Claro.
| | | | | La
Playa de Belén. Acuarela de Eusebio Posada Rincón, julio 30 1887.
Museo Antón García de Bonilla, de Ocaña. Cortesía
del Dr. Luis Eduardo Páez García. | | Templo
y Casa Cural de La Playa de Belén. Parroquia San José de Belén. Cortesía:
Ingeniero Edwin Tarazona Navarro 2008 | | | | Informe
de la parroquia Tomo 183, folio 346.
Año 1937. Archivo Histórico Eclesiástico de la Antigua Provincia
de Santa Marta. Parroquia de: La Playa de Belén, enero 5 de 1937 Excelentísimo
señor Obispo de la Diócesis Santa Marta. El
Iltmo. Señor Vicario General me ha comunicado la órden expedida
por S. E. Rma, de darle un informe que, con gusto, paso a rendirle. De
las disposiciones contenidas en el acta de la Visita de 1935, unas se han cumplido,
y otras están aplazadas por causa que apuntaré en este informe. El
domingo siguiente a la separación de S.E., leí en el púlpito,
el Acta de Visita, y recordé la obligación que teniamos de obedecer
las órdenes allí consignadas. A
pesar de las excitaciones de S.E. Rma. hemos tenido gran lucha contra el desórden
y la inmoralidad, y de estos, se han registrado varios casos, debido a que
las Autoridades Civiles y militares, en lugar de reprimir los vicios, los promueven
y los sustentan con grandes escándalos. En
cuanto a las sociedades religiosas, se han conservado bien aumentando y prosperando
en virtudes, si bien hemos tenido que lamentar defecciones. Teniendo
en cuenta que siempre se ha tropezado con dificultades para hospedar dignamente
a los misioneros y también a los acompañantes de S. E., en las visitas
pastorales, procedí a ampliar la casa Cural, y en efecto hoy cuenta ésta
con ocho piezas útiles, fuera de Comedor, cocina y letrina. Para comedor
se utilizó la pieza que S. E., designó contigua a la sacristía
y que mide 8 por 6 varas de tamaño. Además de estas piezas tenemos
otras tres en la casa que S.E. compró a D. Pedro Claro y que están
ya reformadas pues se encontraban en muy mal estado. Estas piezas están
fuera de la parte que debemos añadir al templo. Hemos hecho construir un
caño, con gran declive, que recoge las aguas de los dos patios, pasa por
las dos letrinas lavándolas, y llevándolo todo al playón. Ya
verá, S. E. Rma. que hay casa suficiente, con tres patios y una granja,
para establecer una Comunidad religiosa que viniera a enseñar y a dar buen
ejemplo a las niñas de esta región que, dicho sea de paso, bastante
lo necesitan. Y creo que esto será realizable si S.E., se empeña
en conseguirlo. Cuando
principié los trabajos, creí que no iba a gastar sino unos pocos
pesos; pero se fueron aumentando de tal modo que ya se han empleado más
de dos mil, y estamos todavia en los embaldozados y tengo que pedir más,
por lo cual creo prudente dejar descansar por este año, a los feligreses
a fin de poderles exigir contribuciones mas urgentes, en los años venideros,
para el trabajo del templo que será, sin duda alguna, mucho más
costoso de lo que hemos imaginado, por las razones siguientes: 1a.
Los que construyeron ese edificio tuvieron la simpleza, por ahorrar tiempo, trabajo
y dinero, de aprovechar, para él, dos paredes de la antigua capilla que
no tenian cimiento alguno, y que son la del Oriente y la mitad del frontis al
recibir el techo se desplomó la primera y tuvieron que recurrir con mayor
premura, a ponerle doce poderosas vigas de hierro para sostenerla a élla
y a la nave más alta que también se iba. Estas vigas son las que
estan soteniendo el edificio, y al quitarselas se irá al suelo la mayor
parte. 2a. La torre
es como la estatua que vió Nabucodonosor. Las primeras doce
varas de abajo son de barro y arriba una inmensa mole de material, se nota que
se ha resentido, pues el pabellón se ha cuartiado. Algunos
son de opinión que se pueden aprovechar las otras paredes, otros dicen
que no, y que lo más prudente es derribar completamente todo el edificio
y empezarlo desde los cimientos; ahora, como se vé, que merece prepararla
y prensarla mucho. Por la razón de ver cuartiado el pabellón, no
me he atrevido a abrir el muro de la torre y hacer la puerta que S.E., quiere
que se haga para un nuevo zaguán. He
tapado todas las comunicaciones supérfluas y solo han quedado: el Zaguán
que da a la calle del Occidente y la puerta de la sala que da a la plaza. Están
arreglando: el nuevo inventario y la lista de la renta decimal. Deseándo
que este informe agrade a S. E. Rma. me suscribo hijo obediente. b.s.a. Angel
Cortés Pbro.
| | "Divino
Jesús y María. La Playa, junio 27 de 1929. Señor
Dr. D. José Manuel Vargas Cúcuta Estimado
Dr. Le saludo respetuosamente.
De los informes que me dio esta mañana, dos me han llamado particularmente
la atención: que el Concejo de Ocaña haya certificado que Aspasica
está en actitud de poder seguir actuando como Cabecera del Municipio y
que la Ordenanza no tenga ninguno de los requisitos ordenados por la ley. Lo
primero, estoy seguro, no es la expresión de la justicia, porque los Concejales
saben que no dicen la verdad, por ser Aspasica, no un pueblo sino villorrio miserable
que en expresión de muchos personajes grandes que la conocen ha sido una
ironía el sostenerse con el nombre de Cabecera Municipal. Esta certificación
falsísima es obra, no del Concejo, sino de unos poilíticos intrigantes,
antes admiradores de La Playa y hoy sus enemigos por ciertas aberraciones, por
el fracaso que sufrieron en las elecciones de febrero y ellos creen que nosotros
tuvimos la culpa. Lo
segundo es inexplicable. De aquí fueron a la Asamblea los siguientes documentos:
Un memorial con 400 y más firma; de Curasica, sección importante
del mismo Municipio otro con más de 100. Por todas excedían a las
que exige la ley; desde La Cruz y de La Palma, sendos memoriales con las firmas
más conocidas y respetables apoyando nuestras justísimas peticiones
y calificándolas de justísimas. Todos estos documentos junto con
otros importantes, fueron estudiados por una Comisión que rindió
informe a la Asamblea y de allí resultó la Ordenanza.
No puedo creer que hubiera faltado el informe del señor Gobernador, pero,
si faltó fue reemplazado con ventajas, por la sanción que este Magistrado
dio a la misma Ordenanza. Los
documentos de que le hablo deben existir en el archivo de la Asamblea. Si fuese
necesario pagar a una persona para que con todo cuidado y toda diligencia los
busque, estamos dispuestos a reconocerle lo que se nos exija por este trabajo.
Como aquí queda una copia de nuestro memorial, se la remito adjunta a la
presente. Deseamos
saber Doctor, cuánto nos lleva por sus gestiones, lo que tendremos mucho
gusto en remitirle enseguida. Como
tengo teléfono en mi casa, tendré mucho gusto en oír su palabra
cuando se ofrezca comunicarnos algo y también en reconocerle lo que gaste
en esta operación. Hoy
escribimos a dos amigos de Ocaña, para que se empeñen en que algunos
miembros del Concejo, protesten contra la afirmación espúrea de
que Aspasica es pueblo hábil y competente. Perdone
Dr. y créame su humilde amigo SS. En Jesús y María. Angel
Cortés, Presbítero.
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Aspasica. Acuarela de Eusebio
Posada Rincón, 1887. | | | | |
Panorámica de Aspasica.
Foto de Freddy Yaruro. 2006. | iNFORME
DE LA PARROQUIA: Documento de puño y letra del padre Ángel Cortés
Celedón. | | | | | | |
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